Esta vez había ido demasiado lejos; sabía que rebasó sus límites, tocó temas delicados y situaciones que a él mismo le seguían afectado y el escuchar su llanto tras la puerta del baño, no le facilitaba las cosas. Ya no tenía dudas, era por completo, un sinvergüenza.
Qué podía hacer? Ir, abrazarla y pedirle perdón?
No; eso sería ir en contra de sus propias palabras y en el fondo no se arrepentía de ellas.
Había dejado de leer mucho antes de que ella se marchará; en realidad todo el tiempo solo sostuvo el periódico como un falso e inútil escudo, algo para evitar salir tras de ella. Había estado seguro de que se iría, de que una vez que saliera, quizá no volvería a verla jamás; pero se equivocó. Ella estaba llorando a tan solo un par de metros de él, y lo mejor era dejarla tranquila, permitir que desahogará.
Fue entonces cuando sin que se lo propusiera, pensó en ese rubio empresario. Quizá al fin podía comprenderlo, quizá ahora sabía lo angustiante que le resulto perder a Candy y a su hijo; y con ellos, perder la vida que había deseado.
Vaya par que eran! Ambos enamorados de la misma rubia, ambos abandonados por casi la misma mujer. Esa mujer por la que dejo de llamarle "amigo" a un buen hombre.
•••
Tras varios minutos de conflicto, el llanto por fin cesó. Sentada en el suelo, sobre este dibujaba figuras al azar; su mente luchaba por hacerle creer que todo estaría bien, que debía salir, enfrentarlo nuevamente y cerrar ese capítulo de su vida. Pero estaba aterrada.
Lo amaba? Sí; claro que sí. Pero y si ya no era así? Y si todo se había vuelto una costumbre? Y si de verdad todo había terminado tiempo atrás? No; aceptarlo sería darle la razón. Pero; y si tenía razón?
Sus respuestas no eran muy alentadoras, solo incrementaban su frustración y la estaban orillando a una profunda tristeza.
No todo era su culpa, o si? Además; por qué sacaba a flote el pasado? Por qué la hería diciendo todo eso? Haciéndole sentir culpable de todo, incluyendo la pérdida de su hijo.
—Candy? —el moreno tocó a la puerta del baño y le hablo con voz suave, tal vez conciliadora—. Deberías salir y comer algo.
Comer algo? Eso era en lo último que pensaba; ni siquiera tenía apetito. Aunque; cuanto tiempo había estado ahí, cómo para que el creyera que podría tener hambre? La respuesta fue fácil; 5 horas, había estado encerrada casi desde el mediodía.
—Vamos pecas! —insistió—. No quiero que te desmayes. Necesitas comer.
Parecía preocupado; pero cómo creerle? Cómo; si todo lo que había dicho antes, fue con total indiferencia. Él dijo que la amaba, tiempo pasado. Eso quería decir que ya no?
—Tómalo como una tregua —en verdad se estaba preocupando; hacía varias horas que no escuchaba un solo ruido proveniente de aquel reducido cuarto—. Estás bien? Si no abres tiraré la puerta.
—No lo hagas. No estoy bien —su voz melancólica apenas se escuchó—. Ya voy.
•••
No estoy bien? Pero como iba a estar bien después de todo lo que le dijo?
Él dejo de insistir, pero pasaron otros diez minutos y ella seguía ahí dentro.
Durante su encierro, Terry había ido a comprar comida preparada; tampoco tenía hambre, pero era un buen pretexto para hacerla salir. También había tenido el tiempo justo para hablar con el casero y decirle que "quizá" pronto se marcharían.
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Que Sople el Viento
FanficEn ocasiones el amor no es suficiente y algunos cambios en nuestra verdadera identidad nos hacen perder lo más importante.¿Qué sucede cuando este cambio nos hace débiles ante nuestros propios sentimientos? ¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor...