Narra Edward Miller
Entramos a la casa, hace muchos años que no venía, pero como todas las casas de la familia Brown esta impecable y en muy buen estado por no hablar de la perfecta decoración rústica. La chimenea está encendida la que provoca el rico calor que siento al entrar, por no hablar del delicioso olor que me llama desde la cocina, seguro están preparando algún postre, el olor es tan rico que casi podría saborear el platillo...
No ya Edward basta, basta, basta, debes dejar de pensar en comida, por acto reflejo golpeó mi frente con la muñeca, es que enserio soy increíble unos minutos y ya estoy comiendo mentalmente...
—¿En qué piensas que hasta te estás pegando? —Amber interrumpe mis pensamientos, afortunadamente porque si no era capaz de comer antes de que siquiera me ofrecieran comer con ellos si es que eso llega a ocurrir.
—No en nada —mi respuesta parece no dejarla satisfecha pues me mira con curiosidad, pero inmediatamente su mirada me muestra complicidad.
—Hay ya se —no por favor no lo digas, es lo que quisiera decirle, pero solo niego con la cabeza y ella solo rueda los ojos —hay Edward ven conmigo.
Acto seguido me jala del brazo hasta la cocina en la que se encuentra una mujer con un mandil atado a su cintura, que coloca en la mesa de madera central un plato con una deliciosa bandeja con bizcochos que en medio traen una crema con fresas, son tan pequeños pero seguro sabrán deliciosos, sino fuera porque Amber me sostiene del brazo ya me hubiera lanzado a comerlo yo solo...
—Amy ¿sabes si aún hay galletas en la alacena?
—Sí, aún hay están en el frasco de cristal que está en la puerta derecha de la alacena, señorita Amber.
—Gracias Amy.
Amber se dirige a la alacena en la que saca un pequeño recipiente con galletas de vainilla, algunas las coloca en un plato de porcelana blanca y acto seguido me toma del brazo y me conduce al piso de arriba, subimos las escaleras de madera hasta llegar a una pequeña sala de estar cerca de la acera, allí ella toma asiento y me indica que lo haga en la otra silla, así lo hago e inmediatamente me da el plato del que yo comienzo a casi devorar las galletas.
—Hay Edward ¿es que acaso nunca comes? Aunque bueno tu siempre has sido muy dragoncito.
—No, pero está vez enserio no he comido, es que me acabe casi todas mis provisiones y luego solo me quedaron los enlatados y ni modo de pedirle a tu hermano porque ya sabes cómo es.
—Bueno eso sí, mi hermano casi busca que todo sea perfecto al igual que Jane, creo que por eso se llevan muy bien, en cambio conmigo son diferentes.
Después de sus últimas palabras su semblante parecía decaído, es como si eso la hubiera lastimado profundamente pero inmediatamente después comenzó a reír como si se tratara de algo graciosísimo, de verdad que no entiendo a las mujeres.
—Pero bueno ya dejemos esos temas aún lado —toma una de las galletas que aún quedaron en el plato —¿te conté que conocí a alguien?
—No, no me dijiste nada, a ver cuéntame todo y no olvides los detalles —comentó para animarla a contarme lo que sea que le haya pasado.
—Si mira es que de camino aquí pasamos por las orillas de Northumberland con la supuesta esperanza de encontrarlos antes, pero pues ustedes ya habían partido, así que por último pasamos a la plaza principal para comprar cosas para esta casa, el punto es que mientras comprábamos, aparecía un joven con sus padres —entonces la miró y mantiene una sonrisa en su rostro mientras mira hacia el cielo.
ESTÁS LEYENDO
Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️
Historical Fiction¿Alguna vez te preguntaste como fue la guerra realmente? Yo si, creí que conocía a mi padre, que sabía todo lo que había vivido en la guerra, pero no era así, cuando me tocó a mí fue distinto, completamente... Viví cosas que tal vez nadie podría ima...