Capítulo XLIV

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La zona de Londres era muy diferente a como yo imaginaba, era más grande que la de Northumberland, pero ahora casi todos los campos de entretenimiento estaban vacíos, ya no estaban los equipos para las pruebas de disparo ni las rastreras ni ningún otro obstáculo, nada no hay absolutamente nada, solo los aviones que serán enviados mañana por los aires para los combates alemanes, mucho soldados corren llevando cajas, muchas cajas, supongo que las usarán para los tanques, otros llevan los lanzallamas que se usarán en el campo, y una camioneta va llena de armas, desde rifles, escopetas y metralletas, pero creía hasta entonces que solo era una, entonces comienzan a llegar más, una tras otra con más armas, otra lleva los equipos que necesitamos para protegernos, los chalecos antibalas y los cascos, además de los equipos médicos.

—Jhon es por aquí —me dice Edward mientras caminamos hacia una oficina en la que deduzco que es la del capitán.

Cuando entramos están el capitán Warren Hudson y el capitán Bruce Payne revisando algunos papeles, dándoles órdenes a otro grupo de soldados y estos se retiran guiados por el capitán Bruce.

—Mi capitán veníamos a registrarnos hemos llegado desde la zona en Northumberland —le digo.

—¿Son del grupo para ascenso de puesto? —dice aun sin mirarnos.

—Si mi capitán —esta vez el que responde es Edward y por fin nos mira.

—Al fin, son la primera dupla que ha llegado —dice tomando una tabla que sujeta documentos y pasándola hacia el frente de su escritorio —marquen sus nombres y después de eso los llevaré con el grupo de estrategas y radares para que conozcan los puntos de ataque antes de que lleguen los soldados.

—Si mi capitán —respondemos al unísono.

En la tabla veo el nombre de todos los ascendidos y entre ellos busco el mío con la mirada —Aquí esta —dice Edward señalando su nombre y con una pluma coloca una marca en el espacio asignado para la asistencia.

Cuando encuentro el mío hago lo mismo y dejamos la tabla en el escritorio.

—Bien, señor Miller y señor Brown no deshonren a su apellido, a sus padres les costó mucho ganarse este título —nos dice levantándose de su silla y caminando hacia la puerta aun sin mirarnos —Síganme.

Cruzamos todo el campo hasta llegar a otra oficina un poco más grande en la que algunos soldados entran junto a unas mujeres vestidas con un uniforme similar en la que en las mangas llevan bordadas la bandera del país.

—Señores y señoritas —comienza a hablar el capitán —Ellos son los nuevos tenientes enviados de Northumberland, pónganlos al tanto de la estrategia.

Después de eso se retira y nos quedamos con aquel grupo que está alrededor de una mesa redonda en la que está un mapa de la zona frontal del país en la que sería el combate.

—Nombres —nos dice una chica rubia indicando que nos presentemos.

—Edward Miller —contesta él.

—Jhon Brown —mencionó yo.

—¡Familia Brown! Todo el mundo conoce a sus padres —dice un chico sentado frente a la mesa.

Y como siempre sale el Edward que conozco y hace una reverencia graciosa ante el comentario —Bien ahora si nos dejamos de juegos y de tantas amabilidades ¿qué haremos? —dice él y todos nos volvemos hacia el grande mapa.

—El ataque principal será aquí —señala las fronteras cerca del sur en las que se supone que sería el combate pues es la zona más cercana a Francia —junto al canal de la Mancha, aunque la batalla principalmente será en los aires es importante proteger ahí ya que es el principal punto que tomarán si no hacemos nada, la operación Día del Águila es como la hemos nominado, se tendrán que proteger todas las orillas, pero las prioritarias serán ahí.

—Ustedes irán allí —nos indica otro hombre mientras mira el mapa —necesitamos que los mejores soldados de cada zona estén ahí.

—El grupo de radares se establecerá en Whitehall —habla de nuevo el estratega del inicio —Emily y tu equipo serán enviados entre los 2500 voluntarios al manejo de estos.

Esto último en especial se lo dijo a la chica rubia que nos había hablado cuando entramos, en su uniforme decía Emily Graves.

—¿Alguna duda? —preguntan y nadie dice nada mas —Bien, Emily reúnete con el resto de las mujeres para que sean enviadas a Whitehall, Jhon y Edward, síganos para que los llevemos con sus grupos asignados

—Tengo una pregunta que no tiene nada que ver con la estrategia —dice Emily —¿tardarán mucho en llegar los soldados de Northumberland? Necesito ver a alguien de ellos antes.

—Están por llegar en unos momentos, entraran por allá —señala la entrada Principal de las camionetas que visualice hace un momento.

Después de eso nos retiramos siguiendo al hombre que nos explicó la estrategia hace poco.

—No te parece que de pronto es como si fuera demasiado fácil —me dice Edward en un susurro para que nadie pueda escucharlo.

—Por la forma en la que lo explicaron tal vez sí, pero si fuera demasiado fácil entonces nosotros no estaríamos aquí —le explico.

—Tal vez, pero aquí hay algo, como explicarte, es como si fuera demasiado evidente, como si supiéramos donde atacaran, como si quisieran que lo supiéramos pero que pasaría si no lo supiéramos —después de esto se detuvo —que pasaría si fuera un ataque sorpresivo, aunque desalojaron en Buckinghamshire y por lo que se sabía también aquí en Londres y Guernsey donde serias los ataques principales.

—Si hubiera alguien que pasara esa información, es decir que les dieran los puntos de ataque para que además de atacar ahí hicieran los ataques sorpresa—comenzaba a comprender a qué se refería Edward —¿pero ¿quién?

—Tendría que ser alguien que tuviera toda esa información en sus manos, alguien que conociera las estrategias, que supiera los puntos de ataque...

—¿Piensan venir o no? —nos dice el hombre y comenzamos a caminar en su dirección.

Cuando llegamos vemos a varios soldados cerca de cien hombres uniformados y ya con sus armas colgando de sus hombros, los chalecos antibalas y los cascos puestos como si ya estuvieran listos.

—Esta es su unidad —nos dice aquel hombre del que hasta ahora me he percatado aún desconocemos su nombre —como el tiempo se nos fue de las manos ambos serán los tenientes de esta unidad, preparen sus equipos, generen su propia estrategia y en un par de horas partiremos hacia el campo.

—¿No se supone que el combate es hasta mañana? —pregunta Edward.

—Sí, pero ustedes son la unidad más fuerte así que deben llegar allí primero, los equipos para pasar la noche ya los están esperando allá.

Y sin decir nada más se retira rápidamente de aquel sitio, Edward y yo nos dividimos y comenzamos a crear los grupos para que el ataque sea mejor conformado y así en cada grupo ponemos a uno al mando, después nos mandaron los lanzallamas y las bombas, así que de cada grupo pusimos a una persona para el lanzallamas y otra más para las bombas, el tiempo paso corriendo y en menos de lo que pensábamos ya estábamos en las camionetas dirigiéndonos hacia el campo.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora