Capítulo VI

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En la mañana desperté en una cabaña que no reconocía, había camillas con cortinas cada una, pero todas vacías, todo olía bastante diferente, había un estante en que se encontraban frascos cristalinos llenos de píldoras, algodón y líquidos de colores opacos, y entonces reaccioné.

Me encontraba en una camilla, recostado con una venda cubriendo mi brazo y girando alrededor de mi cuello hasta llegar nuevamente a este, además de que tenía pequeñas gasas pegadas a mi cara, no las veía, pero las sentía, a mi lado había una mesilla con una tina llena de agua color rojo, algodones manchados de sangre y una jeringa usada.

De la nada apareció una chica, era de mediana estatura, cabello castaño oscuro, piel clara y ojos chocolate, se acercó a mí y me miraba con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Vaya por fin despiertas, te has perdido de algunas cosas, pero nada importante en fin supongo que eso no te importara —me dolía la cabeza, me costaba comprender lo que decía a pesar de que eran oraciones bastante simples.

—¿Dónde estoy? —mi voz apenas sonó como un sonido perdido en el espacio, pero parecía que ella había entendido perfectamente.

—Estas en la enfermería, tuviste una gran pelea anoche, eres un chico muy problemático Jhon, a pesar de que perdiste esta pequeña batalla el otro chico no se quedó atrás.

—¿De qué estás hablando y cómo sabes mi nombre? —no podía entenderla, ¿a qué se refería con que el otro chico no se quedó atrás? Pero eso no importaba, no podía pensar en nada más que en parar los dolores de mi cabeza.

—¿Acaso no lo recuerdas? Ah, pero está claro te golpearon muy feo ayer, es normal que no lo recuerdes, aunque si yo fuera tú me daría prisa, ese chico merece un buen castigo.

—¿Ahora de que hablas? —no la comprendía por más que lo intentara nada llegaba a mi mente, lo único que quería era que mi cabeza dejara de doler e irme a mi casa en donde nadie me confundiera.

—Pues ayer tuviste una gran pelea —comenzó a decir mientras me quitaba las gasas de la cara, con un pequeño movimiento podía sentir un dolor en la zona pero ella no pareció notarlo —no diría que fue muy grande pero para ser un soldado reclutado es algo nuevo, el punto es que un chico te golpeó la cara y también el abdomen tus compañeros intentaron quitarlo pero al final él no se resistió y termino fracturándote el brazo —por acto reflejo lo mire y evidentemente se veía mal y al intentar moverlo dolía —No hagas eso —supongo que noto que intente moverlo —solo harás que te duela aún más, quedaste inmóvil y muy adolorido, aunque por suerte tus amigos lo vieron todo así que él ya está siendo castigado.

Y entonces lo recordé, yo salía de cabaña cuando él se me cruzo en el camino y me hizo esto.

—Bueno eso ya está aclarado ahora tengo un par de dudas más, ¿quién eres tú y que hago aquí?

—Soy April Stone, pero solo dime April, soy tu enfermera y estas aquí porque ayer te encontrabas muy mal para que te llevarán a casa, así que te trajeron aquí y pues llegaste justo cuando tenía que irme, pero la fractura que tenías no podía esperar más así que me quede a intentar reparte —lo último en particular me causó gracia, "intentar repararme" como si fuera un auto o algunas cosa que necesita refracciones —y cuando por fin creí que podría irme y dejarte con la enfermera nocturna no dejabas de quejarte y gritar, no me quedó de otra más que anestesiar tus heridas y darte más antibióticos, cuando al fin dejaste de hablar la otra enfermera quedó completamente dormida así que el capitán me pidió que me quedara para vigilar que no te ocurriera algo peor, pero creo que ya es hora de irme, ¿con todo esto se te aclaró la mente o sigues igual?

—Creo que lo entiendo mejor, pero ¿por qué tienes que irte "April"?

—Pues ¿te parece poco haber trabajado aquí durante casi día y medio? Porque para mí ya es mucho tiempo y como tú o cualquier otro necesito un descanso.

Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora