CAPÍTULO|51

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DONOVAN

El corazón me dolía, mi cuerpo me temblaba y mi cabeza daba vueltas, toda mi fuerza se desvaneció y caí al suelo con Scar entre mis brazos.

Quería hacer algo por ella, darle unas palmaditas en su rostro, llamarla por su nombre y hacerla reaccionar pero no podía si quiera moverme, estaba en shock.

Papá fue a ayudarnos y me la quitó de los brazos para recostarla sobre el sofá y cubrirla con mi camisa.

-Meredith, alcohol -la madre de Scarlett seguía mirándonos horrorizada-. ¡Meredith! -le grito papá y la mujer reaccionó y fue corriendo al baño.

Nos quedamos solos y el silencio acuchillaba cada parte de mi ser; ver a papá tan preocupado por "mi novia" con una cara de lamentación que nunca en mi vida le había visto me daba todas las respuestas pero, aún así me negaba a creerlo y se lo pregunté.

-¿Es cierto? -no se de donde saqué el valor para mirarlo a los ojos pero lo hice-. Scarlett es... ¿Es mi hermana? -mi voz amenazaba con quebrarse pero resistí.

-Cuando ella recobre el conocimiento hablaremos.

La seriedad con la que quería manejar lo que estaba pasando me quebró de inmediato y lo tomé por la camisa con todas mis fuerzas.

-¿Hablar sobre qué? ¿Qué tienes una hija adolescente de casi mi edad metida en el mismo colegio que yo y olvidaste mencionarlo?

-Hijo no...

-¡No me llames así maldito hijo de puta!

Lo empujé a la pared.

-¡No, Donovan detente!

Meredith llegó e intentó separarnos pero mi furia era tal y mi mirada arrojaba tanto odio que se detuvo de golpe antes de llegar.

-¡Tú no te metas! De no haberte acostado con mi padre esto no hubiera pasado. Eres tan culpable como él por esto.

-Nunca pensamos que iba a pasar algo así -dijo entre lágrimas.

-Si, ese es el maldito problema de no utilizar las neuronas y sólo saber cogerte al jefe para ser alguien en la vida. Y tú... -voltee a ver a papá que temblaba al no poder zafarse de mi agarré-. ¡Todo esto es tu puta culpa!

Atine a darle un puñetazo en el rostro antes de escuchar el grito horrorizado de Scarlett detrás de mí.

-¡No! -su rostro seguía pálido y sus ojos se llenaron de lágrimas. Intentó levantarse pero sus piernas le fallaron y cayó de rodillas al suelo.

Su madre fue a ayudarla y la cubrió de inmediato. Ambas me miraban con súplica.

-Por favor Donovan, suelta a papá...

¡Mierda! Escucharla decir esa palabra quebró en pedazos cada parte de mi alma con su mirada asustada observándome como si yo fuera el villano.

Solté a nuestro padre pero arrasé con el televisor que estaba a mi alcance.

-¡¿Por que mierda lo defiendes?! -tiré un jarrón y avente contra la pared el ramo de flores que ella me había regalado-. Nos engañó, jugó con nosotros.

Ya no pude resistir por un segundo más y empecé a llorar, eran lágrimas de furia, de impotencia, en ese momento lo único que deseé más que nada en el mundo era morir.

-Ellos nos ocultaron algo muy importante Scar... ¿No te das cuenta de lo que hicimos? De lo que nos han convertido estas dos personas de mierda..., somos hermanos y no lo sabíamos, llevamos la misma sangre en las venas. Te dije que te amaba..., hicimos el amor.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora