Capítulo 45

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El resonar de las campanas reales dió como anuncio a todo el pueblo que el rey había muerto. Todos estaban nerviosos ya que, aunque no era del todo una sorpresa su muerte debido a su enfermedad lo que causó en verdad sorpresa fue el hecho de que él rey muriera asesinado por el gran archiduque, una noticia que recorrería hasta el último rincón del reino. Se hablaría de la noticia de como un hombre malisioso llevo a cabo un plan que terminó también en su propia ruina.
Desde el gran ventanal se podía observar como los soldados se preparan para cargar el ataúd del rey y por supuesto también del cuerpo del traidor, nadie interrogaba nada más allá de lo sucedido, simplemente daban por hecho que todo estaba resuelto ya que el culpable había Sido al lado muerto, aunque a la princesa Constanza aún le molestaba algo.

—A pesar de que el clima es un caos todo marcha a la perfección —menciono la princesa Monita mientras miraba como la lluvia comenzaba a hacerse presente.

—Aun tenemos algo pendiente, la princesa Leonor sigue desaparecida.

—Posiblemente las bestias del bosque la asesinaron—comentó la princesa Monita pero su madre negó.

—No se puede especular nada al menos no hasta tener un cuerpo pero, no te preocupes linda, mamá ya se está encargando del asunto.

—¿Que hay de William? Dudo mucho que se quede con los brazos cruzados una vez que le llegue la noticia de su esposa desapareció.

—No te preocupes por eso cariño, ya tengo un plan pero antes debo encargarme de algo más.

La princesa Constanza salió de aquella habitación para dirigirse hasta una de las habitaciones oscuras del palacio, un guardia saludo a la princesa antes de abrirle la puerta, ella entro y se detuvo enfrente de aquel desgastado ataúd de madera, el cuerpo era cubierto por una sucia sábana que ya se encontraba mojada debido a la lluvia, con la punta de sus dedos retiro la sábana para ver el rostro del archiduque.

—Siempre supe que apestabas pero, tenías potencial. Si tan solo no te hubieras enamorado de mi hermana todo habría salido de acuerdo, estarías en el trono a mi lado pero, supongo que al final decidiste volver a tu miseria, tanto esfuerzo por nada, en verdad que eres patético y pensar que me resultaste encantador.

La princesa Constanza de alejo, tomo la antorcha y la arrojo al cuerpo del arquiduque lo vio arder entre las llamas y por fin salió que aquella habitación oscura, se detuvo por un momento al escuchar el sonido de otra campanada anunciando la muerte de alguien más de la realeza, evito el sonreír mientras se acercaba a la entrada del castillo dónde se detuvo al observar al joven duque Duque William sosteniendo a Miu entre sus brazos.

—La princesa Leonor, ha fallecido —pronuncio con pena mientras abrazaba el cuerpo de la joven rubia.

—Una verdadera pena, parece que el reino se llenó de desgracias... ¿Que fue lo que sucedió?

—No lo sé, la encontré en el bosque, pensé que podría encontrar respuestas con usted majestad.

—Pero antes, deberíamos prepararla hay que darle una sepultura digna a la joven princesa.

William siguió a la sirvienta que la princesa Constanza llamo, una vez que se alejo no pudo evitar sonreír, todo parecía marchar a la perfección, su plan se estaba llevando a cabo solo le faltaba encargarse del duque pero supuso de inmediato que sería sencillo, con el corazón destrozado estaría dispuesto a aceptar cualquier reemplazo para su esposa. La princesa Constanza se dirigió hasta la habitación donde se suponía que debían estar preparando a la joven princesa Leonor, miró la ha lleno de velas y el cuerpo que ya había Sido cubierto por una sábana blanca, se a erco a este para acariciar su cabellera rubia.

A un Océano de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora