CAPÍTULO|38

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DONOVAN

Los movimientos de Kin me despertaron de inmediato y movido por la curiosidad abrí los ojos ligeramente para observarla.

¿Como diablos había conseguido tener a esa hada entre mis brazos? Su cuerpo desnudo paseándose en busca de su ropa mientras su cabello se mecia con sus movimientos era tan irreal, tal vez los dioses al fin habían perdonado mis faltas y por ello me enviaron a Kin.

No pude evitar sonreír cuando hizo un gesto de desaprobación al ver su ropa sucia y la descubrí entrando a mi armario, el ruido de los ganchos chocando no pasó desapercibido pero luego hubo mucho silencio.

Me levanté a prisa y sólo me cubrí con una almohada para ahorrar tiempo pensando que lo peor que podría pasar es que la encontrará desvanecida en el suelo por tal vez no haber descansado lo suficiente después de la noche que tuvimos..., nunca pensé que podría haber algo mucho más malo.

Kin estaba mirando una fotografía y no era cualquiera. Tal vez el que iba a terminar desmayado era yo después de todo, me invadió un terrible vértigo y sentí como el color se desvanecía de mi rostro.

Le prometí a Kin no más secretos, mentiras y engaños pero descubrí que todavía no estaba listo para contarle todo sobre mi pasado.

Volteó a mirarme asustada, tal vez un poco sorprendida al sentir mis movimientos pero quiso aparentar todo lo contrario al ver que era yo.

-Buenos días - su voz sonaba nerviosa, sus mejillas se encendieron y evitó mi mirada antes de ofrecerme la foto-. yo..., esto cayó cuando tomé tu suéter, no pienses que estaba de fisgóna o algo así.

-No pasa nada. Puedes tomar lo que quieras.

Tomé la fotografía entre mis manos y la miré por al menos un par de minutos con tristeza antes de volver a escuchar la voz de Kin.

-Esa chica es muy linda... ¿Ella era tu novia?

Como pude le sonreí y la miré a los ojos. No había que ser un genio para saber que Kin estaba interesada en su descubrimiento.

-Es mi hermana.

Su rostro no pudo evitar la sorpresa.

-¡Oh! La dueña del vestido que me prestaste.

-Su nombre es Scarlett.

-Lindo nombre, dile que lo pagaré cuando la veas.

-Ni si quiera creo que lo recuerde. Lo dejó aquí votado la última vez que vino a visitarme toda la familia hace un par de años.

Una visita que hubiera preferido evitar, a veces me preguntaba cómo podía tener la fuerza de mirar a Scar, a mi padre y a su novia a la cara después de todo lo que paso.

KIN

Me sentí como una completa ridícula al ponerme un poco celosa por esa fotografía pero jamás hubiera podido imaginar que ella fuera la hermana de Donovan.

Desde que supe de ella siempre me la imaginé cómo una chica mucho mayor y más madura. Scarlett no aparentaba ser el tipo de chica que usaría esa clase de vestido y por lo que se podía notar era menor que él o tal vez de la misma edad..., a menos de que fueran hijos de diferente madre y pasaran por el mismo caso que Noah y yo pero no.

Eso sería demasiada coincidencia entre nosotros dos ¿No es cierto?

Desde luego que pude notar la incomodidad en el rostro de Donovan al hablar de su familiar pues tal vez no tenía una muy buena relación con ellos y sabiendo de primera mano lo que era eso preferí no incomodarlo y continuar con mis planes de preparar el desayuno.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora