Dear Lover

Extra.

¿Ustedes creen esto? Porque yo no, hace exactamente once años tuvimos esta foto fue tomada. Eran once personas llenos de expectativas y ganas de comerse el mundo entero. Once años después, la misma foto vuelve a ser tomada desde otro ángulo y con más integrantes.

Hace unos días el cumpleaños veintinueve de Karol se celebró en medio de una gran fiesta que Ruggero, su esposo le organizó. Y es increíble porque nunca nadie iba a imaginarse que un simple proyecto uniría la vida de estos dos hasta este punto.

Cuando se separaron no tuve la ilusión de volver a verlos juntos después de todo lo que pasó, el engaño de Ruggero, Karol teniendo una relación seria con alguien más, y de la nada ¡boom! Se casaron en secreto y hoy, precisamente hoy celebran tres añitos de la llegada de Eleonor a sus vidas.

Quiero llorar y no es una exageración, es un profundo sentimiento de orgullo. Estoy feliz de lo que ambos lograron juntos y por separado.

Son grandes padres, y sin duda, Eleonor en la niña más afortunada del mundo al tenerlos de padres a ellos.

Pero eso sí, me alegra tanto poder reírme de Karol porque según ella nunca tendría hijos y ahora su pequeña está celebrando su tercer cumpleaños.

La vida da tantas vueltas...

Y por eso ahora solo puedo decir....

«Felicidades, familia Pasquarelli Sevilla»

Eso es muy lindo...

Se me hace muy lindo que hayan personas apoyándome y celebrando cara logro conmigo.

Todos ellos cumplen un importante papel en mi vida y tienen un huequito en mi corazón. Mis fans.

Y vaya, jamás creí que usaría esa palabra hasta que ese proyecto, ese bendito proyecto llegó a mi vida.

Me siento tan afortunada...

Fue mi mejor etapa sin contar esta que estoy viviendo.

La eterna etapa de la maternidad.

—¡Tía, llegaste!

—¡Amor de mi vida!

Clara toma a Eleonor en brazos y llena su rostro de besos. Mi hija sonríe emocionada porque adora ser el centro de atención.

De eso se trata su fiesta.

Estamos en un mini Hollywood. Y en lugar de cajitas sorpresa, Ruggero mandó a hacer Óscar's para rellenarlos con golosinas.

Y el pastel tiene detalles de película, literalmente.

—¿Cuánto te costó esto? —Clara llega a mi lado. Sonrío besando su mejilla como saludo.

—A mí nada, todo lo cargué a la tarjeta de Ruggero.

—Ah, por eso está molesto.

—No, está molesto porque le dije algo estúpido.

Me mira en absoluto silencio, resoplo apoyando mi cabeza en su hombro. Para imbécil yo.

Soy una estúpida.

—En mi defensa, se supone que estábamos jugando. —susurro.

—¿Qué hiciste?

—Jugábamos cómo siempre mientras alistábamos todo para traerlo al salón.

—Ajá...

—Y comenzamos a discutir a modo de broma como siempre. Él comenzó diciendo; ni mi ex me hizo tanto daño. Siempre jugamos así, yo me reí y le dije; eso lo sé, y también sé que con mi ex yo hubiese estado mejor, ya sabes, hubiese sido más feliz. Es que él no me engañó. Y si no hubieses intervenido como siempre, ahora tú lugar sería suyo. Creo que prefiero que este lugar sea suyo.