Capítulo 02

688 57 0
                                    

-Su voz aleja el silencio, su mirada trae la luz. Cada año con ella, el universo tiene una estrella. La vida llega, una mirada nos descubre, es ella...

-Repítelo de nuevo.- ordeno Yukiko, interrumpiendo a la joven de cabellera rubia.

-Su voz aleja el silencio...

-Repítelo de nuevo.- ordeno Yukiko mientras golpeaba el abanico contra su mano.- deberías tener más gracia al pronunciar las palabras. Hazlo nuevamente.

-Su voz aleja el silencio, su mirada trae la luz. Cada año con ella...

-Basta, deberías tener más concentración al pronunciar las palabras Miu.

-Pensé que debería tener gracia.- pronuncio con cierto son de burla, el antiguo líder de la familia.- Torturando a nuestra pequeña nieta desde temprano, Yukiko.

-No deberías estar aquí.- pronuncio con molestia la mujer mientras evitaba mirar al hombre.- estas interrumpiendo nuestra clase.

-Tu hora de ensayos poéticos ha terminado, mira hacia el sol y notaras que es mi turno.

La mayor miro en dirección hacia el sol para comprobar que efectivamente su tiempo de clases se había terminado, se levantó de su lugar y sin despedirse salió de la habitación.

-Hoy hablábamos sobre los milagros y creo que el mío será cuando vea que ustedes dos nos discutan.

-Esa mujer y yo jamás lograremos llevarnos bien.- confeso el mayor tomando su lugar. La joven lo observo con atención antes de soltar una breve risa. -Te estas convirtiendo en una señorita ejemplar para el clan, traerás gloria a nuestra familia no lo dudes.

-Hare lo necesario porque así se, Ren-sama.

Pronuncio la joven acompañada con una reverencia en forma de respeto, el mayor le sonrió con ternura mientras palmeaba su cabeza con cariño.

-No tienes por qué hacer eso conmigo, mi cariño hacia a ti siempre estará incluso aunque cometas errores. Debes recordar que cada error nos hacen humanos, en especial cuando aprendemos de ellos.

La joven levanto la cabeza y tomo lugar a un lado de su abuelo, para observar el mar, miraban a las personas pasar, a niños riendo, miraban a personas que eran libres. Y como cada vez que se comparaba con las personas y su persona, Miu no pudo evitar sentirse tan diferente, sabía desde un principio que el lugar que le habían dado no le pertenecía. Desconsuelo, aflicción, pesar, desdicha, amargura, esos sentimientos eran uno de los tantos que le invadían a la joven, al recordar que en realidad no pertenecía a la familia Nakamura.

-Tener tantos pensamientos en silencio son como tener una muerte lenta.

-Es mejor una muerte lenta a una con deshonor.- respondió la joven sin apartar la vista de la gente que caminaba a su alrededor.

-Deberías quitar de tu cabeza todas las ideas que Yukiko ha implantado en ti, recuerda que tu verdadera familia que querrá sin importar lo que pase.

La joven sonrió con una notable alegría, recordar que había personas que la amaban sin importar la razón alborozaba su corazón. La puerta fue abierta, una sirvienta con reverencia se dirigió a ambos con respeto.

-Miu-sama, ha sido llamada con urgencia por su madre, Hana- sama tiene un mensaje especial para usted.

La joven se levantó con entusiasmo, debido al aumento de sus clases personales y el trabajo de sus padres, tenía días sin verlos. Corrió a través de los pasillos ignorando las miradas y murmullos por su conducta poco apropiada para la señorita del clan. Al llegar a la habitación asignada toco la puerta un par de veces, abrió la puerta sin esperar respuesta, con sus ojos verdes escudriño la habitación y observo a sus padres, sin esperar a la aceptación a la entrada entro a la habitación para envolver sus brazos hacia su madre.

-Madre.- soltó con cariño, mientras su corazón se llenaba de satisfacción.

-Mi preciosa hija.- respondió la mayor recibiendo con amor el abrazo de su hija, miro a su esposo con una pequeña sonrisa, no le sería fácil darle la noticia.- Miu, tenemos que hablar sobre un asunto importante.

-¿Europa?- pregunto la joven aun con sorpresa, tras la noticia.

-La familia Lethood acepto cerrar el trato con la única condición de hacerlo personalmente.- explico nuevamente Takeshi mientras miraba a su hija.- Nos encantaría llevarte Miu pero...

-Lo entiendo.- trato de responder la joven con rectitud.- por favor enviarle mi más grande pésame de mi parte a la familia Lethood.

-No tienes por qué fingir estar bien.- consoló su madre.- la idea de estar lejos de ti, tampoco es de mi agrado.

-Los extrañare tanto.- confeso Miu, dejándose envolver por los brazos de sus padres. Nuevamente los sentimientos negativos se hicieron presentes, jamás había estado alejada con sus padres, incluso a pesar de que había días que no se veían, el tan solo saber que ellos se encontraban dentro de casa le daba un gran consuelo a la joven, pero ahora tendría que pasar por su ausencia en todos los sentidos durante varios meses.

Los preparativos para el viaje se terminaron en un par de días, la hora de la despedida se acercaba y ellos no sabían cómo enfrentarlo. Si bien la existencia de la unidad era algo con evidencia que tenían como familia, jamás habían notado lo fuerte que este era, pues tan solo con una mirada daban la evidencia de su dolor.

-Te extrañaremos tanto.- confeso Miu mientras examinaba el rostro de su hija con cuidado, no quería perderse ningún detalle de era. Los recuerdos de cuando apenas y era una bebe invadieron su mente, el como creció para convertirse en lo que era ahora, una hermosa joven.

-Yo también los extrañare.- respondió la joven tomando las manos de su madre.

-Miu sin importar lo que pase, recuerda siempre permanecer en casa.

-Si padre.

-Te amamos.

-Yo también.

Hana miro a su hija por última vez y con lágrimas en los ojos beso su frente, antes de dirigirse hacia el barco, sabía que no podía despedirse de ella, el sentimiento de nunca volverla a ver era lo que más quería evitar. Después de una larga despedida con la mira, Hana y Takeshi partieron rumbo a Europa, dejando parte de su corazón en su país. Por parte de la joven, el sentimiento de soledad se implanto con más intensidad en su corazón, ahora sabia el verdadero sentimiento de añorar a alguien.

-Los sentimientos guardados son como una muerte lenta y dolorosa.- pronuncio el mayor tomando asiento al lado de la joven.

-Jamás pensé en separarme de ellos de tal manera, sé que volverán, pero mientras el tiempo que estén ausente mi corazón les llora por su regreso.

-Debe ser difícil, pero recuerda que mientras no estén puedes ocupar tu mente y corazón. Qué tal si aprendemos algo nuevo para sorprenderlos.

-Estoy segura que les encantara que los reciba con una gran bienvenida.



A un Océano de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora