Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️

Capítulo XXIII

Narra Edward Miller

Veo a Amber atento para que me cuente qué es lo que pensaba hace un momento, tal vez ella piense que yo no tengo mucha importancia por saberlo o que solo lo hago para molestarla, pero de verdad me importa, sé que ese postre era el que ella y su padre solían comer muy a menudo, además de que vi como en el comedor miraba el lugar en el que se sentaba mi tío, seguro eso la debió poner triste porque, aunque es muy buena disimulando sé que cuando dice "nada" no significa nada, ella esconde algo.

—Pues solo recordé a mi papá, cuando era pequeña él solía jugar conmigo, claro también con Jhon y Jane, salíamos a nuestro patio y jugábamos a correr el uno del otro —puedo ver como pequeñas lágrimas salían de sus bellos ojos azules pero ella las enjuagaba inmediatamente que salían con el dorso de su mano —íbamos a los ríos en especial el de Northumberland, comíamos Sticky Toffee y jugábamos con el caramelo, y al final solía llevarme a mi cuarto y ahí se quedaba conmigo contándome sus historias de la guerra hasta que me quedaba dormida.

Ni siquiera sé que decirle, sabría qué pensaría en mi tío con ese postre, por suerte ambos ya lo hemos terminado y nos hemos ido de allí.

—Y no se lo extraño mucho, se perdió de muchas cosas y lo seguirá haciendo creo que es eso lo que más me entristece.

—Tranquila —me acerco a ella y la cubro con mis brazos, ella corresponde y esconde su cara en mi pecho para que no pueda mirarla —No puedo pedirte que lo olvides porque número uno sé que no lo harás y numero dos tampoco quiero que lo hagas, porque todos esos recuerdos aunque ahora los veas tristes y lejanos habrá algún momento en el que los recordarás feliz —ella me mira, sus ojos azules ahora están irritados y algunos de sus cabellos dorados se pegan a su cara, así que los paso detrás de su oreja, al hacerlo ella me sonríe —tampoco puedo pedirte que dejes de llorar porque sería privarte de tus sentimientos e impedir que te desahogues, y ¿con quién te vas a desahogar sino es conmigo? —esto último la hace sonreír —mejor llora y llora todo lo que quieras hasta que lo hayas sacado todo y tranquila que yo seguiré aquí.

Ella me abraza con fuerza y yo solo beso su frente, puedo escuchar cómo sigue sollozando, pero poco a poco este sonido disminuye.

Miró hacia las escaleras y noto que ahí está Jane mirándonos, comienza a caminar lentamente hacia nosotros y me mira buscando una aprobación a lo que yo solo niego con la cabeza y ella asiente y se va a una de las habitaciones que hay en este piso, supongo que es la suya.

Narra Jane Brown

Me voy a mi habitación y cierro la puerta, inmediatamente después me retranco contra esta y dejo caerme en el suelo, sabía que ese postre la haría sentir mal, mi hermana tal vez no sea tan sensible, casi siempre está feliz y con una linda sonrisa en su rostro, pero sin duda es humana como todos nosotros, y también siente.

Hubiera querido acercarme y que hablara conmigo, que pudiera decirme cómo ayudarla a calmarse, pero sé que no lo haría, tal vez pensara que soy yo la insensible y que no la entendería.

Sé que piensa eso, casi todos aquí lo piensan, que soy Jane la que no se divierte, Jane la que todo lo quiere perfecto, Jane la que se molesta fácilmente, Jane la refinada, pero esa no soy yo, sino fuera porque papá fue el que estuvo más al pendiente de Amber cuando era pequeña, tal vez ella sería igual que yo, por suerte no es así.

Su educación fue diferente y por eso ella es así, siempre había sido así, en cambio yo tuve que estar a cargo de la educación de la abuela, sí, mi abuela era la que se había hecho cargo de mi educación al igual que con Jhon, creo que por eso él y yo somos tan similares.