Que Sople el Viento

46. Bienvenidos

A media semana habían recibido un nuevo telegrama avisando la hora aproximada en que los LeLudec llegarían. Y ahí estaban ambos, a las 5:30 pm sentados en una banca del anden señalado, esperando a que no se demorara más el tren.

-Crees que tarde mucho? -pregunto la rubia

-Esta retrasado. No saben cuanto tiempo más tardara

-Por qué no damos una vuelta, nos distraemos y luego regresamos?

-A donde quieres ir?

-A donde sea. Solo caminemos un poco.

Recorrieron las calles más cercanas visitando algunas tiendas de ropa, recuerdos y objetos similares; tambien entraron a una dulcería donde compraron algunas golosinas, y 5 minutos después de las 6 nuevamente recorrieron el anden y esperaron cerca de una esquina.

-Tal vez sea ese! -se alegro Candy luego de largos minutos, al escuchar un tren que se acercaba.

-Eso espero

Decepcionados, vieron como el transporte entraba a otro carril. Pero tras este llego otro; él que esperaban.

-Ahí están! -enmedio del tumulto, grito el actor al verlos de lejos

-No los veo...

-Vamos! -la tomo de la mano y le guio presuroso entre la gente-. Qué tal el viaje? -les saludo a unos metros de distancia.

-Stear! -se alegró en cuanto lo vio y corrió a su encuentro

-Qué alegría verte! -soltó su maleta para abrazarla-. Hace meses que no te veía!

-Candy! -gritaron las hermanas casi al unísono

-Te extrañe mucho! -pronuncio Anne Marie uniéndose al abrazo

-Nos tuviste muy preocupados -reprocho Margueritte

-Y yo que? -reclamó el ojiazul-. A mi no me extrañaron?

-Terry; qué tal todo por aquí?

-No me quejo inventor. Es agradable.

-Terry! Qué feliz estuve cuando llego tu carta! Qué bueno que la encontraste enseguida! -lo abrazo la menor del grupo

-Petite Croix; has crecido?

-Hola -fue el tímido saludo de la otra hermana- que gusto volver a encontrarnos

-Todas esas son sus maletas?

-Trajimos casi todo. Las chicas no quisieron dejar nada.

-Bien. busquemos un carruaje o dos. Ademas; deben estar hambrientos

-Yo si! -se emociono Anne Marie

Tardaron un poco pero encontraron un transporte, acomodaron las maletas y luego de dar la dirección, salieron de la zona rumbo al departamento de los LeLudec

-Qué les parece? -pregunto el actor

-Agradable -confirmo Stear mientras las chicas inspeccionaban y Candy terminaba la cena.

El feliz grupo compartió amenas charlas sobre lo acontecido durante ese tiempo en que no se habían visto; entre risas, sorpresas y por supuesto, evitando tocar temas mas comprometedores como las peleas o disgustos. Hasta que 2 horas después los ahora visitantes se retiraban, prometiendo que el actor regresaría al siguiente día.

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En el hospital, una longeva mujer era ingresada al área de urgencias, acompañada por su nieto, la temerosa esposa y los acaudalados padres de este. El doctor Watson fue quien la recibió, teniendo la tarea de controlar su presión arterial; razón de su presencia ahí.