Capítulo 33

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El rumor de que el rey tenía un gran favoritismos hacia la nueva duquesa de Denforth se había expandido por toda la ciudad, pues si bien se era sabido que la joven extranjera gozaba de una extraordinaria belleza ahora era un hecho que era toda una dama de la nobleza, una completa aristócrata de la alta sociedad, una verdadera joya que el duque de Denforth gozaba pero que no quería compartir con nadie. Todo el mundo sabía que el duque amaba locamente a su esposa, que su amor por ella era mucho más fuerte que su amor por el océano ya que en más de una ocasión cancelo uno de sus tantos viajes para pasar su tiempo con su esposa y que estaba dispuesto incluso a dar toda su fortuna por ella.
Para muchos el amor entre ambos era una gran historia de amor pero para otro era un completo desastre.

Se podía escuchar en la habitación el eco del sonido de las zapatillas de la mujer que iba de un lado a otro con total preocupación, de vez en cuando miraba a través de la ventana en espera de noticias pero nadie parecía darle respuesta, escucho el sonido de la puerta siendo abierta por lo cual ella se acercó a la persona que entró a la habitación para golpear su rostro con furia.

—¿Que clase de recibimiento es este? —preguntó el hombre guardando la calma para observar la desesperación en la mujer.

—Aseguraste qué ambas habían muerto.

—Ciertamente lo hice, no había manera de sobrevivir a tal tormenta.

—Pues sigue con vida. Mi hija está completamente furiosa, esa mujer tuvo el descaro de burlarse de ella, abusa del amor que ese duque le tiene y lo utiliza a su antojo.

—Donde ves obstáculos yo veo oportunidades. Realmente el joven William resultó ser un apasionado como su padres lo que significa que podemos tomar eso a nuestro favor.

—Habla.

—Tan solo piénsalo, si ella corre peligro él joven heredero a duque se va a doblegar, ahora si ella muere buscará hasta lo imposible por llenar su ausencia. Las similitudes entre la princesa Mónica y ella realmente no es muy distinta, así tu hija obtendrá lo que quiera.

—¿Como piensas doblegar al duque?

—Tengo varias ideas pero debemos hacer esto de una manera bastante discreta, tu padre sospecha bastante sobre ella también y era de esperarse después de todo Leonor comparte un gran parecido con su madre Theodosia.

—¿Y exactamente cuál es tu plan?

—¿Desconfía de mi princesa Constanza?

—Por supuesto que si archiduque, después de todo Leonor es su hija.

—Y Theodosia era mi esposa pero eso no me impidió de asesinarlo.

—No cabe duda que la ambición es más grande que el llamado a su sangre.

—Por algo somos socios. No soy el único traicionando a su familia por la ambición de algo mejor.

—Tu manera de recordar nuestro trato si que es sutil, no se preocupe archiduque, le prometí el trono y eso le daré a a cambio de mi premio, solo espero que esta vez si cumpla con toda la parte del trato.

—No te preocupes, está vez me aseguraré yo mismo que mi pequeña descanse correctamente.

Aquello hizo sonreír de manera complaciente a la mujer quien con un simple gesto despidió al hombre para que se marchara, observo por el gran ventanal como un carruaje se acercaba, su gesto se frunció levemente al observar a una hermosa joven rubia quien portaba un vestido azul, un breve recuerdo le invadió, aquella sonrisa, esa personalidad tan alegra la manera en la conseguía todo por el simple hecho de ser hermosa, le hervía la sangre de tan solo recordar a su hermana y como esta tenía el favor de su padre, él sentimiento de odio crecía cada vez más cuando noto como la historia se repetía pues si quiere tener clara su identidad la joven se había ganado el afecto de su padre y le quitaba toda la atención a su hija.
Ella no pensaba tolerar que algo así se volviera a repetir, era una princesa honorable se que había ganado todo lo que tenía con su astucia y no dejaría que le volviera a arrebatar su lugar por simple favoritismo, esta vez las cosas tomarían un ritmo diferente.

A un Océano de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora