Si le preguntaras a toda la clase por Kin Novelli ellos dirían que es fuego, la chica más candente y guapa de todo el salón, con una carita de que rompe mil platos y que todo el mundo estaría dispuesto a recoger para al menos recibir una de sus sonr...
Había pasado tan bien la noche que incluso desperté antes de que sonara la alarma y me sentía tan fresca, tan despreocupada y llena de tanta vitalidad que no pude evitar sonreír.
Di media vuelta esperando encontrar algo, más bien a alguien y cuando sentí que estaba a punto de alcanzarlo caí al suelo. Me levanté bastante avergonzada como si alguien hubiera visto todo mi espectáculo pero recordé que estaba sola y lo que me esperaba en la escuela con todos esos idiotas mirándome todavía por el incidente y por ser una rechazada social. Una parvada comenzó a revolotear en mi estómago e inmediatamente me llevé las uñas a la boca consciente de que podía arruinarlas.
La tentadora sensación no desapareció en toda la mañana y no ayudó el hecho de que Donovan de nuevo no se presentara durante todo ese lapso de tiempo.
¿Le había pasado algo?
Durante las clases todo estuvo bien, al parecer la mayoría de las personas parecían muy poco interesadas en mi y en los rumores que se habían extendido, de hecho parecía que todo iba marchando regularmente excepto por el almuerzo puesto que no me sentaba con mi grupo habitual y simplemente me alejé al otro lado del comedor para evitar sus miradas de odio y burla.
Estaba a punto de terminar cuando vi a Donovan cruzar el patio y me levanté de un brinco para ir tras él; aunque me esforcé por recoger mi basura a prisa, cuando salí simplemente ya no estaba a la vista.
Miré la hora en mi teléfono y todavía quedaba un buen rato para tomar la siguiente clase, podría ir a buscarlo por todo el campus sabiendo que estaba por ahí y cuando comencé a caminar sin un lugar definido, me di cuenta:
¡Dioses! ¿Por qué me preocupaba así por él? Sólo habíamos tenido relaciones sexuales y él me había salvado de una situación horrible pero... no significaba nada en realidad ¿O tal vez si?
No, definitivamente no. Él fue amable conmigo yo le agradecí y...
Eso ¡Era eso! Todavía no le agradecía. ¡Por los dioses del agradecimiento! No podía creer que lo hubiera olvidado.
Di un saltito como una tonta y perdida en mi efusividad no pude darme cuenta que estaba a punto de chocar con alguien.
-Lo siento -me disculpé y miré a Donovan que recogió sus gafas del suelo para luego voltear a verme con un tono serio.
-¿A qué juegas? -me preguntó.
-Yo no... es que, te estaba buscando.
-Bonita forma de hacerlo -sonrió y me pareció tan sexy que me dejó perdida por unos segundos antes de verlo continuar su camino. Fui tras él esmerándome por seguirle el paso pero parecía que no quería que nos vieran juntos.
-Oye espera -rezongué-, ayer esperaba verte y no apareciste en todo el día.
-Bueno pues, ahora nos estamos viendo.
-Si pero hoy tampoco apareciste en clases y..., hey ve más lento, traigo tacones acaso me estas evitan...
Entramos a uno de los edificios y de no ser por el olor no me hubiera dado cuenta que se trataba de la biblioteca; estaba en eso de hablar sin rodeos cuando Donovan me miró y me pidió que bajara la voz.
Ambos volteamos al frente y vi a mi compañero sacar un par de libros y regresarlos a la encargada sentada frente a un enorme escritorio. Era una chica de nuestra edad y le sonrió con coquetería a lo que Donovan se quitó la gafas y le guiño el ojo. Me quedé en silencio observando todo con un poco de incredulidad hasta que él llamó mi atención y me dirigió hacia una mesa donde ambos tomamos asiento.
-Decías.
Donovan se mantuvo serio y puso toda su atención en mí. Quise poner los ojos en otro punto que no fuera él pero me comporte y seguí hablando como si nada pasara.
-Decía que creo me estas evitando.
Intenté sonar sería pero no parecía haberlo logrado de lo contrario él no se hubiera reído bajito antes de voltear a verme de nuevo pero esta vez con un tono bastante divertido.
-No sé de qué hablas. Estamos aquí ¿No es cierto? Charlando.
-Bueno si pero, ayer simplemente desapareciste y hoy tampoco estuviste en clases y no e tenido oportunidad de agradecerte por todo lo que ha pasado estos días.
-No hay nada que agradecer Kin. Es más, no ha pasado, ni aquí, ni haya ni con nosotros, todo está bien.
Me quedé sin aire al escucharlo decir aquello último, entendía perfectamente si él no quería involucrar sentimientos o pensaba que yo buscaba algo más profundo después de habernos acostado, pero era una chica madura y era muy molesto que él no pudiera notarlo incluso para decir algo así.
-¿Vamos a fingir que no pasó nada entre nosotros? -lo miré seriamente.
Donovan agachó la mirada como restando importancia a sus palabras pero eso sí con una sonrisa socarrona.
-Te dije que no ibas a poder olvidarme después de probarme.
Me dejo sin palabras su ego, este chico sí que era diabólico. ¿Cómo podía fingir tan bien ser una persona en el salón de clases y ser completamente diferente fuera de ella? Bueno, creo que debía sentirme ligeramente halagada por conocer su verdadera personalidad y si, él era muy bueno pero muy bueno en la cama y era cierto que eso me tenía vuelta loca pero por los dioses del egocentrismo, que tampoco se le subiera a la cabeza, no es que me hubiera enamorado de él solo por eso o por portarse tan lindo conmigo en tiempos difíciles, aquello sería incluso un insulto para él.
-Eso te gustaría. Idiota -me levanté de mi lugar, aún indignada un poco molesta y sobre todo queriendo ocultar mi vergüenza y mi confusión-. Solamente quería agradecerte y tal vez invitarte a cenar para cerrar el caso, pero ¿Sabes qué? Olvídate. Gracias por todo Donovan mal cogedor egocéntrico cuatro ojos.
Di media vuelta y comencé a caminar hacia la salida con paso decidido. Entonces recordé mi más valiosa lección a través de todos mis años: en este mundo tan solo puedes confiar en ti mismo, sostenerte a tu mismo y solo tú mismo decides si te caes, te mantienes o te levantas.
Mire la hora en mi reloj para asegurarme que iba a llegar a tiempo a la siguiente clase y eche un último vistazo a la bibliotecaria que no estaba en su lugar mientras una pequeña fila comenzaba a reunirse frente a su escritorio.
«Seguramente fue a buscar a Donovan para cogérselo» pensé con fastidio cuando una mano fría me tomó de la muñeca y me jaló entre los enormes estantes de libros.
Donovan me tomó por sorpresa al principio pero por alguna inútil razón me dejé llevar por él entre los pasillos donde se movía con destreza hasta que llegamos a un pasillo olvidado por cualquiera y sin pensárselo dos veces me arrinconó y me besó.
🖤Huy que emoción. Espero que él capítulo sea de su agrado y pronto habrá uno nuevo. Recuerden mejor ser una brujita que un fantasmita y las brujita dejan su voto, y/o un comentario. Besitos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.