CAPÍTULO|12

16.2K 1.2K 78
                                        

KIN

A grandes rasgos era raro explicar la situación en la que me encontraba. Aún estaba atrapada en una encrucijada de amor y odio debido a todo lo que había pasado la ultima semana.

¿Creen que ya estaba bien? ¿Que lo había superada? Si, tal vez por fuera era lo que había intentado aparentar vistiendo linda y usando tacones, pero la verdad era absolutamente diferente.

¡Dioses! Si me quedaba sola con mis pensamientos un sólo momento aún podía sentir el terror invadirme al recordar que iba a ser violada y me entraba un asco profundo que se ahogaba con mis ganas de llorar mientras mi cuerpo comenzaba a temblar sin poder controlarlo al percibir el fantasma de las manos de mi atacante tocando mi piel y casi arrancandome la ropa y cuando sentía que estaba a punto de salir corriendo del salón de clases o que iba a gritar, el extraño y a su vez cálido recuerdo de Donovan protegiendome llegaba a mi mente.

Tal vez era por eso que me había desesperaba no encontrarlo el ultimo par de días en clases y también era por ello que había salido corriendo del comedor al verlo pasar.

Por mi mente aún pasaba el borroso recuerdo de él cubriendome con su chaqueta y cargandome entre la multitud de personas que ignoraban lo que había pasado en el piso de arriba; como si fuéramos fantasmas salimos de la fiesta directo a su camioneta y a nadie le interesó. Su actitud preocupada y su forma amable de tratarme era completamente diferente a la de los idiotas que decían ser mis amigos. Lo recuerdo tenerme en sus brazos subiendo las escaleras hasta su departamento y acostarme en su cama con delicadeza donde él amablemente logró que yo no terminara de desvestirme por culpa de la fiebre y lo intoxicada que estaba.

¿Cómo algo tan horrible me había llevado a descubrir algo tan maravilloso? Por que vamos, ni si quiera voy a intentar negarlo, Donovan era maravilloso. Yo no había hecho nada por él más que reírme de las idioteces que las personas decían sobre su persona y sin embargo él me cuidó y me defendió aún sabiendo que su fachada podía peligrar, no me dejó sola y me invitó a dormir a su casa y luego..., tuvimos sexo. Cogimos como dioses del olimpo y ahora todo eso era lo que me tenía frente a él con la respiración entrecortada y el deseo a flor de piel.

Mirándolo de frente a los ojos que por cierto tenían un discreto verde olivo que te consumían lujuriosos y cautivadores una vez que no los  escondían sus gafas, podía darme cuenta de mi conflicto.

¿Por qué no podía dejar de pensarlo? ¿Por qué me atraía tanto? Hace una semana de no ser por el trabajo en equipo ni si quiera lo pensaba. ¿Era su amabilidad? Tal vez sentía que él era la única persona verdaderamente honesta en la que podía confiar en mi mundo. Aunque con riesgos muy altos también podría tratarse del sexo porque aunque no quisiera aceptarlo ante él por vergüenza la única verdad era que nadie me había hecho sentir tanto placer cómo lo había hecho Donovan en una sola noche aunque... ¿y si cabía la posibilidad de que él me gustara?

-¿Sabes como se que esto va a ser divertido Kiny? -su voz me hizo regresar de mis pensamientos y la forma en la que me llamaba empezaba a gustarme.

Negué con la cabeza, intenté decir algo pero sentí cómo sus dedos tibios acariciaban mi centro y de vez en cuando caminaban entre mis labios interiores y exteriores que ya estaban mojados.

Se sentía demasiado bien, mi sexo palpitaba con cada uno de sus toques y estaba a punto de pedirle que no hiciera tan largo el comienzo cuando me cargó. Buscaba adentrarse en mi con ligeros roces que me encendieron de inmediato ¡Por Eros! se hundió sin dar mucho aviso y lo gocé con todo el cuerpo que obtuvo una ráfaga de electricidad que me recorrió desde la punta de mis pies hasta la punta de mis cabellos y fue difícil no cerrar los ojos involuntariamente y soltar un quejido que aunque no sonó fuerte era demasiado notorio en un lugar tan silencioso cómo la biblioteca.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora