Debido al incendio en dónde se encontraba el cuerpo del archiduque los preparativos del funeral se llevaron con prisa, querían darle una despedida apropiada antes de que ocurriera algún otro accidente.
Miu se acercó al ataúd el cual se encontraba sellado, dejo una rosa blanca y miro a Verónica quien también dejo una rosa blanca, seguían sin saber nada del paradero del verdadero archiduque pero, aún así no pensaba dejar al descubierto la verdad, tenía que actuar con una profunda tristeza. La joven princesa quien ahora mismo era tan lamentable a la vista de todos, quedó huérfana de madre, perdida en un lugar desconocido, su único hermano había muerto y su esposo no estaba presente, ni siquiera su padre.—Aunque no seas mi hermano, te deseo un descanso lleno de paz—Miu hizo una leve reverencia al ataúd, retrocedió lentamente y se puso de rodillas, sintió como alguien tocó su hombro, ni siquiera hizo falta que girará para saber que se trataba de sus padres adoptivos quienes acompañaban a la joven en su duelo, todos miraron sorprendidos la acción de la princesa pero no dijeron nada debido a que el rey se encontraba presente.
Después de eso el funeral fue un completo silencio, incluso en el entierro no había nada más que un agonizante silencio.—Miu, querida, deberías descansar un poco—dijo su padre cuando observo a su hija que se dirigía al carruaje.
—El viaje hasta el palacio es demasiado largo,¿que tal si te quedas con nosotros?
—Nada me encantaria más en el mundo pero, debo ir a ver a mi padre. Debe de estar devastado.
—Un hombre que ni siquiera se digno a presentarse en el funeral de su hijo debe de ser un mal padre.
—Cariño, no digas eso, puede que este devastado. Ya perdió a su esposa, también a su hijo...
—Soy lo único que le queda—dijo Miu tomando la mano de su padre, este le miró y se acercó para abrazar a su hija.
—Y tu eres lo único que tenemos. No vayas, por favor, tengo un terrible presentimiento.
Miu miró hacia el carruaje bastante dudosa, sabía que debía ir y averiguar algo de información, de alguna forma sabía que él era particularmente extraño,pues para ser un hombre que perdió a su hija y la volvio a ver después de tanto tiempo no era cariñoso o demostraba su afecto de ninguna forma.
—Está bien, quédate con tus padres hoy.
—Pero...
—Majestad, recuerde que debe guardar luto.
Menciono Verónica guiñando su ojo mientras ella subía al carruaje, Muy asintio con una sonrisa mientras se marchaba al carruaje dónde viajaban sus padres para irse con ellos a su hospedaje, en algo tenía razon sus padres, debía descansar y es que desde que se dió cuenta que algo andaba mal no descanso completamente.
Desde su lugar observaba por la ventana del carruaje el paisaje del campo, sin embargo le parecía extraño que hubiera un extenso silencio, normalmente las aves cantaban y el camino concurrido por los campesinos. Miró con mas cuidado hacia la ventana y sintió como perdió por un segundo el aire cuando vio una gran columna de humo negra, eso significaba una sola cosa.—¡Detenga el carruaje!—ordenó Miu a lo cual el cochero comenzó a disminuir la velocidad.
—¿Que sucede Miu?
—Madre, ve de regreso al cementerio a buscar ayuda, es un incendio.
—Espera, Miu.
Ignorando el llamado de su padre Miu salió corriendo del carruaje, es que la dirección en la que este iba era al palacio, eso significaba una sola cosa, habían atacado a Verónica, posiblemente una emboscada en su búsqueda.
Miu llegó hasta el lugar donde provenía la columna de humo, miró el carruaje completamente incendiado.—¡Verónica! ¡Verónica!—grito su nombre con la esperanza de escuchar una respuesta pues sabia que ella era alguien bastante astuta y no se dejaría vencer de tal manera—Verónica.
Grito nuevamente su nombre, escucho un quejido y se acercó hasta este, vio a Verónica cerca del fuego y herida, sin perder el tiempo se acercó a ella para arrastrarla lejos del fuego.
—¡Cuidado! —Grito el padre de Miu, saco su espada para proteger a su hija y con un golpe certero acabar con este.
—Verónica,¿que sucedió?
—Él...—apenas pronuncio antes de soltar un quejido, había Sido mal herida—Vete... Vete y ponte a salvo, Miu.
—No voy a dejarte.
Verónica sonrió y negó, miró al padre de Miu, este se acercó con cierta cautela mientras miraba a la joven.
—N...no está a salvó, lleve a la princesa a casa—pronuncio Verónica con dificultad antes de cerrar los ojos. Miu aguanto las ganas de llorar mientras su padre la abrazaba, el sonido de varias personas captaron su atención de inmediato el padre de Miu se levantó con su espada pero bajo está a ver a varios guardias y su esposa.
—Princesa—los guardias se acercaron con prisa para ayudarla, de inmediato la suegra de Miu también se acercó para tomar a Verónica entre sus brazos.
—Sigue con vida, llamen de inmediato a un médico, y carguen con cuidado su cuerpo—ordenó a los guardianes los cuales se apresuraron a obedecer —Se fuerte Verónica, aún no es tu momento.
Miu vio como todo era un completo caos, se suponía que solo debia ser una esposaa ejemplar, debió haber tenido una vida tranquila dónde su única preocupación era la crianza de sus hijos pero, toda su vida se habia vuelto un completo desastre, ella no sabía cómo ser una princesa,mucho menos enfrentar las dificultades de estás. Se puso de pie cuando su padre le ofreció su mano ella de acercó para abrazarlo al igual que su madre quien le confortaba.
—Vayamos a casa —dijo Miu a lo cual sus padres asintieron.
—Por supuesto, vayamos a casa.
Los tres se encaminaron de regreso al carruaje sin embargo Miu se detuvo por un momento para recoger un pequeño broche, pensó que sería algo de Verónica así que decidió guardarlo para dárselo después.
🌊🌊🌊
Una vez que tomo un baño Miu se decidió por tomar un descanso, tenía tantas cosas que hacer al día siguiente que solo quería descansar, se sentó por un momento para buscar donde guardar el broche por lo que lo puso junto con sus otras joyas pero, entonces se detuvo por un momento, vio el collar que le habia pertenecido a su madre para después ver el broche el cual parecía tener un diseño similar y entonces lo recordó, aquella vez que su padre el archiduque decidió ir a visitar para darle un regalo el lo traía puesto, entonces eso solo significaba una sola cosa, él habia atacado su carruaje, él había lastimado a Verónica.
Cegada por la ira Miu tomo un arma y el broche para así salir en secreto para ir a la mansión del aarchiduque. En momentos como estos agradecía tanto a William por enseñarle a calbagar porque de lo contrario habría sido descubierta de inmediato al tomar el carruaje, no sabía que iba a hacer con exactitud pero, si que tendría un gran desafío con su verdadero padre.Al llegar a la mansión Miu entro por el pasadizo secreto que su hermano alguna vez menciono, estando adentro fue directo a la habitación del archiduque sin embargo sentía algo extraño, no había sirvientes,ni habia visto a los guardias, de hecho había demasiados silencio. Una vez que entró a la habitación Miu llevo su mano a su boca para evitar gritar, no podía creer lo que veía, su mano sobresalía de la cama, está goteaba sangre y por el charco de sangre supo de inmediato que ya tenía mucho tiempo muerto, no podía creer que él aarchiduque estaba muerto
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A un Océano de ti
Historical FictionUna ley impuesta para mantener el honor en el clan Una joven extranjera se convierta en la hija del proximo líder del clan. Toda una vida complaciendo a los demas para mantenerse a la altura de la família. Un error, Una ley y Un castigo. ¿Prefieres...