CAPÍTULO|41

7.9K 710 179
                                    

DONOVAN

Lo que sentía en el estómago no eran mariposas ni colibríes, era una cosa jodidamente terrible parecida a avispas o moscas revoloteando en mi interior.

Abrí la puerta con la esperanza de Kin todavía no hubiera salido del baño y que Scarlett se hubiera ido. Para mi infortunio no era así.

Scarlett estaba dormida sobre el sillón y así no podría correrla sin causar algún alborotó que Kin pudiera escuchar pero, por la mañana a primera hora llamaría a papá para que se la llevara.

Entré a la recamara y Kin estaba sobre la cama con una de una de mis playeras puestas. No se veía enojada ni desilusionada, al contrario me regaló una sonrisa al verme entrar.

«No la mereces, no la mereces.» fue en lo único que pude pensar antes de darme cuenta de lo que tenía en las manos y quise arrebatatárselo pero ella fue más rápida y saltó del otro lado de la cama.

-¿Por que no me habías contado que escribes? ¡Es..., es maravilloso!

Me llevé la manos al rostro para que no pudiera ver lo jodidamente rojo que me había puesto mientras me daba la media vuelta. Se suponía que todo debía ser secreto.

-No es gran cosa -dije mostrando indiferencia.

-¿Que dices? Donovan, es la mejor novela que he leído y por los dioses que apenas llevo un par de capítulos. Esto, debería de ser publicado.

Me encogi de hombros haciéndome el tonto mientras me desvestia, todavía no quería que ella supiera que ya había tenido platicas con un par de editoriales que querían firmar conmigo para lanzar libro y preferí cambiar de tema.

-Creí que iba a interesarte más lo que te traje.

-¡Oh! Es cierto.

Kin dejó mi manuscrito sobre la cama y tomó la maleta que había traído de su casa y con eso se entretuvo al menos hasta que apagamos las luces.

Ya estábamos acostados pero yo no podía conciliar el sueño, el estrés de tener a Scarlett en la casa me estaba matando pero Kin estaba tan dormida entre mis brazos meciéndome con su respiración que sin darme cuenta me quedé dormido.

Y de la nada volví a abrir los ojos, espantado y con una horrible sensación en mi pecho, voltee a ver a todos lados y ¡Oh mierda! Estaba en las duchas abandonadas, desnudo y acostado sobre la colchoneta vieja.

¿Que mierda significaba todo eso? Yo estaba en mi cama, durmiendo con Kin, no en ese lugar, no de esa forma y viviendo algo que ya había vivido.

¿Morfeo había estado jugando conmigo todo este tiempo?

Busque a Kin inmediatamente y ella seguía dormida pero a de ver sentido mis movimientos bruscos porque abrió los ojos y me miro, tal vez asustada o un poco preocupada.

-¿Todo está bien? -preguntó al tiempo que se incorporaba.

Me quedé en shock, esto no podía ser real ¿Había soñado con mi futuro? Era una señal de los dioses para no cagarla de nuevo con Kin.

No, no, no. De un salto me levanté para buscar respuestas; comencé a vestirme y el impacto fue peor cuando vi que era la misma ropa que utilicé el día que llevé a Kin al escondite y ella se levantó asustada y se cubrió con el mismo abrigo que llevaba puesto aquel día, mirando como me vestía, apanicado y a prisa.

-Donovan espera ¿Es que hice algo mal? Yo...

Mi pecho estaba agitado, las palabras no me salían pero sabía lo que quería decir, que no era su culpa, que ella estaba bien, que yo la amaba pero sólo pude negar con la cabeza.

Kin se veía tan triste, tan utilizada.

-¿Ya te diste cuenta verdad? Por eso te vas.

Fruncí el ceño y me detuve de golpe para observarla con detenimiento, mi respiración no podía desacelerar pero intente mantener la calma al verla así.

-¿De que hablás?

-Me gustas Donovan.

Sentí que estaba a punto de desmayarme, mi estomago se apretó y el color abandono mi rostro, esto era como ese sueño el mismo de ese día pero diferente...

¿Y si me pellizcaba? Si, eso iba a funcionar para saber si era la realidad pero Kin continuó hablando.

-... ya sabes -continúo-, no es solo por el sexo, en verdad tú me gustas, tu cabello, tu rostro, tu piel, tus ojos y sobre todo tu deliciosa boca.

Exactamente las mismas palabras y si la memoria no me fallaba y aunque las circunstancias eran ligeramente diferentes, ya sabía lo que seguía.

Kin volvió a unir nuestros labios de la misma manera hasta que sentí la mordida.

Me puse más angustiado y mis ojos estaban tan apretado que dolía y le imploré al Olimpo que todo se tratara de un presagio para no volver a cometer el mismo error con la mujer que amaba y no es puto maquiavélico sueño..., eso era mil veces mejor que lo que se avecinaba.

Y al abrir los ojos supe que todo era la misma horrible pesadilla de terror.

Kin no era quien me había besado y encontrarme al mismo monstruo de la última vez.

-No, no, no, tú no. ¡Tú no! ¡Esto no esta bien! -volví a gritar de la misma manera, con angustia, separando su cuerpo desnudo del mío.

Pero Scarlett sólo se burlo de mi con su habitual sonrisa traviesa pintada de rojo.

Di un salto en la cama con tal angustia que creí que mi alma se había salido de mi cuerpo que estaba empapado de sudor, mi respiración estaba tan agitada que mi pecho saltaba bruscamente.

Me aseguré de no haber despertado a Kin, pero ella seguía durmiendo tranquilamente ajena de lo que estaba pasando.

Solté un fuerte suspiro antes de levantarme de la cama e ir directamente al baño para echarme un poco de agua en el rostro, pensando en la jodida pesadilla y cuando creí que al fin me podía calmar no pude evitar darme cuenta de la sensación que oprimía mis labios tan molesta y los rosé con las puntas de mis dedos.

Levanté mi vista para observarme al espejo y me llevé un jodido susto al encontrar a Scarlett parada junto a la puerta con la misma sonrisa del sueño.

-No fue un sueño Donovan.

🖤 Ha caray... 😳

¿Cómo les quedó el ojo? Felicidades a las persona que pusieron atención a las pistas pero, esto solo es la punta del iceberg. 😏

Recuerden votar porfi porfi, con trabajo llegamos a la meta el capitulo pasado ¿Ya les está aburriendo?

Espero que no por que la segunda parte ya esta avanzando.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora