Capítulo XVII

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Narra Edward Miller

Desde que terminamos el desayuno en aquella casilla en la que nos hospedamos hemos caminado para llegar a Lancashire lo antes posible, pero hemos caminado tanto tiempo que para mí parecen días y no algunas horas.

El sol es fuerte y me quema la piel hasta tal punto de que se vuelve insoportable, y el agua que traía me la he acabado, al igual que las frutas con jugo solo me han sobrado algunas manzanas y las comidas enlatadas, pero solo eso, además de que no hay señales de que haya alguna población cerca, llevamos este camino desde que partimos y no hemos visto ningún lugar en el que podamos descansar.

Podría pedirle algo de sus provisiones a Jhon, pero creo que comienzo a pensar que él tenía razón respecto a que soy muy tragón, pero es algo que jamás voy a admitir delante de él y si le pido algo de lo suyo comenzará con sus sermones de siempre y me dirá muchas cosas por no hablar de que me recordará esta situación el resto del viaje.

Y tengo tanta hambre, tengo el estómago completamente vacío, incluso siento que escucho los sonidos que produce mi cuerpo, si encuentro algún lugar para comer no me va a importar que lleguemos tarde a la zona yo me quedo ahí comiendo todo lo que este en el menú...

—¿En qué piensas? —sacándome de mis pensamientos Jhon me habla y me mira al mismo tiempo con extrañeza.

—Ah yo... Este yo estaba...mira ese árbol—no sabía ni que decir y lo único que me vino a la mente fue soltar eso señalando a la nada.

—Aquí no hay ningún árbol—inquiere Jhon entrecerrando los ojos—estas alucinando, ya sea en que pensabas—ahora soy yo el que lo mira a él buscando respuestas—en comida en que más sino.

—¡¿Qué?! No por supuesto que no, yo solo estaba pensando en que pues... Ya caminamos mucho y aun no llegamos a ningún lado.

—Apenas llevamos diez kilómetros y ya te estás quejando, no sé cómo voy a aguantar el resto del viaje—mientras él niega con la cabeza yo solo pienso en alguna otra excusa para que se olvide del tema.

Para mi suerte dirige su atención al mapa y seguimos caminando en silencio, debo dejar de pensar en comida sino me volveré loco.

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Después de casi un siglo caminando por fin llegamos a Lancashire, o al menos eso anuncia el letrero a nuestra derecha que francamente deberían cambiar porque en cualquier momento se puede caer de tan viejo que está.

Conforme nos acercamos veo que hay una señora con sus dos hijas en la primera casa que se ve, presiento conocerlas, pero la distancia no me permite reconocer sus rostros, sin embargo, seguimos caminando en su dirección, ellas miran hacia la dirección opuesta a la nuestra, entonces una de ellas voltea a vernos y al mirarnos fijamente corre hacia nosotros estirando sus brazos.

Jhon al verla hace lo mismo y corre hacia ella al encontrarse se abrazan, yo estoy como a diez metros de la escena, pero entonces las reconozco.

La otra chica también se acerca y hace lo mismo que la anterior y la señora solo camina rápido mas no corre, al encontrarse con Jhon lo abraza y las dos chicas anteriores se les unen, yo solo me quedo paralizado, ni siquiera sé que hacer o que decir, tal vez ni siquiera quieran verme después de lo que hice, pero solo me queda seguir caminando.

Mis pasos son lentos, mis piernas temblorosas, parecen de puré, nos ni como lo logro, pero acortó la distancia, creo que no lo notan pues siguen abrazados, estoy a tan solo unos centímetros de ellos, solo me quedo ahí, después de un largo largo largo tiempo se separan y entonces me miran.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora