Cuando un par de horas después despertó Terry, básicamente se obligo a si mismo a comer, aunque solo hayan sido unos cuantos bocados; que sin duda alguna, lo reanimaron un poco. Al salir del hotel fue directo ala oficina de correo, para enviar un telegrama a Robert informando del retraso que irremediablemente tendría al retomar sus actividades con la compañía.
En seguida se dirigió al pequeño hospital al cual arribó pasadas las 5 de la tarde, los primeros minutos ahí, espero junto con Annie y Dante, por supuesto pregunto por el estado de la rubia. Stear por su parte, salió tan solo unos minutos después, permitiendo que entonces el actor pudiera ingresar y así poder cuidar por el resto de la tarde y noche, a su aun supuesta joven esposa.
Cuando entro en la habitación, no pudo evitar sonreír al ver a Candy sentada a la orilla de la alta cama de hospital; sin importar la mueca de dolor, la mirada triste, los ojos hinchados o el cabello desordenado, para el, siempre luciría hermosa.
—Hola pecosa... —saludo acercándose
—Terry... —intento sonreírle— que bueno que ya llegaste...
—Acaso me extrañaste? —dijo, tratando de recuperar su personalidad y con lo cual Candy se sintió un poco mas tranquila.
—No empieces Terruce... —no estaba de tan buen humor como para seguirle el juego
—Entonces dime, por qué te alegra verme aquí?
—Es que contigo... contigo es diferente...
—Ah, si? —por respuesta, ella asintió— y... diferente por que?
—Por... —por un momento dudo de su repuesta, instante en el cual Terry se agacho de cuclillas frente a ella, esperando, mientras la miraba detenidamente— por lo que hay entre nosotros... —termino la frase sonrojándose un poco.
—Quizá tienes razón... —sonrió, se levanto, la abrazo y callo, temeroso de revelar sus verdaderos sentimientos.
—Te quiero... —regreso al sito que ocupaba frente ella, sonrió al escuchar es tímida frase, admitiendo para si mismo que ese no era un buen momento para sentir esa clase de temor, quiso revelar su amor, pero ella siguió hablando volviendo a hacer presente la tristeza que sentían— por eso se que es diferente contigo, porque se que tu también me quieres, porque creo que quizá a ti... a ti también te afecta... quizá tanto como a mi...
—Una vez mas tienes razón... —contesto meditando aun esas palabras, ayudándole al ver que intentaba volver a recostarse y acomodándose a su lado para volver a abrazarla— si, para mi también es difícil... yo comenzaba a imaginar como seria, inclusive ya había pensado en algún nombre... pero Candy, estamos juntos y eso es lo que importa, sabes bien que estaré a tu lado siempre y te defenderé de todo el mundo de ser necesario.
—Terry, perdóname por haber ido, fue una tramp...
—Shh... —la callo y sintiéndose un tanto celoso, le pidió— no digas nada...
—Es que yo fui por Taty...ella me dijo que no había nadie...
—Vamos Candy! —le molesto la insistencia de la rubia— olvídalo! Este no es ni el momento, ni el lugar para pensar en ello.
—Tal vez... —buscando otro tema de conversación, recordó la visita que el castaño debió haber hecho al medico— Terry, hablaste con mi medico, verdad? que te dijo?
—Si... —respondió sin ganas y antes de que pudiera decir algo más, ella le interrumpió
—Vino a verme al medio día, para hablar sobre mi condición, pero le dije que soy enfermera y conozco los riesgos... —se detuvo ante el tierno beso que recibió en la frente— si sigo las instrucciones y no hay complicaciones, que lo dudo, quizá mañana me den el alta...
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Que Sople el Viento
FanficEn ocasiones el amor no es suficiente y algunos cambios en nuestra verdadera identidad nos hacen perder lo más importante.¿Qué sucede cuando este cambio nos hace débiles ante nuestros propios sentimientos? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor...