-¡Ay pero qué lindo! No te hubieses molestado, guapo.
-Bueno, es tu cumpleaños, Alessandra. -musita él.- Felicitaciones.
-Gracias, guapo. En serio gracias.
Ruedo los ojos manteniéndome aún de espaldas. Valentina sonríe.
-Te ves hermosa así. -Clara cambia de tema.- Gracias por dejarme documentar un día de tu vida.
-No hago nada interesante pero por mi mejor amiga lo que sea. -musito estirando las medias de mi uniforme.- Solo no grabes la tensa escena que se viene.
-Asher y tú tienen tanta química. -interviene Angie.- Y en serio su relación de noviazgo en la serie es épica.
-Ya sé, somos los mejores. -presumo mirando mis uñas.- Y hablando de... ¿Dónde se metió?
-Se está dando ánimos para la escena que se viene.
Asiento, me bajo de la mesa y busco mi teléfono comprobando que tengo algunos mensajes de mi hermosa madre.
Ella está feliz con su gato. Y yo...
Bueno, yo no sé cómo decirle que le dije a Ruggero que era mejor tomarnos un tiempo antes de hacer oficial algo para lo que evidentemente no estamos listos.
Y él pareció aceptar, aunque ahora ni me hable.
-Muy bien, Karol y Asher, ahora mismo no van a grabar los quiero a todos en la cancha de tenis. -Pamela interrumpe el momento.- Ahora.
Me encojo de hombros. Asiento y camino junto con Valentina hacia la famosa cancha de tenis. Clara se pone a mi lado, entrelazo mi brazo con el suyo.
-¿No vas a felicitar a tu socia? -se burla y me río.
-No.
-Oye, pero que odiosa.
-Clara, cállate. -exijo y escucho su carcajada.
-Admítelo, extrañas a Ruggero.
-Jamás he dicho lo contrario.
Valentina rueda los ojos, Clara golpea mi frente argumentando que soy bien pendeja. Y tal vez sea cierto.
Pero es que él me gritó esa vez y ahí supe que no estábamos listos.
Bueno, según yo...
¡Es que no sé!
Llegamos a la cancha, los trece estamos ahí con Pamela y una mujer delante de todos. Nos miramos confundidos.
-Dijiste que eran solamente trece. -le dice la mujer y Clara se ríe.
-No, yo solo hago un documental. Ah, y me llamó Clara.
-Perfecto, cariño. Me ayudarás.
-¿A qué? ¿Qué se supone que haremos? -pregunta Sabrina.
-Ya van a ver.
Sonríe ampliamente, aprieto los labios sabiendo que esto será muy malo. Bueno, yo creo que sí.
-Un pajarito me contó que antes eran once mejores amigos. Y que ahora los bandos se dividieron y el trabajo comienza a hacerse tenso.
-Pamela, cierra el pico. -musita Angie.- El trabajo es más que agradable.
-Si, es obvio que no. Verán, me llamo Margarita, soy terapeuta y ustedes van a seguir mis órdenes el día de hoy.
-Bueno, yo me llevo bien con todos, los amo a todos. Inhalo amor y exhalo paz así que nos vemos.
ESTÁS LEYENDO
Dear Lover
RomanceQuerido amante, si realmente necesitas mi corazón, es mejor que comiences a trabajar en ello.