CAPÍTULO|17

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KIN

Aquella tarde, cuando estúpidamente creí que Donovan me había abandonado después del sexo, finalmente terminé derrumbándome. Había dado un par de pasos para salir del edificio pero simplemente terminé tirándome de nuevo a la colchoneta y aunque en un principio me pareció patético, tal vez después de todo eso era lo que necesitaba. Desde el intento de violación no había tenido la oportunidad de desahogarme como lo había hecho en ese momento no solamente sobre eso, si no sobre toda mi vida en general.

Y cuando vi a Donovan frente a mi empapado de pies a cabeza, con fango en sus zapatos y una cara de preocupación genuina, sentí un alivio indescriptible y me invadió la hermosa sensación de que ya nada iba a estar mal a partir de ese momento.

¡Pero!..., si pero, ahora me sentía demaciado transparente referente a mis sentimientos y tenía mucho miedo de que él lo supiera, que me atraía como hombre. Después de ese café simplemente no tuve el valor de mirar a Donovan a los ojos y las siguientes semanas hice absolutamente todo lo que estuvo en mis manos para esquivarlo y comenze una rutina para lograrlo.

Esperaba desde lejos a que llegara al salón, entonces entraba tras de él y me sentaba en la primera fila del aula lo más cercano posible a la puerta y en cuanto terminaba la clase salía corriendo y me perdía entre la multitud, de esa forma no tendría que enfrentarlo; también me acostumbré a llevar mi propia almuerzo y encerrarme en mi auto a comerlo. Parecía difícil si, pero sería mucho más complicado si Donovan se daba cuenta de cómo me sentía por él y que no me correspondiera de la misma manera y la verdad no estaba preparada para otra decepción además, sólo me gustaba y sabia que estaba en una lijera línea en la que podría terminar enamorada de él si nos seguíamos frecuentando como lo habíamos estado haciendo.

Habian pasado dos semanas con éxito y descubrí que la soledad era mucho más fácil, menos preocupante y mucho menos agobiante sobre todo. Apenas me importaba voltear a ver a las personas y aunque ya había gente que me saludaba y me invitaba a sus reuniones o fiestas preferían declinar con amabilidad para mantener mi tranquilidad por un tiempo más.

Aunque no duró demaciado pues, mientras más lejos procuraba estar de Donovan, él parecía insistir en buscarme, al principio fueron mensajes que no contesté, luego llamadas telefónicas y cuando el rechazo se hizo evidente podía sentir su mirada insistente que apuntaba a mi cada que entraba al salón de clases; discretamente buscaba llamar mi atención entre la gente para hablar conmigo y la gota que derramo el vaso, fue casi toparmelo de frente en el pasillo cuando una chica de primer grado me invitaba a su fiesta de cumpleaños de mayoría de edad para esa misma tarde.

Fue como estar en el viejo oeste, él me miraba yo también y nos observamos fijamente por unos segundos para ver quién desenfundaba primero la pistola, pero no me quedé a averiguarlo y me eche a correr entre la multitud. Sabía que él no me iba a llamar por mi nombre frente a la gente, seguía guardando su apariencia tras sus gafas.

Me escondí en el baño de mujeres y me encerré en el ultimo cubículo, iba a intentar respirar profundo hasta que escuché su voz llamándome.

-Kin, se que estás aquí, te vi entrar. Debemos hablar.

Lo sentía acercarse cada vez más hasta donde yo estaba y claramente podía escucharlo asomarse bajo las puertas de los demás cubículos vacíos.

«Mierda, mierda» no paraba de repetirlo en mi cabeza y tape mi boca con la mano; lentamente me subí a la taza del inodoro, esperando que eso funcionara y cuando vi su sombra frente a la puerta sabía que era hora de afrontarlo.

«Ya no puedes seguir ocultandote Kin» dije para mis adentros y ya iba a bajar y salir pero la voz de una chica sonó en todo el lugar.

-¡¿Que diablos haces aquí idiota?! Este es el baño de niñas.

-Yo... -automáticamente cambió la voz de Donovan, era muy tímida comparado con la forma en la que me había llamado y fue súper raro-, l-lo siento.

Lo oí salir, mientras las chicas que lo habían descubierto despotricaban contra él-. Maldito nerd raro -expresó una de ellas y de alguna forma eso me hizo enojar.

«Si te cogiera una vez estarías a sus pies» pensé y salí con el ceño fruncido del cubículo. Miré a ambas chicas tras el espejo mientras simulaba que lavaba mis manos y por un momento volví a ser la Kin de hace unas semanas atrás y me reí burlonamente mientras alimentaba mis malvados pensamientos.

«Pero no, eres demasiado fea para que el quisiera coger contigo»

Salí del baño y corrí directamente a mi auto.

El fin de semana apenas empezaba y no tenía planes, el estacionamiento ya estaba casi vacío y los bares cerca de la zona universitaria ya estaban llenos a reventar. Manejé con tranquilidad meditando si debería de asistir a la fiesta de esa chica o si debería de hacer otra maratón de Netflix hasta las tres de la mañana.

Elegí la maratón y había pasado al mini super por un paquete de cervezas y chucherías varias para acompañar. Tomé mis compras del asiento trasero del auto y en cuanto cerré la puerta alguien apareció frente a mi de la nada y me hizo saltar del susto. Por instinto lo primero que hice fue patear la entrepierna de mi atacante que inmediatamente se quejó por el golpe y se arrodilló derrotado en el pavimento.

-¿Estas loca? -Donovan apenas podía hablar.

-¡Mierda! -chillé al verlo adolorido, dejé caer mis compras, mi mochila y me arrodillé a lado de él-, lo siento mucho, pensé que eras un ladrón o alguien que quería hacerme daño.

-Lo sé, fue..., fue mi culpa por sorprenderte así -ni si quiera podía hablar bien y sus manos se mantenían escondidas entre sus piernas como si eso fuera a disminuir su dolor.

Saqué una lata de cerveza y se la ofrecí.

-Esta helada.

Donovan hizo cara de pocos amigos.

-Créeme nena, el alcohol no es la respuesta a lo que estoy sintiendo en estos momentos.

Mi rostro estaba rojo de la vergüenza y eso sólo hizo que el calor se expandiera por todo mi cuerpo.

-No, me refería a que te la pusieras..., ya sabes, ahí.

Señalé la parte de la que hablaba.

-Oh si -por primera vez vi a Donovan sonrojarse-, muy bien.

Me aceptó la lata sin chistar.

🖤Y aún así creo que Donovan todavía no merece el perdón de Kin si ella supiera la verdad. 😒

Pronto estará listo el siguiente capítulo pero por favor denme su apoyo, espero que hayan tenido un lindo Halloween o día de muertos, ya es hora de quitarse los disfraces y ser fantasmas, denme un like y/o comenten que es bien bonito leerlas.


DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora