KIN
A pesar de que la tenue luz de la recamara no me ayudaba mucho para ver con claridad las heridas de Donovan, mis labios se iban guiando lentamente por cada cardenal que adornaba su rostro.
Sus manos se aferraban con fuerza a mi cintura, en especial cuando llegué a la pequeña línea carmesí que brillaba sobre su pómulo izquierdo y luego a la herida en la comisura de sus labios que me atraparon con un beso intenso que lo hizo quejarse de dolor.
Eso no evitó que se detuviera y me empujó más hacia su cuerpo hasta tener su lengua en mi boca haciendo esos exquisitos movimientos con los que solía llevarme al éxtasis.
Cuando nos separamos pude percibir el tenue sabor de sus heridas y mis dedos rozaron su boca en un vano intento por calmar su dolor.
Quería seguir en mi travesía por su cuerpo pero no me lo permitió, su agarré era fuerte y en esa poción pude sentir con claridad la firmeza de su excitación y un candente cosquilleo invadió mi cuerpo, deseándolo tanto como él me estaba deseando.
Le quité su chaqueta cuidadosamente entre muestras de dolor que se reflejaban en su rostro y fui desabrochando los botones de su camisa que se deslizó lentamente hasta descubrir una herida que adornaba su pecho.
Empujada por la curiosidad decidí tocar con cuidado.
-¿Te duele?
-Ya no...
Contestó perfectamente a mi pregunta pero parecía tener doble sentido, no sabía si se refería a su corazón o la herida ¿Como podía ser así de dulce y seductor al mismo tiempo? Me derretia de cabeza a pies.
«¿A caso esto es cosa tuya Eros? ¿Donovan es uno de tus hijos mortales aquí en la tierra?» con mis pensamientos miré hacia el olimpo buscando mi respuesta, acto que él aprovechó para besar mi cuello conciente de que esa era mi zona más erógena.
Rápidamente me dejé llevar por las sensaciones y mis ganas se encendieron con mayor prisa.
Mis dedos se enredaron en su cabello, mientras comenzaba a menear mi cadera para sentir con mayor claridad su erección bajo el pantalon, acto que Donovan no pasó por alto, volvió a gemir y su cabeza se echó ligeramente hacía tras mientras sus manos calentaban mi piel con la fuerza de su agarre.
-Necesito tenerte -susurré entre jadeos y quise parar pero él no me lo permitió, siguió llevando el ritmo de mis movimientos.
-Tenemos toda la noche para eso -sus ojos estaban cargados de deseo y se veía tan salvaje con esas heridas y el cabello alborotado.
-Pero no creo resistir mucho -lancé un pequeño quejido, avisó de lo que se avecinaba mientra seguía mi exquisito vaivén-, creo que voy a...
Ni si quiera pude terminar la frase, cada parte de mi cuerpo se estremeció en un glorioso orgasmo que me dejó jadeante y con las piernas temblando.
Tuve que darme un respiró para poder cobrar conciencia, mis mejillas estaban tan rojas como cerezas y todo el frío de mi cuerpo se había desvanecido al fin.
Nuestras frentes estaban unidas, él tenía esa mirada de malvada satisfacción mientras que la mía era como un cubito de hielo feliz de derretirse.
-Ahora si, puedes tenerme Kiny -expresó Donovan con un vigor erótico que me embriago de inmediato, podía sentir nuestras respiraciones mezclándose y ambos nos sonreímos antes de volver a besarnos.
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DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-
RomanceSi le preguntaras a toda la clase por Kin Novelli ellos dirían que es fuego, la chica más candente y guapa de todo el salón, con una carita de que rompe mil platos y que todo el mundo estaría dispuesto a recoger para al menos recibir una de sus sonr...
