DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-

ＣＡＰÍＴＵＬＯ|３０

KIN

Seguramente estaba soñando porque todo era demasiado bueno para ser real.

A noche Donovan me pidió ser su novia e hice por primera vez el amor. Tal vez no fue como lo había imaginado toda la vida: después de una cena romántica con pétalos de flor en una linda cama y velas de olor por todos lados pero, en realidad había sido mucho más bonito de lo que creí y se sintió tan bien.

Ya por la mañana creí que mi cuento de hadas se había desvanecido pero lo que vino después me obligó a pellizcarme un para de veces para verificar que todo era real y es que cuando mi padre me llevó a su despacho lo último que me esperaba es que estuviera llorando casi a mis pies pidiéndome perdón.

-Yo de verdad estaba enamorado de tu madre pero el mismo día que le iba a confesar que ya estaba preparando todo para divorciarme supe que Noah venía en camino y tu madre desapareció..., no tuvo el valor de contarme que estaba embarazada de ti.

Abrió un cajón de su escritorio y sacó una carta maltrecha y la dejó a la vista.

-Esto fue lo último que supe de ella..., una carta despidiéndose de mi, pidiendo que no la buscara y cuando las encontré ya era demasiado tarde -se soltó a llorar de nuevo y sin previo aviso rodeó su escritorio y fue a abrazarme-, mi niña. Quiero que sepas que nunca me di por vencido, la busqué en cada rincón de la tierra y de no haberlo hecho tal vez también te hubiera perdido a ti en quien sabe que orfanato o lugar horrible.

No pude evitar soltarme a llorar también, no recordaba mucho de aquella época; apenas sabía nada cuando mamá murió y papá solo alcanzó a despedirse de ella y enterarse de mi existencia antes de verla partir.

Entonces me fui a vivir con él a pesar de los reproches de su legítima esposa a la que fui obligada decirle "mamá" para guardar las apariencias.

Obviamente mi madrastra nunca me quiso e infundió en Rei y Noah el odio que me tienen hasta ahora y aunque aprendí a sobrellevarlo con el amor de mis abuelitos que me recibieron con los brazos abiertos, nunca fue fácil.

No había discusión en esa casa donde no apareciera mi nombre y solamente podía sentir que mi familia se estaba rompiendo por mi culpa lo que infundo en mi un enorme deseo de huir de ahí.

-Un día vas a encontrar un lugar en donde todo el mundo te va a amar tanto como lo hacemos nosotros y van a saber lo especial que eres -me dijo la abuela.

Y me cree en la imaginación un mundo donde la gente pudiera admirarme y quererme, yo iba a tener una vida perfecta pero eso sólo fue un sueño hasta que mi abuelita murió y entre toda esa amargura el abuelo concedió mi deseo:

Un boleto de avión a la ciudad más lejana que pude encontrar con una carta de aceptación en la facultad de letras a la que quería ir y las llaves de un departamento y un auto.

-¿Por que? -fue lo único que pude preguntar.

-Por que temo que sin tu abuela yo no voy a durar demaciado y ya no habrá nadie aquí para protegerte.

Medio año después parti de ese lugar con la convicción de tener una mejor vida y por un momento creí tenerla hasta aquella noche en la que Donovan me salvó y lo demás es historia.

-Prometo que nunca más voy a permitir que te hagan daño mi sol* -escuché decir a papá pensando que sus palabras se debían al altercado de a noche y nada más.