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Tiempo Después.

Nunca sabes lo que vas a sentir, ni siquiera lo ves venir, simplemente sucedió y ya. Por eso admito que jamás cruzó por mi mente que todo esto terminaría aquí.

Las cosas cambian cuando menos lo esperas, nadie espera el futuro y es ese el chiste de la vida.

Ahora no puedo quitar mis ojos de él, mucho menos mi mente o corazón. ¿Cómo terminé aquí? No sé, solo sé que me gusta.

Aquí es donde pertenezco, es todo lo que pienso decir al respecto.

Asher es... Una buena persona, y esta ocasión me permitió ver mucho más allá de Ruggero.

Y me gusta, esos cambios me gustan.

Me gusta que estén todos alrededor pero yo solo pueda mirarlo a él, y sí, probablemente sí. Eso es malo. Muy malo.

No puedo salir de un hueco y caer en otro, sería mi absoluta decadencia.

Pero bueno, supongo que eso no importa ya...

¿Qué ha sucedido en este trayecto de tiempo?

Valentina ha encontrado en Mason un gran amigo que ahora parece ser más bien su pareja, Michael está celoso. Lio y Sabrina comienzan a tener onda.

Agustín por fin logró conocer a Carolina y ahora son... amigos.

Yo me uní muchísimo a Asher gracias a las giras promocionales y ahora las miradas cómplices no faltan en las entrevistas.

Mismas en las que Ruggero también está presente.

Pero ya no se siente igual...

Él atraviesa la mejor de sus etapas con Marie, su relación es una de las más mediáticas y sorprende porque inclusive Candelaria, la ex parece conforme con eso. Y bueno, no quiero decir nada al respecto pero sí, me incomoda demasiado.

—No puedes amarme, Nate. Por favor no lo hagas. —digo mis textos. Camino por la habitación.— Sabes que sin mi tu vida sería mejor.

—¿Por qué iba a ser mejor? Dame una sola razón.

—Porque te he alejado de todos, tu relación  ya no es la misma con nadie, y claro está que si me aceptas en tu vida, ellos no van a aceptarte en la suya.

—¿Y qué importan ellos, Eleonor? Te tengo a ti, te amo a ti.

—Es que el problema es ese, no tienes que amarme, odio que me ames.

—El amor que sentimos...

—¡Es que no hay un nosotros! —trago el nudo en mi garganta.— ¡No puede haber un nosotros porque yo no puedo ni quiero amarte!

—¡Entonces explícame por qué!

—Amo a Alexander. —mi voz se quiebra.— Lo amo más de lo que podría expresar con palabras, me estoy volviendo loca por solamente una mirada suya, y aunque sé que Sarah es su nuevo amor, yo no puedo ni quiero amar a alguien que no sea él.

—Eleonor...

—Y es masoquista de mi parte. —suelto un suspiro entrecortado.— Él ya tiene a alguien más, la presume en todos lados, redes sociales, cada maldito rincón de este lugar... Simplemente no puedo más. Yo sé que no puedo ni debo amarlo, pero quiero hacerlo. Quiero que sepa que no hay nada que me haga más feliz que saber que él es la persona que va a estar esperándome al final del altar.

—Eleonor...

—Sé que eres una buena persona, Nate. —sollozo con el gesto contraído.— Y te agradezco tanto por quedarte ahora que todos se han ido.

Dear Lover Donde viven las historias. Descúbrelo ahora