Capítulo II

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El comandante era alto, delgado, tenía la barba bien definida y está al igual que su cabello eran completamente blancos, sus ojos eran de un extraño color azul, caminaba de forma segura y sin mirar a nadie, su uniforme era completamente verde, de este colgaban las medallas en la parte derecha.

En el espacio era perceptible la tensión que de él emanaba, todos trataban de mantenerse firmes mientras el comandante caminaba por el pasillo que se formó entre nosotros, además de que era seguido por un grupo de capitanes uniformados, todos caminaban al mismo paso que él.

Me invadía la curiosidad por saber muchas cosas que ellos practicaban, o de lo que se hacían cargo, que se sentía obtener ese título, en fin, muchas preguntas venían a mi mente. Voltee a ver a Daniel con el rabillo del ojo, quien miraba atentamente al frente, pero sin poner atención de lo que sucedía. Entonces el comandante se detuvo al igual que el grupo de capitanes que iba detrás de él.

—Soy el capitán Warren Hudson y este es el campo en el que empezarán su entrenamiento —dijo mientras señalaba los alrededores —Estos son los capitanes que estarán al cargo de los grupos. Ahora sí creen que esto es un campamento militar, están completamente equivocados, esto no es un juego, no es un pasatiempo, ni un lugar para vacacionar —su voz era dura y fría aunque a su vez era muy firme y segura de sí —así que si alguno de ustedes está aquí porque considera que es real alguna de las afirmaciones que mencioné es mejor que se retire de inmediato, si estamos aquí no es para que vengamos a jugar, es para venir a hacer justicia por el país, sin importar lo que suceda así que ¿quiénes de verdad están en mi equipo?.

Supongo que esperaba una respuesta sin embargo al no hablar nadie yo tampoco lo hice, pero entonces Daniel dando un paso al frente dijo:

—Yo señor —eso realmente me sorprendió y al ver que el comandante solo le inclino la cabeza haciéndole saber que asentía decidí dar un paso al frente al igual que él.

—Yo también señor —y entonces el comandante hizo conmigo lo mismo que con él, pero en especial a mí me dirigió una mirada fija, la cual debo admitir me puso un poco nervioso, sin embargo, me quedé firme tratando de no mostrarlo.

—Tu eres Jhon Brown ¿verdad? —me lo dijo casi pareciendo un pequeño susurro.

—Así es señor.

—Su padre fue un gran general, el mejor en su generación, lamento lo que ocurrió, bienvenido a mi equipo —esta última palabra no sabía cómo interpretarlas, porque por un lado me sentía halagado por sus palabras hacía mi padre, pero a la vez me sentía extraño y confundido, me preguntaba si sus últimas palabras las dijo por asentir o por conocer a mi padre, por mi apellido, cosa que odiaba.

Pero después de mi hubo muchos otros que pasaron al frente al igual que Daniel y yo lo habíamos hecho antes, por lo que me concentré en ellos y olvidé mis pensamientos, aunque hubo cerca de tres personas que no lo hicieron así.

Estos tres chicos formaban parte del grupo de nerviosos que visualice antes de que hablara con Daniel, y aunque era de esperarse me sorprendió mucho ver que se retiraran.

Eran pues cinco capitanes los que quedarían al cargo de cada grupo.

El primero era alto y de cabello rubio, y vestía de la misma forma que el comandante con la única diferencia de que no poseía la misma cantidad de medallas, este solo poseía tres al igual que cada miembro de capitanes que ahí se encontraba.

El segundo era un poco más bajo que el resto, pero nada demasiado considerable, era de pelo caoba, el tercero era igual de alto que el primero y su cabello al igual que el del comandante era completamente platino, el cuarto no era la excepción, su pelo era completamente negro y el último tenía el pelo castaño.

Así pues, quedamos cuarenta recluidos en aquel campo y así dispuso el comandante de repartirnos en grupos con el mismo número de integrantes por cada capitán.

Por suerte me tocó en el mismo grupo que a Daniel, aunque no fue hasta este momento en el que me percaté de que aquí mismo había hijos de los amigos de mi padre.

Estaba el hijo de lo Anderson y el hijo de los Jones, ambas familias las había visto en varias ocasiones sin embargo nunca los trate a algo más allá de un "buenas días, tardes o noches", por no hablar de sus hijos con los cuales casi nunca cruce palabras, a excepción de uno, pero si había tenido problemas con ellos, demasiados para ser precisos. Aunque no nos tocó en los mismos grupos esperaba que ninguno de los dos aquí me reconociera, hace años que no los veía.

Después de ello, nos llevaron a salones distintos, eran cinco, uno por grupo, los cuales eran para tomar los alimentos, no entendía porque teníamos que estar separados, aunque el comandante explicó que esto era para evitar rivalidades entre grupos y para conocer a los de nuestro grupo.

Aunque no fuimos allí para comer, fuimos allí para recibir indicaciones por parte de nuestro capitán, en mi caso fue el capitán de cabello rubio, al estar presentes todos ahí nos dijo a todos.

—Primero que nada déjenme presentarme, soy el capitán Bruce Payen, a partir de hoy yo estaré al mando de su entrenamiento aquí, permítanme decirles que soy un capitán bastante duro, no voy a tolerar ninguna riña con otros grupos o en este mismo, nadie puede objetar ningún mandamiento que yo de, todos deben acudir a sus entrenamientos diarios, con la única excusa de malestar de salud, de ahí en fuera no hay más excusas que imponer, no podrán pedir el cambio de grupo a no ser que este sea impuesto por mis superiores, no pueden portar con ustedes cualquier arma de cualquier clase que no sea la que se les proporcione para su entrenamiento, espero no tener problemas con ustedes en caso de que fuera así el castigo se dará dependiendo el asunto —cada punto era bastante claro, su voz era como él, dura y fría —Así pues aclarando cada punto de esto se les entregara su equipamiento para su entrenamiento, al finalizar el mes se les hará una prueba para verificar que hayan adquirido lo que se necesita para emplear un puesto aquí.

Yo sabía lo que eso quería decir, lo había escuchado hace tiempo y a pesar de que al final de la prueba solo algunos se quedaban y pocos eran los que ascendían de puesto, pero esto era si tenías mucha suerte.

Según las pruebas que nos habían hecho a inicios del mes, estaba en los puestos más altos y normalmente eran los que eran ascendidos, y aunque a mí me dieron la opción de ser ascendido de inmediato yo quería hacer la prueba, quería estar dentro de este proceso, quería tener este puesto por mí.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora