Capítulo 14

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La primera noche de la joven en Londres fue bastante tranquila, William le habia cedido la cama para que ella durmiera con tranquilidad mientras que él dormia en la oficina que estaba conectada con la habitación, por asi decirlo se habia adueñado de la habitación y aunque al principio habia sido incomodo cuando William le pidió qhe respetara su decisión ella ya no tuvo mas objeciones, habia sido una decision de su esposo y como una buena esposa ella debia aceptar.
Las mañanas en Londres eran diferentes que en su ciudad natal, ahora ya no tenia actividades, no tenia un horario donde le indicara cuando debia tomar el desayuno, cuando comenzaban su estudios, cuando eran las meriendas, la comida, su clases de poesía, danza ni poema, ahora solamente se habia dedicado a vestirse y a esperar a su esposo quien solamente la llamo para el desayuno. Un desayuno del cual ella no estaba acostumbrada, miraba el plato con curiosidad por lo que comia o bebía, miraba los utensilios y trataba de adivinar para cual era cada uno de ellos.

—¿Y que haras el dia de hoy querido?—pregunto la duquesa Barbara quien miraba con atención a su ahora nuera.

—Terminare la administración del barco. Necesitamos empezar a negociar con los mercaderes.

—Me encanta negociar con esos hombres siempre me divierten.

—Mas bien te divierte burlarte de ellos—dijo William recordando lo que habia sucedido la ultima vez.

—Que te puedo decir. Creen que por que somos mujeres de la alta clase no somos capaces de llevar cuentas y administración, vaya cosa mas absurda... Y dime cariño, ¿que planes tienes hoy?

Miu miro a la duquesa un tanto nerviosa para despues observar a William, él bajo su taza de té para acomodarse algo incómodo en su asiento, nunca habia pensado a detalle lo que haria con Miu al llegar a Londres, siempre penso en darle la libertad y que ella hiciera lo que quisiera pero lo unico que su esposa queria era seguirle y esperar a que le dijese algo asi que era dificil saber con exactitud lo que ella queria.

—Le mostrare las caballerisas.

—Eso suena excelente, ya veras que te encantaran. Deberias ir y dar un paseo con ella en el jardin las flores este año estan hermosas.

—Lo haremos.

—Bueno, estoy satisfecha. Cariño andando antes que se haga tarde, escuche que hay nuevo mercaderes y no quiero perderme de nada—dijo entusiasta la duquesa mientras se levantaba de la mesa, su esposo rio con gracia mientras la seguia y es que el simple hecho de estar a su lado ya era toda una aventura.

—¿Tu padre le permite a tu madre ser participe de su trabajo?—pregunto con cierta sorpresa la joven mientras observaba a ambos adultos retirarse.

—Puede decirse que son un gran equipo. Mi padre es un excelente comerciante y podriamos vivir muy bien pero mi madre ella es bastante astuta asi que nos permite darnos lujos extras.

—Su madre es increíble.

—Lo es y tambien bastante única asi que por favor tenle paciencia, a veces su manera es un tanto precipitada.

—Tendré el cuidado, muchas gracias por el consejo.

William dio la conversacion por terminada pero cuando noto que Miu casi no habia tocado nada de su plato dejo de comer.

—¿Te ha desagradado el desayuno?

—Al contrario, es excelente—se apresuro a contestar la muchacha—. Lamento si te e ofendido al no comer es solo que no son cosas las cuales estoy acostumbrada. No entiendo del todo como funcionan todos lo utensilios. Me enseñaron la base de todo evento social pero nunca de la simpleza de un desayuno.

—No deberías preocuparte por esos asuntos con nosotros.

—Entiendo que no son muy revelantes para usted pero me gustaría aprender— pidio Miu sorprendiendo a William por la petición.

—De acuerdo. Entonces mañana nos dedicaramos a aprender la etiqueta de Londres pero por ahora me encantaria llevarte las caballerisas.

William se levanto de su lugar se apresuro a ir hasta el lugar donde se encontraba sentada Miu y le extendio su mano como invitación para que le acompañara, ella tomo su mano un tanto insegura pero al recordar la imagen de varias mujeres quienes tomaban del brazo a los varones cuando llego sabia que era algo normal por lo que ella con mas seguridad tomo su brazo para encaminarse hasta las cabellerizas.
William le explicaba el camino que se tomaba de su hogar a las cabellizad y como por pequeños objetos ella podia localizarse debido a que su hogar era demaciado grande queria evitar que la joven se perdiera y pasara por un mal momento.
Al llegar William abrio las grandes puertas y Miu observo asombrada a todos los caballos, no es que ella nunca antes haya visto uno los observaba todo el tiempo desde la lejania, es solo que no habia estado tan cerca de ellos, eran mas grande de lo que aparentaban y para ella habia resultado tambien ser los mas hermosos.

—Este es mi caballo desde que ella niño—dijo William mientras acariciaba la cabeza de su cabello negro que era pura sangre—su nombre es trueno.

—¿Trueno?—pregunto curiosa a lo cual William río.

—No es todo un gran nombre pero era un chiquillo cuando escogi su nombre... ¿Quieres montarlo?

—Yo nunca e montado a caballo
—confeso la joven.

—No te preocupes, yo te enseñare.

William tomo las cosas y comenzo a preparar a su caballo. Mientras ajustaba la silla notaba como ella acariciaba al caballo con cierto temor mientras sonreía, su caballo se acerca a ella y ella tan solo reia por las cosquillas que este le provocava cuando pasaba cerca de su cuellos. William saco a su caballo y Miu lo siguio de cerca, de un solo salto William subio a este pero Miu solamente lo miraba desde abajo, debido a su vestido ella no podria montar a caballo como William así que dio por echo que el paseo seria otro dia pero miro como el caballo se arrodillo, William tomo su brazo y la sento sobre sus piernas antes de que el caballo se volviera a levantar.
Cuando el caballo volvio a levantarse Miu se aferro a William, sentia que estaba demaciado alto y cuando el caballo comenzo a moverse fue un tanto extraño para la joven pues sentia que en cualquier momento pudiese caer.

—Tranquila, estoy contigo—dijo William al sentir como ella se aferraba mas a él.

—Siento que estoy en una nube y que podria caer el cualquier instante.

—Si es asi, yo caere contigo para protegerle.

Ella sonrio ante sus palabras y decidió confiar para despues prestar mas atención al paisaje, era un gran campo lleno de flores hermosas, alguna de ellas no las conocía y era todo un nuevo mundo para ella, era una nueva vida a la cual podia sentir que podría acostumbrarse.

A un Océano de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora