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El albino hizo una última reverencia hacia Juro antes de salir de la habitación, dejando solos a los dos pilares de la llama. Kyojuro pensó que la mujer hablaría sobre alguna falta que estaba haciendo, lo regañaría u mencionaria como siempre la mala crianza de su padre. Pero la mujer se quedó en silencio, Jiro había dejado una tetera llena y 3 vasos en una bandeja de madera cerca de donde había aparecido, él siguió a la Ex pilar con la mirada mientras se dirigía a la bandeja, agachando apenas su cuerpo para tomar la bandeja con una mano, los objetos de la base se balancearon ligeramente cuando la mujer volvió a levantarse. Kyojuro tuvo que reprimir el impulso de ayudarla. En una ocasión, cuando era más joven, su abuela le había reprendido cuando intento ayudarla pensando que no podía valerse por si misma al faltarle un brazo, sonrió ante el recuerdo, ella le había dicho que salieran al jardín para hacer un duelo amistoso. Y si ella ganaba, nunca más la trataría convaleciente, pero si el ganaba ella admitiría que necesitaba ayuda. La anciana ni siquiera se contuvo, ese día lo había molido a palos con la katana de entrenamiento. En cierto punto, podía ver qué era lo que el Ex pilar del Rayo veía en ella. Tenía un mal genio, pero nunca dejaba a nadie atrás, aparentaba no preocuparse por los demás pero siempre era la primera es salir a la ayuda de otros.

El frufru de su kimono lo hizo volverse nuevamente al frente, esperando a que ella volviera a su asiento y le sirviera algo de té. Aún le inquietaba el saber de qué querían hablar a solas, pero su recuerdo de la infancia lo calmó un poco. La anciana no haría algo que no fuera para su bienestar.

—Shinjuro alguna vez hablo sobre tu abuelo?— la pregunta cayó sin previo aviso, la mujer le tendió la taza con el té listo antes de continuar— Me case con él porque habíamos llegado a un acuerdo. Mi madre insistía en que debía seguir las tradiciones y que una mujer no debería hacerse cargo de algo tan grande como el clan— movió su té para que el líquido hiciera una especie de remolino, sonrió con ironía al recordarlo— Me había convertido en cazadora porque anhelaba libertad, mis chicas también  la poseen y quiero que siga así incluso si tú tomas el control. Aunque no puedo culpar que mi madre pensará lo contrario, fue criada con una doctrina incluso más estricta que la mía no aprendió otra cosa que no fuera a asentir y ser servicial. Los niños estos, la casa aquello, las mujeres deben hacer esto y los hombres lo otro. Era un dolor de cabeza constante—

Kyojuro se mantuvo en silencio, suponiendo que no debía comentar nada sobre las preciadas y dolorosas memorias de la mujer. Su padre casi nunca hablaba de su familia, solo lo había hecho en pocas ocasiones y solo mencionaba a su abuela. Su abuelo había muerto antes de que él naciera, así que no tenía una imagen concreta del hombre. A su mente acudió la escena del pilar del rayo con su abuela, y trato de desechar de su mente los rumores que circulaban de ellos.

—Para no seguir teniendola repitiendome una y otra vez lo mismo, accedí a casarme cuando fuera dada de baja de la organización. Mi madre acepto de inmediato, aún no se si esa mujer era una bruja o simplemente me deseo mal a partir de ese momento— rio sin muchas ganas, la amargura había teñido el tono de su voz como si estuviera reviviendo una asquerosa pesadilla. Tomo un poco de su té, sintiendo el líquido más amargo de lo normal— No creí que tardaría mucho en suceder, con tan solo 23 años había perdido mi brazo derecho y todas las posibilidades de tener mi preciada libertad. Mi madre ni siquiera espero a que terminara de recuperarme. En cuanto estuve conciente, en una cama ensangrentada tiro un fajo de carpetas con todos los nombres, apellidos, prestigios de los hombres que estaban dispuestos a unirse con el clan Rengoku en una sociedad—

Kyojuro paro de beber en cuando escucho "sociedad" miro a su abuela con la ceja levantada, esperando no equivocarse en lo iba a decir.

—Ibas a perder el apellido?— Juro le sonrió como si se lo estuviera confirmando.

—No esperarás que pierda la oportunidad de liderar a esta familia y retorcer un poco sus tradiciones o si?— la pregunta sonó tan retorcida como la propia personalidad de su abuela, era una mujer que le gustaba el poder porque eso se daba oportunidades de corregir cosas que creía erróneas. Pensó en toda la niñez que tuvo que pasar su padre y sintió un leve escalofrío— Busque un hombre que aceptará mis condiciones— levantó 3 dedos de su mano, señalando la cantidad con ellos— 1.-Conservar el apellido, 2.- Tener total libertad de mis asuntos, a cambio yo tampoco intervendria en los suyos; Y 3.- En cuánto tuviera un hijo dejaríamos de dormir en la misma habitación— se encogió de hombros para quitarle importancia al asunto— Shinjuro llega más pronto de lo que pensé, y no necesite más de ese hombre—

Kyojuro tomo algo de valor antes de encararla.

—La llegada pronta de mi padre no tiene nada que ver con el Ex pilar del rayo?— se puso tenso cuando su abuela dejo de beber de su té, la mujer no lo miro. Se quedó observando el líquido de su vaso, como si tratará de volver a aquel tiempo.

—Nuestra familia tiene un historial Kyojuro. Aunque es algo más parecido a una maldición— estaba más tranquila de lo que pensaba, su expresión se había tornado triste— Si te casas y compartes con alguien que amas, eventualmente aquella unión terminara en la muerte. He visto a mi padre morir al decidir casarse con mi madre y tú haz visto la misma decisión en tu padre. Yo no estaba dispuesta a probar la maldición, aunque creo que fui una cobarde— volvió a reír mientras su voz se iba desvaneciendo de su garganta— Decidí que ninguno de los dos merecía morir, así que acepte a un hombre que pasaba más tiempo en un burdel que en su hogar. Solo necesitaba un hijo para continuar con la tradición y, en cierto punto, agradecí que fuera de Jigoro. No podría imaginarme tener que continuar compartiendo la cama con un hombre asqueroso—

—Kuwajima-san sabe que mi padre es su hijo?—

—No, nunca se lo dije. Aunque creo que siempre lo ha sospechado— la mujer bajo la taza hasta una pequeña pieza de madera. Al fin había levantado la vista hasta los ojos de su nieto— Lo que quiero decirte es que si escojes a la chica uno de ustedes morirá. Puede ser el mismo día, el día siguiente e incluso puede pasar un tiempo, pero la inminente muerte siempre estará al acecho. Supongo que es parte de nuestro destino como cazadores algo parecido a la terrible desdicha de los Ubuyashiki— su espalda se enderezó, deshaciéndose de todo rastro de sentimentalismo. Su voz se torno más seria y demandante— Voy a prestar mi ayuda en esta misión, pero si voy a advertirte que cuando termines con todo esto dejes a la chica. Es lo mejor para ambos, tu padre ya no puede soportar perder a otra persona y no creo que tú puedas sobrellevar la muerte en caso de que la chica sea quien parta—

Después de meditarlo por un largo rato, Rengoku hizo una reverencia y comenzó a levantarse de su asiento. La mujer lo siguió con la mirada sin tratar de añadir o convencerlo más.

—Estoy agradecido de que me hablaras sobre nuestra familia. Saber nuestros orígenes es gratificante y decir que Kuwajima-san es parte de nuestra familia es agradable. Es un gran hombre, fue un excelente pilar y un líder innato— Tomo una pausa para añadir un pero— No dejaré que está historia me detenga, quiero ser feliz junto a Marion. Tal vez todos los incidentes sean solo terribles casualidades y aún si es así, la belleza humana está en su efímera existencia...— se volvió a la salida, dándole la espalda a su abuela mientras ocultaba sus emociones— Lo único que podemos hacer es disfrutar de la vida mientras aún tengamos la oportunidad de hacerlo. No quiero perder mi preciado tiempo pensando en una maldición, disfrutaré cada minuto a su lado. Si en algún momento llega a suceder algo que nos separe inminentemente, entonces agradeceré cada segundo que pase junto a ella y grabaré en mi corazón estos sentimientos— camino dos pasos antes de ver por el rabillo del ojo la líder del clan— Permíteme reunirme con las aspirantes para comunicarles mi decisión—

La mujer asintio sin dirigirle más la palabra, dejo que su nieto comenzará a encaminarse a la salida. La reunión había terminado, expuso aquello que le carcomía la existencia. No había hablado de aquello con Shinjuro en su juventud y eso la hizo creer que en parte era su culpa de que su hijo estuviera consumido en la depresión. Pensando en el tal vez, si la situación hubiera sido diferente. Cuando Rengoku abrió la puerta corrediza sus labios apenas formaron una oración silenciosa.

—Kyojuro, las casualidades no existen— El Shōji se cerró antes de que el bicolor pudiera escuchar aquellas palabras dichas en murmullos.

🌿Nota: Será doble capítulo está semana 🤭 el próximo lo publicaré mañana o el viernes 💕

Flama『炎』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora