CAPÍTULO|32

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KIN

Esta vez Donovan si se había ido y no, no eran mis paranoias, ni preocupaciones o exageraciones.

Había dicho que tenía un asunto importante que atender y que si queríamos salir el fin de semana entrante a nuestra primera cita, tendría que atenderlo inmediatamente.

Las cosas ya se habían calmado en mi vida y me atrevo a decir que todo se volvió mucho mejor después de que Donovan y yo nos destapamos, ya nadie se metía con nosotros y creo que aunque no lo deseara, mi novio se hizo más popular a los ojos de muchas otras chicas.

Se formaban en el pasillo con cuchicheos y sonrisas al verlo pasar, esperando que por un instante él las volteara a ver pero Donovan siempre mantenía su mirada enfrente y su actitud indiferente hacia los demás.

-¿Sabes que eso sólo las atrae más? -le pregunté un día.

-Y por eso tengo a la mejor chica de todas -respondío con una enorme sonrisa en su cara.

Ahora, a diferencia de ese momento, iba caminando sola directamente hacia el salón para tomar la primer clase.

Era la primera vez que estábamos separados desde que nos hicimos novios y la verdad estaba con los nervios de punta. Desde que desperté mi boca me sabía amarga, sentía mi estómago burbujeante y no de manera linda, aún así me di ánimos para levantarme de la cama.

Sería mi prueba final por decirlo de alguna forma; si podía sobrevivir a ese día yo sola sin dejarme abatir por lo que fuera, entonces de verdad obtendría mi diploma en felicidad aunque no sé si hubiera podido poner un pie en el salón de clases si no hubiera recibido el mensaje de Donovan.

Ten un lindo día. Deséame suerte. Te amo. 🖤🖤

Una sonrisa genuina salió de mi rostro y eso fue más que suficiente para inyectarme de valor. No es que dependiera de él para poder afrontar mis miedos, pero al menos a su lado estaba superandolos con un poquito más de confianza.

Me embobe tanto en responder el mensaje diciéndole cuando lo amaba que cuando me di cuenta ya estaba sentada en el habitual lugar que solíamos ocupar y comencé a acomodar mis cosas cuando River se acercó a mi.

Inmediatamente pude darme cuenta de que sus intenciones no eran buenas y él ni sus amigos intentaron disimularlo cuando se voltearon a ver cómplices de lo que sea que habían tramado.

-Entonces... -comenzó con una típica frase matadora que se redujo con un patético carraspeo que se vio obligado a usar para llamar mi atención por completo-. ¿Cuatro ojos ya se aburrió de ti?

No volteé a mirarlo si no hasta que termine de acomodar mis útiles y con una sonrisa bien ensayada frente al espejo cada día de mi vida para nunca poder demostrarle a las personas mis verdaderos sentimientos, respondí.

-Lo siento mucho, no conozco a nadie con ese nombre.

La verdad estaba muy enfadada; que poco hombre era para acercarse a mi justamente cuando estaba sola y llamando de esa forma a Donovan.

-¡Oh! bueno, me refiero a Chalamet, o como tal vez tú lo conoces: la poca cosa, tu peor es nada, conformismo..., poco hombre.

Escuché risas, muchas risas y me bastó un pequeño vistazo para darme cuenta de que éramos el centro de atención de la mayoría del salón.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora