CAPÍTULO|39

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DONOVAN

El agua estaba jodidamente helada pero me zambullí de inmediato para no pasar más frío, cuando salí a flote y limpié mi rostro me encontré a Kin caminado directamente hacia mi con una sonrisa en los labios.

Estaba simplemente perfecta.

Pensé que iba a dudar antes de entrar por completo pero sin pensarlo simplemente corrió y se remojo toda mientras un pequeño grito salió de su garganta.

Ambos estábamos flotando en el agua y ella sin pensarlo corrio a abrazarme y enredó sus piernas alrededor de mi cintura.

-¿Y que tal? ¿Se me ve cómo lo imaginabas?

-La realidad nunca le hace justicia a mi imaginación cuando se trata de ti.

Kin volvió a sonreír y me beso.

-Gracias Chalamet.

¿Chalamet? Que significaba eso, nadie me había llamado así nunca pero viniendo de ella sonó bastante interesante ¿A caso era como cuando yo le decía Kiny?

Me soltó y se alejó nadando una larga distancia, se desenvolvía tan bien en el agua y parecía tan relajada.

-¡Deberíamos ir hacia allá! -gritó señalándo un punto que me era imposible ver debido a un par de rocas muy cercanas a la orilla, así que me apure y perseguí a Kin que iba unos pasos adelante de mi.

La vi salir del agua y entusiasmada me indicó que me apurara por lo que nade más a prisa hasta alcanzarla.

-Esto es alucinante -chilló con entusiasmo al verme llegar y me apresure a salir del agua para observar exactamente lo que habia descubierto.

Era un pedazo del lago escondido por algunas rocas y árboles, justamente ahí es en donde estábamos parados y al meter los pies pudimos notar que el agua era mucho más tibia.

-¿Crees que sea seguro? -preguntó Kin con una sonrisa traviesa.

-Creo que encontramos un escondite secreto -contesté a la par que me sumergía para asegurarme de que era completamente seguro y cuando comprobé que no me estaba deshaciendo ni que mi traje de baño se estaba desintegrando extendi mi mano para ayudar a Kin a bajar.

-Esta deliciosa.

Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación unos minutos antes de ponerse a inspeccionar todo alrededor.

-Sólo espero que nadie llegue pronto y nos descubra -indicó a mis espaldas.

-No dejaría que te pasara nada -volteé a verla y mi ceño se frunció en señal de duda al notar que se mantenía tan risueña que daba un poco de miedo.

-Lo sé, aunque eso es lo que menos me preocupa.

-¿Que dices? ¿Creés que y no sería capaz de cuida...?

La voz se me cortó cuando sacó la mano del agua y me mostró la parte superior de su bikini.

-Hagamos el amor aquí.

¿Quien era esa chica y que le había hecho a mi dulce Kiny?

Esto no era un sueño ¿Cierto? Tal vez eran los dioses aburridos jugando con mis sueños eróticos, pero no, Kin se me acercó decididamente y comenzó a besarme.

Y no pude resistirme.

Le respondí a sus besos mientras mis manos subían hacia sus pechos desnudos y los acariciaba con ligero poder para hacerla gemir.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora