Capítulo XXXIV

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Narra Edward Miller

Después de ese momento nos dirigimos a una tienda para que Amber pudiera limpiar sus ojos llenos de lágrimas, espero que funcione de lo contrario me viene una fuerte sesión de preguntas con Jhon, y es tan agradable como su nombre...

—¿Y ahora? —Amber asoma su cara por la cortina.

—Pues... Aún siguen rojos.

Ella suelta una especie de bufido a modo de queja y vuelve a entrar ahí dentro, esto lo hemos hecho ya por mucho tiempo y no veo mejorías, si Jhon la ve así te va a matar, mi mente me traiciona y comienza a pensar mil cosas y ninguna es bonita.

Y tiene razón para colmo, es que si yo fuera Jhon también me mataría si viera a Amber así, o es más si fuera mi caso, yo me lanzaría sobre Jhon si viera a Alice así... Por suerte no seré yo el que sea el protagonista de semejante desastre.

Comienzo a caminar de un lado para otro, trato de distraerme, pero no funciona, solo miro el pasillo por dónde venimos buscando el rastro de los chicos y sobre todo el chico, de hecho, él fue la principal razón por la que venimos aquí, según Amber...

"No puedo dejar que me vea así, estoy hecha un desastre"

No le veo sentido que una chica se quiera ver bien para un chico, vaya sé que muchos es lo primero que ven en una chica, y por supuesto no me declaró inocente, yo también lo hago, pero sinceramente muchas veces es en lo que menos me fijo.

De que te sirve que una chica sea tan bonita si no se desenvuelve con facilidad cuando está contigo, por eso prefiero ser un alma libre, porque prefiero evitar esas situaciones, de todas formas, yo sé que si tener a alguien en mi vida fuera algo para mí, llegara sin previo aviso, simplemente lo sabré, esas cosas llegan sin que las pidas y sin avisos, solo pasan.

—¿Qué tal ahora? —asoma su cabeza por la cortina de la puerta.

—Pues hay mejoría, pero aún están un poco rojos.

Ella entra de nuevo, no sé qué hace para tratar de quitar lo rojo de sus ojos, pero definitivamente no es un proceso rápido, ya llevamos aquí casi veinte minutos y nada, y no sé como pero los nervios me están aumentando.

"Yo y los nervios no vamos juntos"

—¿Mejor?

Volteo a verla y vaya sí que hay mejoría ¿qué se habrá echado?

—¿Mejor? Definitivamente hay mejoría, incluso apuesto a que te quitaron las arrugas —al decir eso ella solo me saca la lengua y tira algo en el basurero que esta fuera de la tienda.

—Gracias —les dice a los encargados de la tienda y caminamos de vuelta a la fuente.

—No pero ya hablando enserio, ¿qué te pusiste?

—Creo que la señora noto lo que trataba de hacer con esfuerzos que se fueron a la basura, entonces me pasó una crema, me dijo que la pusiera en mis ojos y se quitaría lo rojo.

Y tenía razón, vaya sí que se le ha quitado por completo lo rojo en los ojos incluso pareciera que no ha pasado nada. Bajamos los pequeños escalones y hemos llegado a la fuente, por suerte Jhon y Alice aún no han llegado... O al menos eso creía, justo nos sentamos y ellos vienen bajando del otro pasillo.

El chico que trae loca a Amber viene un poco más adelante que el resto, pero le basta mirarnos desde esa distancia para caminar un poco más rápido.

—Lo traes muerto —le susurro a Amber y ella se ruboriza, pero trata de evitarlo.

—Cállate, eso no es cierto.

—Si lo es.

—¿Ah sí? ¿Y cómo lo sabes? —levanta una ceja y yo solo ruedo los ojos.

—En primera, no sé si ya te hacen falta lentes o algo por el estilo, pero hasta el más anciano del mundo podría ver que a ese chico ya lo has conquistado, y en segunda, es obvio, soy hombre, sé que quiere decir lo que hace, y se nota que sus esfuerzos por ocultar lo que siente son nulos.

—Como sea, aun así, no te creo nada.

Esas son sus últimas palabras antes de que su atención se centre en él, según ella ese es su modo discreto, pero creo que disimula más si lo ve directamente que si lo ve de reojo. Me giro para ver bien al chico, pero vaya me encuentro con algo más que eso, no solo vienen 3, hay 4, es una chica la que viene con ellos tomada del brazo de Jhon y riendo.

Un poco más alta que Alice, cabello café oscuro, su piel es blanca y porta un vestido beige que le ciñe hasta las rodillas, en verdad es bonita, vaya es hermosa. Aunque no sé algo en mi subconsciente me dice que hay algo que no estoy viendo, pero siempre he tenido pensamientos como ese que al final no son nada, así que, como todas esas veces, solo lo ignoro.

Alice camina al mismo paso que Ethan y se acerca a mí, mientras que Ethan va directo a Amber, vaya este chico va rápido.

—Llevamos mucho esperándolos —suelto cuando Alice ya está junto a mi.

—Te apuesto que ni sentiste el tiempo pasar.

—También, pero al menos hubieran avisado a donde iban —ella solo rueda lo ojos —Estábamos muy preocupados —mi exclamación irónica solo la hace sonreír.

—¿Por todos? ¿O solo Amber por saber dónde se metió Ethan? —ella me mira como si fuera un incrédulo —pero ya que insistes, fuimos a ver a los padres de April.

—¿April? ¿Quién es ella?

—Es la chica que viene con Jhon —señala a la chica de pelo café que viene tomada del brazo de Jhon y se acercan a nosotros al igual que Ethan y Amber desde la parte de atrás.

Cuando ya están frente a nosotros, puedo ver mejor a la chica, sus ojos también son café oscuro y sus labios rojos, se ve aún más bonita de cerca...

—Edward te presento a April —Jhon se dirige a mí y la chica me tiende su mano para que la estreche —April él es Edward.

—Mucho gusto —me habla ella por primera vez desde que llegó, incluso su voz es bonita.

—El gusto es todo mío —le respondo —además, soy soltero, sin ningún compromiso y tú en verdad eres una chica muy linda, y podría jurar que eres inteligente, social y...

—Y también es la novia de Jhon.

—Y eres la novia de Jhon —digo sin siquiera pararme a razonarlo, pero entonces en cuanto las palabras salen de mi boca no puedo evitar sentirme como un completo estúpido, Jhon me mira un poco extrañado o ¿enojado? No eso no lo creo porque si estuviera enojado ya no sería persona seria ya todo un cadáver hecho pomada, el inmediatamente le pasa el brazo por encima de los hombros a April, quien está un poco sorprendida —Jhon, hermano, lo siento no sabía que ella era tu novia.

—Si ya déjalo, no te defiendas.

Te lo dije.

Mi subconsciente me lo reprocha vaya, pero si se me da perfecto esto de hacer el ridículo frente a los demás, pareciera que me pagan por hacerlo, es más seria mejor y además ganaría mejor, trabajando de payaso en las calles y no de soldado.

—Bueno mejor vámonos, que el día se pasará rápido y no haremos nada —dice Alice para romper el silencio tan siniestro, y al menos para mí vergonzoso, que se había formado.

Miro a Amber por última vez y puedo ver como sonríe mientras habla con Ethan, más le vale a ese chico tratarla bien de lo contrario Jhon le romperá los dientes y con gusto yo ayudare. Alice toma mi brazo y somos los últimos en entrar al auto, aunque por suerte es la primera vez que no me reprocha nada, y en verdad se lo agradezco.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora