A la mañana siguiente
1er día del festivalSenjuro podía sentirse ansioso. Por fin asistiría a otro festival, vería y compraría cuentos y libros que llamarán su atención, pasearia por todo ese boulevard de tiendas callejeras. Pero no estaba nervioso por eso, en ese momento, está presenciando una batalla campal en pleno desayuno. Kyojuro y Marion estaban empecinados en ignorarse entre si, lo que hacía que el ambiente se sintiera extremadamente tenso.
Esa mañana había transcurrido con bastante normalidad, casi al amanecer su hermano se despertó para entrenar con la espada en el jardín, Marion por su parte también se levantó temprano para ayudar con los quehaceres en sustitución de la señora Fubuki e incluso su padre había salido del encierro para acompañarlos a desayunar. Sin embargo, nada estaba bien.
Cansado de estar en medio de dos glaciares, Shinjuro fue el primero en hablar con un tono irritado.
—Si van a pelear, al menos procuren que toda la prefectura no se entere de ello...— iba a mencionar otra cosa, pero cerró la boca cuando dos miradas sombrías se dirigieron a él. Su hijo mayor sonreía como habitualmente hacía pero se notaba que sentía de todo menos felicidad, por su parte la peliazul si lo acribillaba con la mirada, posiblemente con un desconocido enojo en aumento. Hacía tiempo que no trataba con mujeres, era tan difícil saber que era lo que pasaba por su cabeza.
—Shinjuro-san estás volviendo a apartar las verduras de la comida, eso está mal. Debería servirte solo eso de ahora en adelante? Lo comerá?— sus ojos azul claro se volvieron un poco más pálidos y siniestros, producto del irritante temperamento.
Kyojuro espero a que Senjuro terminara de volver a servirle arroz en su tazón. Después de varios bocados de degustación, asintio y se dirigió a su padre con un tono fingidamente alegre y ruidoso.
—Haz estado tomando más alcohol de lo normal padre. Deberías cuidar mejor de tu cuerpo—
Los comentarios iban y venían, todos dirigidos hacía su persona. La pareja ni siquiera necesito ponerse de acuerdo entre ellos, simplemente había decidido mutua y mentalmente acribillarlo con toda clase de quejas. Desde su constante encierro, hasta la manera en que poco a poco se ejercitaba menos. Incluso había tenido la osadía de decirle que gracias a su falta de ejercicio se convertiria en una vieja y obesa mandarina. Era el colmo. Dió un buen golpe a la mesita, haciendo que los platos se elevaran levemente y callara de forma automática a los presentes.
—Soy su padre, merezo respeto—
—No, no lo es—
Después de escuchar una afirmación tan cortante, Shinjuro señaló acusadoramente a la peliazul.
—Tu padre no esta y eres la novia de Kyojuro, eso te hace mi nuera... por tanto soy tu nuevo padre. Así que muéstrame más respeto mocosa—
Los 3 jóvenes quedaron petrificados en su asiento, los hermanos Rengoku se dieron un golpe mental en la frente ante el comentario fuera de lugar de su padre, mientras que Marion no supo que decir. La ex Kakushi se sonrojo, tartamudeado una respuesta.
—Yo... No soy la novia de Rengoku-san, no soy tu nuera y por tanto no eres mi padre. Además, el sigue con vida así que no tienes que tomar su lugar— trato de sonar mordaz pero fracaso estrepitosamente. Además, se había dado cuenta demasiado tarde que reveló algo que no quería. Se mordió el labio mirando de reojo al pilar, tal vez no se había percatado de lo que dijo. Pero él ya estaba mirandola atentamente, como si estuviera escarbando en su interior algún recuerdo lejano— Creo que el desayuno ha acabado. Es hora de irme, tengo cosas que hacer—
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Flama『炎』
ФанфикKujo Marion perdió su hogar en manos de un demonio. Siendo la única sobreviviente de la masacre, no tiene más alternativa que seguir con su vida e intentar progresar en una civilización que solo la ve para un solo propósito. Rengoku Kyojuro, el pil...