Narra April Stone
Ya he caminado bastante desde que salí de la zona militar, o al menos eso pienso yo. Los árboles en verdad son de ayuda en estas ocasiones, una pequeña brisa de aire choca contra mí y en verdad es refrescante. Miró hacia todos lados, esperando reconocer algún lugar, pero hasta ahora no veo nada que se me haga conocido.
Sigo caminando y miro el cielo despejado, volteo y miro desde aquí la plaza de este lugar, por fin reconozco algo al menos para guiarme y desde ahí ubicarme mejor para llegar a la casa de mis padres.
Ya me muero por verlos, hace mucho tiempo que no los veo tanto a ellos como a Ethan porque, aunque hablamos no es lo mismo.
Ya en la plaza me es más fácil orientarme, camino hacia la estación del tren, por un momento lo dudo y pienso si caminar sería más conveniente, pero al final decido tomar el tren para llegar más pronto. Le entregó mi boleto al encargado y tomó mi asiento, es el numero treinta y cuatro, por suerte está junto a la ventana.
Recuerdo cuando solía venir aquí casi todos los fines de semana para visitar a mis padres y convivir con mis hermanos, pero cuando pasó el accidente de Melanie decidí ir menos a menudo, porque solía recordar tantas cosas que hice con ella, ver todos aquellos lugares a los que íbamos juntas era melancólico, recordar lo que decíamos o tantas cosas especiales era duro, la única manera de olvidarlo era huyendo de aquel lugar en el que a cada centímetro podía verla.
Las escaleras donde hacíamos nuestras famosas casitas, el patio donde jugábamos, el columpio de madera que papá nos hizo y que ahora está destruido, la habitación que compartíamos hasta antes de que ella cumpliera dieciséis, la mesa donde nos sentábamos a comer cada merienda, la chimenea donde corríamos a ver los regalos por navidad, siempre era ella la que bajaba primero, estaba en todos los lugares y sé que es egoísta haber huido de mi hogar pero era la única manera de distraerme y poder olvidarlo todo, tenía que estar bien, por mi familia, por mi trabajo, por mí misma.
Neos como es que el tiempo pasa tan rápido pero ya he llegado a mi destino, ahora volver a caminar para llegar a mi casa, a mi verdadero hogar y no al pequeño espacio que tengo por casa en Northumberland.
"Bienvenidos a Tyne & Wear" es el letrero que leo al bajar del tren y comienzo mi caminata aún más segura.
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Mi cabello café cubre un poco mi rostro y no me deja ver con claridad, dejo la maleta en el suelo, para acomodarlo, pero la brisa sigue pegándome a la cara, es inútil así que me resignó y continuó caminando.
Conozco ya esta calle, la casa de mis padres está muy cerca, entonces la veo, tal vez para muchos sea una simple casa, pero para mí es mi casa.
No siempre me gustó mi casa porque viví muchas cosas malas ahí que en mi anterior casa no pasaban, y siempre le eché la culpa a mi casa, a mis padres, a todo, recuerdo que decía "si nunca nos hubiéramos mudado las cosas serían diferentes" pero la realidad es que en cualquier lugar tal vez hubiera pasado.
Nuestra casa no era ni la más bonita ni la más cara del pueblo, mis padres no tienen los suficientes recursos para hacerla más grande o arreglarla más, pero para mí está bien, así como esta, es como si ella reflejará a nuestra familia y lo que somos juntos.
La casa de madera tiene un poco de las hojas de las plantas pegadas a sí misma, creo que es lo primero que me encargaré de quitar antes de que me vaya.
La puerta se habré y aquel chico a quien adoro tanto sale corriendo a recibirme. Lo abrazo con fuerza, acarició su cabello castaño, y algunas lágrimas salen de mi rostro.
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Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️
Narrativa Storica¿Alguna vez te preguntaste como fue la guerra realmente? Yo si, creí que conocía a mi padre, que sabía todo lo que había vivido en la guerra, pero no era así, cuando me tocó a mí fue distinto, completamente... Viví cosas que tal vez nadie podría ima...