—¿Feliz?
—Nerviosa. —admito jugando con su corbata.— Iré a presentar unos premios, la categoría en la que mi esposo está nominado a Mejor Álbum del Año.
—Es lindo, sin importar los resultados.
—Ya sé, solo estoy nerviosa. —me río mirando nuestros anillos.— Es obvio que hoy todos van a darse cuenta de esto.
—Eso me gusta.
Asiento, él besa mi mano y acaricia mis nudillos antes de acomodar algunos mechones sueltos de mi cabello.
Vamos a llegar separados, se supone que voy a llegar primero. Y luego él así nos evitamos rumores.
Aunque ya hay demasiados rodando las redes sociales.
La verdad es que poco me importaba. Me gusta de hecho. Ojalá y así la gente entienda que no hay nada que me haga más feliz que una relación larga y duradera con el amor de mi vida.
Ruggero Pasquarelli que estoy segura, va a ganar.
Lo sé, mi pequeño gran corazón lo siente. Y es que se merece todo lo que está sucediendo en su carrera.
Es un gran cantante, estoy muy orgullosa de mi esposo.
—Nos vemos dentro de poco, amor. —toco su nariz. Él asiente.— Te amo.
—Y yo a ti, querida esposa.
—Lo sé, querido amante.
Ambos soltamos pequeñas risitas y yo camino hacia la puerta subiéndome al auto que ya me espera.
Al llegar al lugar donde se lleva a cabo el evento comienzo a ponerme nerviosa, sé qué van a preguntarme. ¿Y qué se supone que les voy a decir?
Lo hablé con Ruggero, y o sea, no es que nos preocupe, pero la prensa suele ser muy castrosa cuando quiere. Nosotros estamos bien así, es solo que no queremos estos shows en los que especulan cosas que no son ciertas.
Y todo por generar morbo y polémica.
Aún así solamente dibujo una gran sonrisa en mi rostro, acomodo el anillo y me atrevo a cruzar la bendita alfombra roja. Es tan extraño...
Respondo solo las preguntas necesarias, y para las fotos, me encargo de ocultar el anillo. Lo hubiese dejado en casa pero Ruggero dijo que lo llevara por si las dudas.
Aún no sé de qué habla.
Pero bueno. Ahora todo está bien.
Tras atravesar la alfombra roja me llevan a cuál va a ser mi asiento durante todo el evento hasta que me toque presentar la categoría y ponen una pulsera apenas visible en mi muñeca para poder acceder a la fiesta de más tarde.
De todos modos iba a acceder.
Por Ruggero, obviamente.
Aún así ocupo mi lugar y comienzo a fingir caras de alegría al ver que muchas personas se me acercan a saludar. He visto ya que Rose está aquí. Con su nueva pareja que por casualidad de la vida, también está nominado en alguna categoría.
Un mensaje de Ruggero me llega, ya está aquí.
Le indico dónde estoy y poco después lo tengo caminando hacia mí. Sonrío poniéndome de pie
—Nuestros asientos están alejados, pésimo servicio.
—Cálmate, por unas cuantas horas lejos no pasa nada. —susurro divertida.— ¿Listo para ganar?
—No sé si voy a ganar, pero estoy feliz por tenerte presentando la categoría y pronunciando mi nombre.
—Digo tu nombre todo el día, todos los días. —me rio.— Sobre todo cuando dejas tu chiquero ahí sin recoger.
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Dear Lover
RomanceQuerido amante, si realmente necesitas mi corazón, es mejor que comiences a trabajar en ello.