CAPÍTULO|25

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DONOVAN

Después de cinco horas de largo viaje llegamos al hogar de Kin.

Una gran fila de autos estaba estacionado fuera de la enorme casa y la elegante puerta estaban abiertas de par en par recibiendo a cualquier invitado pero, Kin no quiso entrar de inmediato. Parecía que estaba reuniendo valor y soltó un fuerte suspiro antes de poder atreverse.

-Esto es por ti abuelo -pensó en voz alta, y yo solamente me limité a seguirla hasta llegar a la enorme sala de estar donde un tumulto de personas ataviadas con sus mejor ropa de luto se mantenían en una animosa charla con café y galletas.

Todo el mundo volteo a vernos en cuanto llegamos y en especial una intensa mirada llena de ira se posó sobre ella y con paso decidido la confrontó.

Vi la mano del hombre posarse con fuerza sobre el brazo de Kin y lastimarla. Quería llevársela de ahí, pero automáticamente me vi apartandola de su agarre e interponiendome entre ambos.

-Noah ¿Cierto? -extendi un saludo, no sabía por qué lo había hecho pero una ímpetuosa necesidad de protejerla surgió de mi.

Su hermano que parecía de mi edad me miró con una cara de desagrado pero extendió la mano y me saludó con un fuerte apretón de manos que buscaba imponerme miedo. Aquí no tenía que aparentar nada y apreté tan fuerte como él sin disimular mi desagrado.

-Noah Novelli. ¿Tú eres...?

-Donovan Chalamet, el novio de Kin.

Kin se quedó pasmada mirándome al escuchar mis palabras, ni si quiera pudo fingir pero yo estaba más concentrado en no dejar que el idiota su hermano quisiera joderle la vida y dije lo primero que se me vino a la cabeza. Por otra parte Noah automáticamente cambió su rostro y un sonrisa perfectamente manipuladora e hipócrita se dibujó en su rostro, a mi no me podía engañar..., que si lo sabía yo.

-Bueno, eso sí que es una sorpresa -volteo a ver a Kin-, hermanita.

Abrió los brazos y la abrazó.

-Seguramente están exhaustos por el viaje, le diré a...

-Quiero ver al abuelo.

El rostro de Kin volvió a ponerse serio, pero esta vez habia menos miedo y mucho más decisión.

-Por supuesto. El cuerpo del abuelo está en salon -señaló un par de puertas-, si a tu novio no le molesta...

-Para nada -dije rápidamente sin darle oportunidad de hablar e inmediatamente me dirigí a Kin-. Adelante, tómate tú tiempo. Aquí estaré cuando vuelvas.

Tuvo la fuerza suficiente para abrazarme y aguantar sus lágrimas antes de darse la media vuelta y encerrarse en el cuarto contiguo.

Un ambiente hostil se apoderó del lugar en cuanto me quedé a solas con Noah, no por nada era hermano de Kin, tenía una cara bonita, pero no combinaba nada con su actitud podrida.

-Bueno, debo de seguir atendiendo a la visitas, cuñado. ¿Se van a quedar esta noche?

-Haremos lo que Kin crea más conveniente.

-Oh, ya veo -queria borrarle esa puta sonrisa socarrona de la cara-, de todos modos mandare a alguien para que tenga lista la recamara de Kin. Sírvete lo que quieras, el bar está abierto pero también hay meseros sirviendo café.

Noah se alejó para recibir el abrazo de un par de personas que estaban por irse y yo fui a sentarme en una esquina alejado de todos esos desconocidos. Tomé un café en silencio mientras el tiempo pasaba. Miré mi reloj, ya iban a dar las ocho de la mañana cuando Kin al fin salió.

DETRÁS DE ESAS GAFAS -Libro 1-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora