Capítulo 01

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El sonido de la lluvia y los relámpagos eran como una melodía de tristeza y cruel agonía para la joven que se encontraba llorando con amargura dentro de su habitación, una mujer con una belleza e inteligencia inigualable, esposa de un buen hombre, la esposa de la cabeza del clan Nakamura, no podía procrear, no podía dar un heredero para su familia. Haciendo que su lugar como esposa fuese cuestionado por todos, los rumores y murmullos de su ser no cesaban desde que la noticia fue conocida.

-El joven amo se ha negado a tomar otra esposa.

-No entiendo como el señor puede estar con ella, debería buscar a una mujer acta para ser la esposa del clan.

-Si siguen murmurando de esa manera, lo único que lograran es que las saquen a la calle-.reprimió una de las sirvienta a sus compañeras que no habian dejado de murmurar sobre la esposa del clan-deben recordar que aún sigue siendo la esposa del amo.

-Si tienen tiempo de murmurar, también de trabajar.-la voz de la madre de la joven esposa del clan había sonado con rencor y furia, miraba a las tres señorita con odio, un odio que habían notado, se despidieron con múltiples reverencias mientras rogaban en su interior que la mujer las perdonará por sus comentarios, sabían que con tan solo una palabra aquella mujer podría llevarlas a la calle- ¿Cuánto tiempo seguirás lamentándote Hana?- pregunto con cansancio aquella mujer mientras observaba a su hija.

-Cómo puedes entrar a mis aposentos y minimizar mi insignificancia.¿Qué no has notado la gravedad de la situación? ¡Soy la esposa del sucesor y no puedo darle un heredero a mi esposo!

-Tu esposo tiene un hermano menor, él puede tomar el puesto de sucesor.

-No lo entiendes, anhelo tener un hijo del cual cuidar, del cual pueda verlo crecer y no solamente yo, Takeshi también, lo mejor será que tome por esposa a otra.

-¿Cómo puede pedirme mi propia esposa de mi juventud, repudiarla?-pregunto con un gran sentimiento de ofensa Takeshi mientras entraba a la habitación. Al notar su presencia innecesaria, la madre de la joven salió con cautela.

-No puedo darte lo que más anhelas, ve y toma por esposa a otra, o así quieres a una concubina.

-Jamás podría hacer tan ofensa, solo soy esposo de una sola mujer.

-De una mujer estéril.

-¿Qué acaso no soy suficiente para ti?, ¿Por qué desear un hijo?

-Porque era lo que más deseábamos desde nuestro compromiso, ¿Cómo podría olvidar el deseo de nuestra juventud? Nuestras promesas.

-No necesitamos a un hijo para ser feliz.

-No lo entiendes-respondió con rabia la mujer despreciando el consuelo de su esposo, sentía que aquel amor no era suficiente. Los sentimientos ahogados, estaban comenzando a surgir, el dolor de seguir en aquella habitación estaba aumentando, necesitaba huir de su realidad.

Se levantó de su lugar con lágrimas aun en los ojos, huyo de su esposo dejándolo atrás, huyo de su casa, en busca de algún consuelo en el exterior, la llovía no paraba, el mar estaba agitado como el corazón de la joven, en su corazón sentía que tenía que terminar con todo, y era como si la profundidad y el salvajismo del mar, le estuviese concediendo la solución. Se introdujo a las aguas del mar lentamente, dejándose guiar por las olas, su mente no oponía resistencia, parecía ser el fin de la joven, hasta que un sonido, un llanto dio esperanza a ese corazón destrozado, entre las olas del mar había una barca, el llanto provenía de aquel lugar, olvidando aquel sentimiento de dolor, se armó de valor y nado hasta la barca, entre arrebatos de valor, llego hasta ella, subiendo dentro encontró a una mujer con una bebe entre manos.

A un Océano de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora