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—Eres tan hermosa, mi amor.

—Deja de decirme eso. —me rio tomando mi rostro entre mis manos.— Solo sube la foto, ¿quieres?

—Ya está, y me gusta demasiado.

Me río tomando su teléfono, me permito admirar la foto, y sí, también me gusta aunque sea un riesgo que la haya subido a su perfil y no al mío.

Pero dijo que necesitaba que al menos el mundo supiera que tuvimos las mejores vacaciones del mundo porque estuvimos juntos, y eso se me hizo muy tierno así que no me pareció malo que subiera una foto mía a su perfil de Instagram con la descripción;

Mi definición de perfección, mi compañía ideal.

Y entonces me enamoré en automático. Y sí, soy culpable por eso.

Estamos a nada de despedirnos, ahora mismo estamos esperando la salida de su vuelo, ayer volvimos a Inglaterra con mamá. Fueron dos semanas excepcionales y no puedo simplemente ignorar ese hecho.

—Oye, te voy a extrañar. —musito apoyando mi cabeza en su hombro.— Te quiero.

—Yo también te voy a extrañar, pero voy a llamarte y escribirte a diario. —promete.— Además, será solamente un mes.

—Igual te voy a extrañar.

—Ven, dame un abrazo.

Pasa su brazo por mis hombros, dejo un gran beso en su mejilla antes de revisar mi teléfono, estoy siendo etiquetada por muchas personas.

Nosotros no confirmamos nada, pero tampoco lo negamos así que ese es un gran contraste. Pero bueno, supongo que voy a superarlo. Poco a poco esto va a dejar de importar.

De eso estoy casi segura.

Casi...

Por el altavoz se escucha que los están llamando a abordar, me pongo de pie junto con él. Sonrío cuando me besa en la frente.

—Disfruta, mi amor. —sonrío.— Que te vaya muy bien.

—Y a ti. Que te vaya bien en tus vacaciones y que lo disfrutes tanto como disfrutaste nuestras dos semanas.

—Lo haré. —prometo dejando que me bese.— Te quiero.

—Y yo a ti, mi amor. Nos vemos en un mes.

—Ni un solo segundo más.

Escucho su risita mientras se aleja, sonrío llevando mis manos a mis bolsillos.

Y cuando se pierde entre la gente doy media vuelta y comienzo a caminar hacia la salida del lugar. Finalmente tomo un taxi y este me deja en el departamento de mi madre en donde Clara espera por mi con el desastre listo.

Mamá terminó sus grabaciones, todo es genial y ahora estamos empacando para irnos de vuelta a Los Ángeles. Será muy divertido, de eso no tengo ni la más mínima duda.

Bueno, nosotros no iremos a Los Ángeles, nosotras iremos a Bali para que mamá tome sus merecidas vacaciones. Es que estamos muy felices de poder estar juntas al menos un buen tiempo.

Mamá por fin termina sus grabaciones y se toma un descanso de todo, yo en cambio, probablemente retome grabaciones si se confirma una segunda temporada. Y si no, pues supongo que tomaré clases presenciales en la universidad.

No he decidido cuál será mi plan b pero confío en que será algo excepcional en caso de tener que tomar uno.

 —¿Cómo te va manejando todo el caos? —pregunto sentándome en un borde de la cama. Ella se ríe.— ¿Qué?

Dear Lover Donde viven las historias. Descúbrelo ahora