—¿De qué te ríes? —levanto la mirada. Clara me mira confundida.
—De lo bien que se ve Ruggero disfrutando de su vida.
—¿No era que te ibas a enojar con él porque sacó a Mike del departamento en medio de una discusión con Valentina?
—Obvio no, mujer. —me rio.— Me gusta que salga y disfrute solo.
—Ah, entonces te gusta. —asiento. Ella se ríe.— Aunque si, Ruggero de joda puede ser lo más divertido del mundo sobre todo cuando ya está borracho.
—A mi me da ternura.
—Todo lo que él hace es tierno para ti.
Eso es cierto, así que asiento y ella niega divertida mientras abre la caja de pizza y toma un trozo. Tomo uno también y sigo revisando las stories que tanto él como su grupito han subido.
Se siente bien saber que sale con sus amigos siempre que quiere y que se divierte disfrutando de su libertad. Si, su libertad.
Él y yo no estamos juntos. O algo así...
A veces nos besamos, otras dormimos juntos y hasta hemos tenido relaciones. Pero seguimos sin ser nada.
Y no me molesta, me siento mejor así.
—¿No temes que encuentre a otra chica?
—Un poco. —admito dándole una nueva mordida a mi pizza.— Pero también sé que si tiene que ser, será. Solo mira, no hemos forzado nada, las cosas se dan solas.
—¿Y qué si de pronto ves una storie de él con una guapa chica?
—Comenzaré a buscarme novio.
Ella niega aún incrédula, dejo mi teléfono un lado y me centro en la película mientras comemos esa pizza familiar.
Habíamos decidido tener un tranquilo fin de semana donde nuestras únicas preocupaciones son dormir lo suficiente y descansar de nuestros trabajos.
Estamos por irnos a dormir luego de la película cuando el timbre suena y Clara se levanta a abrir. Me sorprendo al ver a Valentina entrar.
Pero ella solo ignora mis preguntas y se sienta en el sillón manteniendo los brazos cruzados. Confundida miro la hora en mi teléfono.
Once y cincuenta y tres de la noche.
—¿Pasó algo? —pregunto finalmente. Ella suspira.— Si, pasó algo.
—Estoy embarazada.
Miro a Clara, ella hace una señal de muerte y ambas nos sentamos junto a la rubia que ahora sostiene su rostro entre sus manos.
Embarazada... Qué gran noticia.
Nótese el evidente sarcasmo.
Pobre alma de Dios.
Un hijo. Que mala noticia.
Al menos para mí, puede que a ella le emocione.
—¿Cómo te enteraste?
—Luego de que Ruggero se haya llevado a Mike para la fiesta, no pude dormir, comencé a vomitar y a inquietarme. Así que decidí hacerme una prueba y salió positiva.
—O sea sí, pero ya vas a los tres meses de retraso. ¿Y apenas te hiciste la prueba?
Asiente abrazando sus rodillas, suspiro rascando mi nuca. ¿Qué se supone que va a hacer?
Mike en serio no quiere hijos.
Y Valentina. Bueno, Valentina...
—Ay, no sé qué voy a hacer. No quiero tener un hijo. —susurra y muerdo mi labio inferior.— ¿Cómo le digo a Mike?
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Dear Lover
RomanceQuerido amante, si realmente necesitas mi corazón, es mejor que comiences a trabajar en ello.