KIN
Cómo parte de mi agradecimiento lavé los platos sucios y guardé las sobras de la pizza en el frigorífico. Acomode el sofá cama y me acostó mirando hacia el techo; podía escuchar la lluvia golpeando la ventana y eso me relajó por un rato hasta que sin querer toque mi rostro y palpe mi mejilla que aún se mantenía un poco dolorida; solo pensaba en cómo se vería la mañana siguiente ¿Me debería poner un poco de hielo para ver si eso disminuía el golpe? ¡Por los dioses del olimpo! No querría ni imaginar cómo haría mañana para pararme por la escuela. Era la comidilla, el chisme del momento por culpa de una sucia y vil mentira y ahora eso.
Empecé a llorar otra vez. No puede evitarlo.
¿A dónde se había ido mi popularidad? Que asqueroso darse cuenta que toda mi vida como la conocía era como agua entre los dedos. ¿Ahora qué se suponía que me quedaba? Toda la imagen que había creado con tanto esfuerzo durante tantos años ahora ya no era nada, no era más la chica guapa que imponía moda y tenía buenas calificaciones, la que era invitada a todas las fiestas y tenía el novio perfecto al que había elegido por que podía darme ese gusto y de mis "amigos" ni hablar, no había plantado ninguna amistad verdadera en esos dos años y medio de universidad. Ahora solo era la sucia mosquita muerta que había intentado follarse al mejor amigo de su novio.
Se suponía que yo debía ser la víctima, no ese maldito violador de mierda.
Seguí llorando y mis sollozos se perdían con el sonido de la lluvia, pronto me di cuenta que no tenía ganas de enfrentarme a esa nueva realidad.
De pronto un olor fresco invadió el ambiente y llamó mi atención, abrí los ojos para buscar de dónde provenía y frente a mi estaba Donovan contemplándome en silencio. A prisa intenté limpiar mis lágrimas y me incorporé para recibir las sabanas que el muchacho llevaba cargando.
-Gracias -intenté sonreír pero ya era demasiado tarde para fingir que nada pasaba.
-¿Estas bien? -Donovan me siguió y se sentó junto a un lado.
Yo solamente negué con la cabeza y me recargue en el pecho tibio del muchacho, lo abrase fuertemente buscando consuelo y sin decir nada él también me abrazó y comenzó a acariciar mi cabello.
¿Por qué carajo Donovan Chalamet era tan amable conmigo? ¿Cómo podía ser que su abrazo fuera tan reconfortante?
-Mírame Kin -lo escuché decir y volteé a verlo-. No deberías de estar sufriendo por esto ¿Comprendes? Tú no hiciste nada mal y no fue tú culpa que ese idiota quisiera hacerte daño -su tono era serio y muy seguro.
-Lo sé. Pero ahora por su culpa perdí todo, mi reputación, mi novio, mis amigos y te metí en problemas a ti.
Donovan frunció el ceño y parecía tan enojado al escuchar esto último.
-No, no, no. No te equivoques Kin, tu reputación no la deciden ellos, River es una mierda y que te quepa de una vez en la cabeza, esas personas no eran tus amigos, esa mierda de expandir rumores sobre alguien más no lo hace una persona que te quiere o te aprecia de verdad. Y sobre mi..., por mí no te preocupes, no me lastimó tanto como yo lo lastime a él. Estaré bien.
Afirmé con la cabeza intentando convencerme de lo que Donovan decía. Ambos nos quedamos mirando fijamente a los ojos y esa misma sensación de paz y liviandad que me transmitía su mirada hizo que sin estar totalmente consciente de mis actos me acercara a él y lo besara en los labios.
Estaba echa un desastre y todavía tenía lágrimas en los ojos, pero ese beso me supo a gloria, fue un desahogo total haberlo hecho.
Era igual a como lo recordaba, tibio, húmedo y muy acogedor; a Donovan no pareció incomodarle, volvió a tomarme por la cintura y participó del beso como si hubiera sido él el de la iniciativa. Por mi parte deslicé mis dedos por su cabello húmedo y no permití que nuestros rostros se separaran, una de mis manos se fue deslizando hacia abajo hasta topar con la cadera de mi anfitrión y metí la mano bajo su camisa. Eso encendió un poco las alarmas de Donovan pero me dejó pasar hasta que caímos a la cama, entonces se encargó de ponerle un alto al beso y se separó. Yo estaba tan sonrojada y con mis dedos cubrí mis labios rosas e hinchados.
-¿Sabes lo que estás provocando? -me pregunto seriamente.
Lamí y mordió mis labios, negué con la cabeza. Lo vi levantarse.
-Esto no es correcto Kin, no creo que estés pensando con claridad.
-Yo... -intente interrumpir, pero no me dejo.
-Acabas de pasar varias situaciones y sé que seguramente estás terriblemente confundida. Será mejor que duermas y mañana todo será mucho mejor ¿Lo entiendes?
Agaché la mirada avergonzada y afirmé con la cabeza, las lágrimas querían volver a salir.
Creo que se dio cuenta pues de inmediato alzo mi mirada con sus manos y volvió a sentarse a mi lado.
-No me mal entiendas. Eres bellísima y por supuesto que me encantaría tenerte entre mis sábanas, pero no creo que...
No lo deje terminar y volví a jalar a Donovan hacia mi para volver a besarlo.
-Pues hazlo, esto no tiene nada que ver con lo que me ha pasado.
Donovan volvió a alejarse y su rostro reflejó sorpresa.
-¿De verdad? Creí..., creí que eras virgen.
Hubo un momento de expectación entre ambos, pero a Donovan le ganó la risa y volvió besarme, también me reí de la broma entre beso y beso.
Otro fuerte tronido se escuchó afuera y fue mucho más fuerte que el anterior pero no fue algo que nos interesara demasiado, comencé a desabrochar mis pantalones y a deslizarlos hacia abajo, aunque la mano firme de Donovan me detuvo.
Volteé a mirarlo y no se notaba que él tuviera muchas ganas de detenerse; en efecto ese no era el plan del muchacho, volvió a depositar un beso en mis labios antes de hablar.
-Necesito que sepas algo antes de continuar con esto.
Tragué saliva y sentí que mi corazón palpitaba con mayor fuerza.
-Te escucho -mi voz sonó bajita y temerosa.
-¿Recuerdas lo que te dije la última vez que estuviste aquí?
-Dijiste muchas cosas.
-Sobre si hubiéramos cogido...
No creí que mi rostro pudiera ponerse más rojo, pero lo hizo.
-Si -Donovan sonrió al ver mi dulce rostro ardiendo-, ya lo recuerdo.
-Hablaba en serio Kiny, una vez que me pruebes, no podrás olvidarme jamás.
Quería reírme, pero al ver la confianza con la que Donovan se expresó, no pude hacerlo. Me volvió a acostar, tomó mis brazos y los alzó sobre mi cabeza sujetándolos sobre la almohada.
-¿Estas segura de que quieres continuar?
Lo miré fijamente «¿De verdad lo quiero?» pensé.
Claro que sí ¡Rayos! Donovan todavía no me tocaba y ya estaba mojada.
-Hagámoslo.
Tremendo impacto me llevé cuando vi a Donovan hacer esa sonrisa. Era la misma sonrisa traviesa o más bien diabólica que lo hacía ver como una persona completamente diferente.
-No sabes en qué piso del infierno acabas de entrar preciosa -me dijo entre risitas.
«¡Atenea, apiádate de mí por favor!» recé mirando al techo mientras Donovan volvía a posar sus labios en los míos.
🖤Hola brujitas, me da mucha alegría que sigan aquí, me encanta saber cuántas personas se han interesado en leer esta historia y gracias por la paciencia, se que ya quieren alimentar sus mentes perversas y que ya no pueden soportar más la fascinante espera, así que esperen el próximo capítulo. Porfi. 🥺 No olviden dejarme sus comentarios, sugerencias, recetas de cocina y un voto ⭐. Los quiero. 🤗
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DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-
Любовные романыSi le preguntaras a toda la clase por Kin Novelli ellos dirían que es fuego, la chica más candente y guapa de todo el salón, con una carita de que rompe mil platos y que todo el mundo estaría dispuesto a recoger para al menos recibir una de sus sonr...
