Capítulo XL

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CiprianoSalvatore este capítulo quiero dedicártelo a ti, por haber sido mi primera amiga y primer seguidor aquí, por inspirarme con cada uno de tus escritos, porque cada que contestas uno de mis comentarios en tus libros de verdad que siento como si un famoso me respondiera, te quiero!!❤️

—Es aquel —señala Edward al tren que se aproxima a nosotros —Cuando entregue los boletos subimos y ya sabes tú asiento.

Yo solo asiento con la cabeza, el tren está frente a nosotros, por suerte tiene ventanas a sus lados, al menos será una buena distracción durante el viaje.

Cuando entramos puedo observar la decoración, es muy simple, no tiene casi nada de especial.

—Es aquí —me indica Edward mientras revisa unos papeles y se sienta a mi lado, por suerte me toco junto a la ventana —Ten —me pasa un boleto de tren para llegar a Buckinghamshire, pero primero bajaremos en Northamptonshire.

Según el plan de Edward es no hospedarnos en ningún sitio, para que nos sobren días antes de llegar a Londres, la verdad es que ni siquiera me pare a pensar si era buena idea simplemente acepte.

—Hoy estas muy distraído —me dice Edward cerca del oído y solo lo suficientemente fuerte para que lo escuche solo yo.

—No es nada —le digo y recargo mi cabeza sobre la ventana.

—Normalmente nada es mucho, algo escondes —y como siempre, tiene razón.

—Mmm es que no sé cómo decirlo —el fija su mirada de nuevo y cruza sus brazos.

—Haber inténtalo a lo mejor te entiendo —no sé porque no he puesto alguna objeción, pero tal vez sacarlo me libere porque hacerme sentir mejor lo dudo mucho.

—Pues por un lado quiero ir, en verdad quiero ir, pero ver como sufren todos los que quiero a mi alrededor no es algo muy agradable y me hacen...

—Dudar —completa el por mí y ahora soy yo el que lo mira a él, su mirada no está fija en nada, es como si estuviera perdido —Se lo que piensas, creo que ya somos dos —esta vez me mira a mí—También dudo mucho de sí estoy haciendo lo correcto —y es exactamente lo que pienso —Pero creo que sí, es decir, nacimos para esto y no me refiero a las ideas de la abuela, es solo que vamos admítelo, siempre nos ha gustado hacerlo, la adrenalina que sientes mientras corres por el campo, esquivar las balas y también dispararlas, es como si fuera un juego pero es real.

Y tiene razón, es como una sensación única, corres por todos lados, pero siempre avanzando, el arma en tu mano y tener que disparar tiros casi exactos, esquivar el tiro de los demás, es una conmoción, tan agradable pero inexplicable; incluso en esos momentos lo olvidas todo, que haces ahí, porque haces lo que haces, incluso tu nombre se te olvida, porque tu propósito es otro.

—Entonces supongo que es lo correcto, es difícil, pero es sencillo.

Sus últimas palabras son contradictorias, pero las entiendo muy bien.

—Además solo piénsalo, sino hacemos en esta vida lo que queremos entonces cuando lo haremos —lo miro y el solo come una manzana de las provisiones que perdí por la apuesta —No me mires comer, me siento acosado.

—¿Acosándote? ¿Yo? ¿Hablas enserio? Por favor no me hagas reír.

—Oh vamos ni tú te resistes a mis encantos —me mira con picardía mientras sigue comiendo.

—Ajá si lo que tú digas.

Después de eso suben dos chicas con vestidos florales y nos miran mientras se susurran algo que no logro entender por sus risas. Se acercan un poco y una de ellas nos habla.

—¿Son soldados? —nos pregunta una de ellas.

—Oh claro y créeme que no somos cualquier soldado, somos de los mejores —le responde Edward a la chica y le guiña un ojo mientras le sonríe, y ahí está Edward siendo Edward.

—¿Ah sí? ¿Son sargentos? —ahora habla la otra chica.

—Estás hablando con los futuros tenientes del ejercito —le responde a la pelirroja.

—Vaya, y dinos ¿son solteros? —habla la chica de cabello rubio, mientras nos mira a ambos.

—Solo yo, mi amigo ya está comprometido así que cuidadito y te le acerques es propiedad privada y a mí en especial me han encomendado que nadie le haga daño —no puedo evitar sonreír ante su comentario.

—Ay es una lástima, ambos son muy apuestos —habla la pelirroja.

—Sí, pero ni modo han llegado tarde a la repartición —ellas fingen tristeza, pero aun sonríen —Pero yo estoy totalmente soltero y sin ningún compromiso.

Ellas se sonrojan y el solo les guiña el ojo, sin embargo, el tren comienza a moverse y haciéndolas casi tropezar, lo que provoca que se marchen rápidamente a sus lugares.

—Te lo dije, nadie se resiste a mí —me habla y yo solo ruedo los ojos.

Y efectivamente, el siempre había sido atractivo, a cualquier lugar al que íbamos siempre había una chica que quisiera hablar con él por no hablar de los bailes, siempre había chicas por doquier pidiéndole una pieza.

—Ah claro, las chicas se pelean por ti —él nota mi sarcasmo y me mira con los ojos entrecerrados.

—Pues no es por presumir, pero si, ellas me aman, se mueren por mí —él sonríe y yo solo me llevo la mano a la cara —Solo no me piden matrimonio porque eso me toca a mí, pero si ellas pudieran, da por hecho que muchas lo harían.

—Ah por supuesto, incluso tendrías propuestas por correos y telegramas.

—Oh sí, es más ya lo veras, en algunos años las propuestas se harán por teléfono e incluso por mensajes virtuales.

—Ay por favor como si esas cosas fueran a suceder —este chico tiene toda una mente por explorar.

—La tecnología está arrasando con todo, verás que en unos años todos tendrán teléfonos portátiles, serán de muchos colores y serán del tamaño de tu mano —lo dice casi afirmándolo, aunque no digo nada, sé que tiene más ideas por expresar —es mas tan solo tendrás que escribir alguna cosa que quieras saber en ese mini teléfono y una tecnología rara te dará su significado en menos de un minuto, la gente en vez de hablar físicamente lo hará con esa cosa.

—Ay Edward no inventes, hablas como si eso fuera posible, ¿en verdad crees que eso pueda pasar? Al rato dirás que no solo harán eso con esos mini teléfonos portátiles, sino que ahora podrán hacer llamadas, pero no solo podrán escucharlos, sino que además podrán verlos, aunque no estén juntos como si fuera una especie de video, pero en tiempo real.

—¿Y lo dudas? Veras que en algunos años será posible, incluso habrá juegos virtuales de todo tipo, es más las fotografías ya no serán con las cámaras de foco, ahora serán con esos mini teléfonos portátiles.

—Ajá y además no sólo serán simples fotografías, sino que además serán a color e incluso harán que puedas tener cara de perritos o gatitos o que se yo —si definitivamente Edward en vez de soldado debió ser inventor y de esos locos.

—Bueno no me creas, yo estoy seguro de que eso pasara en algunos años.

—Si claro, es más con decirte que tal vez es posible que tú y yo no seamos olvidados, nuestra historia será escrita por una chica de quince años y contará todas nuestras aventuras —le digo con evidente sarcasmo.

—Ay ya no te burles de mí, yo solo sé que será verdad algún día, lo teléfonos portátiles serán inventados.

—¿Ósea que tu brillante invento ya hasta nombre tiene?

—Por supuesto, de hecho, tenía pensado llamarle el mini teléfono portátil mágico que lo puede todo, pero creo que teléfono portátil le queda mejor.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora