CAPÍTULO|29

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KIN

Volvimos a casa después de las tres de la mañana, todo estaba oscuro y en perfecto silencio pero nosotros entramos riéndonos y parando cada que había oportunidad para besarnos.

-¿Debería hacerte cosquillas hasta que estalles de risa? -me preguntó Donovan mientras subíamos las escaleras.

-Oh si de verdad quieres hacerme reír podríamos ir a la recamara de Noah con una cubeta llena de agua helado y vaciarla en su cara mientras duerme.

-Con suerte eso le ayudaría a desinflamar el golpe que le di en la cara, no seas tan benévola con él.

Empezamos a carcajearnos en silencio hasta que nos dolió el estomago y tuvimos que detenernos en medio del pasillo para calmarnos, no estábamos muy lejos de la recamara de papá. Lo mejor sería no hacer más problemas.

-Es aquí -le informe una vez que estuvimos frente a la recamara de mi hermana mayor y abrí con cuidado para no hacer ruido. Donovan entró detrás de mi y observó a su alrededor en cuanto encendí la luz.

-Nada mal -dijo con indiferencia-, pero creo que me gusta más tú recamara.

-Supongo -me encogi de hombros, tímida-, me dijeron que te llevaron para que pudieras descansar ¿Pudiste dormir un poco?

-Que va -Donovan se acercó y me abrazó-, estaba preocupado por ti y terminé dando un paseo por ese enorme jardín y si me quedé dormido en la casa del árbol fue por que el cansancio termino venciendome.

-Lo sé, está semana fue una locura en la facultad y luego esto..., no se de que forma compensartelo.

-Bueno, sigo esperando a que me repongas al menos un par de gafas que se han roto por tu culpa -contesto con tono sarcástico y me hizo reír.

-Como si las necesitaras de verdad.

-Bueno, dejaré de ponermelas pero te advierto que tendrás muchas rivales de ahora en adelante.

-No estoy preocupada para nada. Cocinó fabuloso y te rendirás a mis pies en cuanto pruebes cualquiera de mis platos.

-¿En serio? Pues dejare pasar lo de mis gafas si me preparas esa cena de la que hablaste en la biblioteca -sonrió-. Te recuerdo que todavía me la debes.

Esa podría ser nuestra primer cita y eso me emociono por completo.

-¿Te parece bien en un par de semanas?

-Lo estaré esperando.

Donovan me besó lentamente y apretó más mi cuerpo al suyo, hubiera deseado permanecer a su lado toda la  noche, pero no quería más problemas ni más insultos y muy a mi pesar me aparte de él.

-Entonces, espero que estés cómodo..., creo que la cama sigue siendo de agua -sentía como un castigo tener que separarnos-. Duerme bien, nos vemos dentro de unas horas.

Caminé hasta la puerta y la mitad de mi cuerpo ya estaba afuera cuando él me sujetó de la cintura y se aferró a mi.

-No te vayas..., acabamos de hacer el amor y si nos separamos me voy a volver loco.

-Lo sé -su súplica me lastimaba-, pero no quiero más problemas- me di la vuelta y lo besé-, lo siento.

A pesar de todo me soltó y fui a encerrarme a mi recamara, prendí la lámpara de mi escritorio y vi su maleta a lado de la mía sobre el suelo. La había preparado de prisa cuando fuimos a dejar su camioneta antes de partir al aeropuerto. 

Estaba poniéndome el pijama cuando escuché que abrieron la puerta, inmediatamente me tape como pude y volteé a ver quién era.

Donovan me contempló de pies a cabeza y me hizo sonrojar.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora