Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️

Capítulo V

El día por fin había acabado, estaba muy cansado, últimamente no he podido dormir bien, aunque tal vez eso se debía a que siempre me había sentido incómodo al dormir en una cama que no fuera la mía, la cabeza me está doliendo y mis piernas flaqueaban mucho, solo quería llegar a mi cabaña y recostarme en mi cama para conciliar el sueño si es que esta vez logro hacerlo.

Después de nuestro entrenamiento, yo iba dispuesto a dirigirme a la cabaña o tal vez a la oficina de correos para saber si mi madre ya había recibido la carta que había enviado, pero entonces Daniel y Ralph me alcanzaron.

—¡Hey Jhon vas muy rápido espera! —dijo Ralph quién corría en mi dirección a la par de Daniel.

—Pero si ya acabo el entrenamiento, ¿o acaso el capitán regresó y quiere vernos? —y sin decir más me disponía a caminar hacia el campo, pero ellos me detuvieron antes de que pudiera avanzar más allá.

—No, no es nada de eso solo queremos que vengas con nosotros a nuestra cabaña —decía Daniel mientras quitaba su mano de mi hombro.

—No, yo ya tengo que irme sino mañana estaré dormitando en el entrenamiento.

Ayer al acabar el entrenamiento nos dirigimos al comedor, yo iba con Daniel y después de un rato Ralph se nos unió. No entendía la razón, pero con ellos me sentía bien y creo que puedo confiar en ellos es por eso que decidí contarles, después de tantas preguntas por su parte, la razón por la que yo no dormía en la misma cabaña que los demás, además de hablar de otras cosas.

—Vamos solo es para que conozcas a los demás, aquí tu solo te vas a amargar —comento Daniel mientras ponía los ojos en blanco.

—Solo voy me siento, saludo y adiós a todos porque yo no pienso dormir allá en el suelo mientras ustedes gozan de la comodidad de sus camas.

—Ni tan cómodas —negaba con la cabeza Daniel.

—¿De qué hablas? Si hay camas de sobra, vamos solo será por hoy —decía Ralph tratando de ser convincente.

—No ya te había dicho Daniel que nadie me convence tan fácil o voy con mis condiciones o no voy.

—Bueno ya relájate, pero en fin ven con nosotros.

—Está bien vamos.

Y así pues casi llevándome a rastras nos dirigimos a la cabaña en la que ellos dormían, quedaba no muy lejos del campo de entrenamiento, por fuera se veía igual que cualquier otra cabaña de servicio en el campus solo que esta era más grande que la mía debido a que eran más las personas que allí dormían.

Mientras caminábamos, pude observar el paisaje a mi alrededor, la noche era oscura pero las estrellas brillaban en lo alto del cielo, ante toda esta oscuridad me costaba creer que el sol alguna vez había existido alguna vez, no era experto en constelaciones pero ver las estrellas de pequeño era algo que me gustaba hacer a lado de Amber y Jane mientras mis padres nos esperaban desde la puerta trasera de la casa observado como nos tirábamos al césped para tener una mejor vista, al entrar tomábamos té de menta y comíamos los panquecillos que mamá preparaba mientras decidíamos que jugar, aunque mi infancia no fue la mejor etapa de mi vida sin duda alguna tuvo momentos inolvidables, ahora esos recuerdos son solo eso, recuerdos, que no se volvieron a repetir después de esa tragedia...

Al entrar todos estaban en sus camas, algunos estaban jugando cartas mientras otros dos hablaban, y en cuanto me vieron solo sonrieron y siguieron con sus asuntos. Creo que no le sorprendió mi presencia, pero para ser honesto no esperaba lo contrario.

Después de eso Ralph y Daniel me condujeron a una cama que se encontraba en medio de la suyas mientras ellos se sentaban en la de Daniel yo me senté en la otra y entonces comenzaron a decirme.

—En primer lugar, te pondremos al tanto de todo, ya después tú decides con quien sí y con quien no hablar —susurro Daniel mientras Ralph reía por lo bajo.

—¿De qué hablas? —lo que había dicho me sonaba mucho a un niño que te dice con quién sí y con quien no puedes jugar.

—Créeme no todos son como parecen aquí, y antes de que les hables debes saber con quién estas tratando sino te pasará lo que a Connor al enfrentar a Jared —susurró Ralph mientras señalaba a un chico alto y de cabello negro que además llevaba un ojo morado, y entonces recordé que en el entrenamiento el capitán le había preguntado que le sucedió y este solo había dicho "no es nada capitán, solo me tropecé y me golpee con la madera de la cama" es evidente que el capitán no le había creído por la manera en la que le gritaba sin embargo no se habló más del tema.

—Si créenos, no querrás meterte con Jared —susurro Daniel mientras señalaba a un chico de cabello rubio, piel blanca y ojos azul grisáceo, y entonces lo supe, yo lo conocía, y tenía razón no era para nada una buena idea acercarme a él.

—Tengo que irme —anuncie mientras caminaba en dirección a la puerta trasera.

—¿Qué? ¿Por qué? —decían ellos mientras salía de allí.

Sin embargo, sólo pensaba en una cosa, alejarme de allí, no podía dejar que me viera sobre todo después de tanto tiempo, jamás pensé que lo volvería a ver, pero claro el destino me tenía otra jugada, aunque una parte de mi me decía que lo que había pasado entre él y yo ya era historia otra parte muy grande de mi me decía que huyera lo más rápido de aquel sitio.

Mientras caminaba muchos recuerdos invadían mi mente, eran tantos que pensé que en cualquier momento mi cabeza estallaría como una bomba que arrasa con todo, comenzaba a dolerme la cabeza y cada vez me sentía más cansado, pero era más mi miedo el que me decía "huye de aquí" lo que me impulsaba a seguir caminando.

Caminaba lo más rápido que podía, pero ya era tarde ellos me habían seguido, podía escuchar sus pasos hacia mi dirección, así que decidí voltear. No estaba dispuesto a hablar sobre porqué me iba solo les diría que me dirigía a mi cabaña por algún pretexto que se me ocurriera en el momento.

Pero entonces volteé y vi que no eran ellos, era él y sin previo aviso sentí un fuerte golpe en mi mejilla que provocó que callera contra el césped. Decía algo que no lograba comprender, e inmediatamente después los dolores continuaron. Sus puños golpeaban mi rostro, se abalanzó contra mí y yo trataba de quitármelo de encima.