Si le preguntaras a toda la clase por Kin Novelli ellos dirían que es fuego, la chica más candente y guapa de todo el salón, con una carita de que rompe mil platos y que todo el mundo estaría dispuesto a recoger para al menos recibir una de sus sonr...
Bajé lentamente mis manos entre la piel desnuda de los brazos de Kin y caminaron cautelosamente entre sus pechos para hacerle cosquillas, acaricié con ligereza el pequeño espacio de su vientre descubierto hasta colgarme de la orilla del pantalón para ir bajándolo lentamente y mientras lo hacía puse mi boca sobre los muslos de mi invitada y fui pasando la punta de mi lengua conforme el pantalón iba saliendo.
Me gustó cuando Kiny dio un saltito, su piel se había enchinado y su respiración se había cortado por un segundo al sentir aquel contacto. Volví a repetir la acción en la otra pierna cuando le quité la ropa interior y sonreí al ver que mis caricias ya estaban mostrando su efecto.
Kin me miraba expectante mientras acercaba mi rostro a su entrepierna, pero estando a escasos centímetros de tocarla con mi boca volví a sonreír y me separé.
-No, no, ahora es mi turno.
Me incorporé y me quité la camiseta mientras Kin no podía parar de morder su labio con demasiada ansiedad. Volví a acercarme a ella y acaricie su boca con mis dedos antes de besarla otra vez, le ayude a quitarse la playera y con una agilidad asombrosa a desabrochar el sostén que se deslizó inmediatamente hacia abajo.
-Eres hermosa -dije sin dejar de admirarla y aunque Kin no sintió vergüenza por su cuerpo, sí que la sintió por la forma en la que yo la contemplaba.
-Es tú turno -se apresuró a decir para poner la atención en otro lado-. Sólo quítate el pantalón y ven aquí.
Kin se acomodó en medio de la cama y esperó a que yo hiciera lo que me pidió, pero negué con la cabeza y me subí más al sofá cama sin quitarme el pantalón. La acorralé sin nada que temer y volvió a explorar su boca mientras mis manos se daban la libertad de explorar sus lindos y fríos pechos.
-Oh hermosa -pronuncié mientras la miraba directamente a los ojos-. ¿Con cuántos idiotas te has topado para pensar que este juego solamente es de meter, sacar y regar la flor?
Por su rostro deduje que Kin se había topado con más de uno.
La tomé desprevenida mientras por última vez pensaba en esos pobres cretinos hasta que sintió mis dedos índice y medio curioseando entre sus labios mayores y menores con un pequeño movimiento que la hizo casi retorcerse de no ser por la forma en la que la tenía sostenida.
Dioses, estaba tan húmeda y cálida en su centro.
Kin apretó la mirada por un instante como un gesto involuntario al placer que estaba sintiendo, pero en cuanto lo hizo mis caricias pararon también. Eché una risita cuando Kin volteó a mirarme con ojos de súplica para que siguiera.
-Si vuelves a apartar la mirada, tendré que parar de nuevo -le explique, quería que tuviera la experiencia completa. Kin frunció el ceño y entre abrió los labios para decir algo, pero seguí con las caricias intercalando los movimientos circulares de mis dedos adentro y afuera y cuando el juego sucedió dentro de ella pude sentir que sus piernas se tensaban.
¿Como mierda nunca había tenido esta clase se sensaciones antes? Se esforzaba lo mejor posible por no apretar los ojos y seguir observándome, pero cada vez le costaba más y todo se volvía malditamente más excitante por el morbo que me causaba sus sexys gestos acompañados de deliciosos quejiditos.
No tardo mucho antes de que su cuerpo se apretara por completo y sabía que esa pícara corriente que había estado recorriendo su cuerpo por lapsos al fin iba a terminar de estallar y aunque deseaba complacerla mis caricias cesaron.
-No me mires así Kiny -los ojos de la chica tenían una mezcla de clemencia y enojo al toparse con los míos pero eso sólo me causaba más placer-, si el juego terminará tan rápido no sería tan divertido. Y te estás divirtiendo ¿No es cierto berrinchuda? Mira esto nada más.
Subí mi mano a la altura de mis labios y mis dedos estaban completamente mojados de sus jugos. Kin estaba extremadamente avergonzada pero no, no sintió la verdadera sensación del fuego quemando sus mejillas hasta que me vio lamerlos.
Su rostro de sorpresa era muy bonito y encendido de ese rojo fresa la hacía ver tan inocente y tan quebrantada que no pudo evitar volver a besarla.
-Por lo general el juego debería de ser algo mutuo, pero, esta vez lo voy a dejar pasar por tratarse de ti Kin...
-Engreído -soltó la chica de repente. Llevaba demasiado tiempo sin decir algo ¿y eso simplemente fue lo primero que se le vino a la cabeza? Le mostré una sonrisa divertida y la tomé de la cintura para atraer su cuerpo al mío. Mi nariz quedó a un lado del cabello de la chica y olía fabuloso pero eso pasó a ser irrelevante cuando mi boca buscó su tierna oreja y mordí su lóbulo.
La piel de Kin se enchino al sentir la mordedura y la sensación no paró al escuchar mis susurros pidiéndole que desabrochara mi pantalón. Kin no lo dudó ni un segundo e hizo lo que se le indicó mientras yo seguía jugando entre su oreja y su cuello.
¡Por Zeus, Afrodita y demás dioses! No podía creer que pudiera sentir todo ese placer si todavía no pasaba lo mejor. Esta vez cerré los ojos para dejarme llevar por sus manos que acariciaban mi bulto y en un impulso sexual simplemente me bajo la ropa y tomó mi falo con firmeza.
Grata fue su sorpresa al descubrir que ya estaba bien duro y Kin volteó a mirarme con súplica para que no hiciera más larga la espera y pudiera hundirme dentro de ella, era una súplica que no sabía que existía hasta que al volver a hundir mis dedos en su ser noté su centro palpitando de deseo, sus pezones estaban tan levantados y sensibles al rozar con mi pecho desnudo que se pegó más a mi cuerpo inconscientemente.
Intenté mantenerme imperturbable al verla directamente pero me fue imposible y simplemente me dejé llevar por un momento al sentir las caricias de Kin. La hice a un lado por un minuto para poder terminar de quitarme el pantalón y sin previo aviso me acomodé sobre el respaldo del sofá esperando a que ella me siguiera, Kin no esperó a que se lo indicara y simplemente fue y se sentó encima de mi para después besarme.
Podía sentir su deseo y las ganas que tenía de que nos fundiéramos pero mis manos firmes sobre su cadera no se lo permitían.
Yo la había invitadoa ese juego y el juego terminaba cuando yo lo dijera. Total, la noche era larga.
🖤Holita queridos y hermoso lectores, se que tenía que subir el capítulo desde ayer pero se me fueron las cabras al monte 🤪🐐 y pues una disculpa por eso. Lo bueno es que ya al fin he podido actualizar y ustedes han podido disfrutar del capitulo y no, las emociones no terminan aquí. 😈😧 (Ah caray!!). Esperen la siguiente actualización muy pronto y porfi voten, comenten y recomienden la historia. Denme toda la motivación (insertar meme de Goku pidiendo Ki) Nos vemos.
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