Llegaron al centro del pueblo un poco más tarde que el día anterior, como había planeado, Shinjuro se ofreció con indiferencia a acompañarlos. Marion lo miro de reojo mientras caminaba al lado de su hijo menor. El hombre se encargaría de proteger a Senjuro, ayudar a minorizar las bajas de civiles y en el peor de los casos, quien se encargaría de separarla de Rengoku. Uzui estaba cerca aunque no sabía exactamente dónde, habían acordado que no se encontraría hasta tener al chico acorralado. Seguramente ya debía estar lo suficientemente cerca como para observarla, tratando de controlar el nerviosismo que sentía miro hacía abajo comprobando que su kimono resaltaba lo suficiente. La melena bicolor la hizo desprenderse de su estado de alerta, Kyojuro había bajado un poco la cabeza para reposarla en la suya. Ella iba a acariciar la cabellera bicolor pero se detuvo al notar que Shinjuro los observaba con una ceja arqueada, volvió la vista nuevanente al camino con un leve rubor en las mejillas. No sabía si el mayor de los Rengoku era capaz de saber lo que habían hecho la noche pasada, no había dicho nada en el almuerzo y tampoco se había acercado a ella para encararla. Suspiro, pensando que tal vez el hombre se sentiría decepcionado si descubriera el porque de sus acciones.
—Hoy estás vestida con tonos brillantes— dijo Kyojuro cerca de su oído, luego fugazmente le dió un beso en el cuello— Te queda bien, el color resalta tus ojos. Te ves hermosa—
La peliazul concentro todo su ser para continuar mirando el camino, no sabía que era lo que pasaba pero ahora que Kyojuro estaba tan cerca se sentía extraña. Sus manos sudaban levemente y sentía un cosquilleo en todo el cuerpo, era consciente de cada roce y cada movimiento que hacía. Sintió la mano del bicolor pasar por su espalda, luego bajar por su brazo hasta su mano y entrelazar sus dedos. Dió un gracias silencioso cuando Senjuro se acercó para hablarles sobre un tema de la feria. Kyojuro se separó un poco para no hacer sentir incómodo a su hermano y le sonrió, escuchando cada palabra que decía. Senjuro se encargó de animar el ambiente en lo que quedaba de camino, habían decidido que al llegar se dirigirían primero a los locales de libros y decoración, comerían algo que les provocará y luego se acercarían al centro del festival, dónde se encendería una hoguera gigante.
—Algunas personas danzarán alrededor de la hoguera. Si llegamos temprano podremos estar al frente cuando comience— se veía tan emocionado que Marion se sintió mal de repente.
—Seguro será algo emocionante— respondió alegremente Rengoku apretando la mano de Marion, ella lo miro y ambos intercambiaron miradas cómplices— Aunque estoy seguro de que secuestrare a Marion en cualquier momento. Puede que demos un paseo por los alrededores— jalo de su mano y la beso en la frente.
—Si, Me encantaría dar un paseo— sus ojos se desviaron momentáneamente a Shinjuro y vio como el hombre asentía en silencio. Estaba demasiado serio, pero al menos nadie a su alrededor parecía notar la diferencia de su humor. Volvió a ver el camino al boulevard, al menos disfrutaría las pocas horas de luz— Senjuro me dijo que hay algunos libros interesantes en el puesto de aquel hombre— los tres bicolores miraron a la dirección que había señalado, Senjuro reconoció la tiendita ambulante y dió un aplauso emocionado.
Sin reparar en que Kyojuro le aprisionaba el brazo, el chico la jalo de la mano libre y ambos corrieron hasta el sitio. El pilar dejo que los dos se fueran a hacer sus cosas, desde ahí podía vigilarlos por si algo pasaba. Noto que su padre se colocaba a su lado, era extraño que últimamente estuviera tan cercano y dispuesto, pero decidió que eso más que duda iba a provocar alegría. El hombre se cruzó de brazos, observando al par hablando animadamente y señalando las cosas de la mesa, el vendedor les hacía alguna recomendación o eso les parecía a ellos y Marion le devolvió la sonrisa con un leve rubor en las mejillas.
—Algo ha sucedido entre ustedes dos?— Kyojuro no aparto la vista de los dos jóvenes. Esperaba que su padre le preguntara por ello, pero aún no tenía una respuesta clara que dar. No quería que su visión de Marion cambiará al saber que ella lo había incitado primero.
—Nos hemos vuelto más unidos. Estoy pensando en presentarla a la casa principal— los ojos de Shinjuro se ensombrecieron, sabía que iba a pasar y no estaba seguro si quería ver a su hijo sufrir una perdida parecida a la suya— Voy a llevarla a la tumba de mi madre, si es que no te molesta—
—No, está bien. Seguramente Ruka le hubiera encantado conocerla— lo dijo con un nudo en su garganta, había pasado tiempo desde que su esposa falleció, pero sentía el mismo dolor que el primer día de su partida. Simplemente no podía despegarse de ese sentimiento, la amaba demasiado como para intentar olvidar el dolor. Frunció la boca, tragando grueso para que su garganta volviera a funcionar correctamente— Pero no creo que sea un buen momento. Tendrás que liberarla de este demonio primero o no querrá hacerte caso—
Kyojuro se mantuvo en silencio durante un rato, pensando en su plan y en como acabaría todo aquello si lograba que funcionara. Observo a Marion quedarse mirando demasiado rato la mesa, tenía las manos juntas en el pecho y sus ojos había adquirido un brillo de anhelo o eso fue lo que percibió desde esa distancia. Iba a acercarse a ellos cuando un kimono de temaris paso justo frente a él, la chica lo miro de un lado con una sonrisa burlona dibujandole el rostro. Después soltó una risilla antes de salir corriendo hacia un tumulto de personas. Rengoku volvio en dirección a Marion, la peliazul y Senjuro habían desaparecido, posiblemente algún otro vendedor ambulante. Chasqueo la lengua y se dirigió seriamente a su padre, no pensó que vería movimiento desde tan temprano. Noto que Shinjuro se veía imperturbable, como si ya estuviera esperando a que algo sucediera.
—Investigare a la chica que acaba de pasar, podrías protegerlos en mi lugar padre?— el hombre asintio en respuesta y ambos se dirigieron a sus respectivas tareas.
El primero en llegar a su objetivo fue Shinjuro, había divisado a Marion de lejos por el color brillante del kimono, con grandes zancadas se acercó a ambos jóvenes quienes miraban la mesita llena de objetos con admiración. El mayor tocó apenas el hombro de la chica para llamar su atención y ella se giro alegre, su sonrisa se esfumó al advertir la seriedad que reflejaba las facciones del bicolor, algo en su estómago se revolvió con el inminente desenlace.
—Ya es la hora. Está en movimiento—
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🌿Nota: casi una semana sin internet y con fallas de luz, publicaré esto antes de que mi suerte vuelva a desaparecer 😅
Para finales de abril dije que iba a publicar el redibujo de la portada 💪. A pasado casi un año desde que la hice (según la fecha del archivo) y me he puesto a analizarla a detalle y veo que es un desastre 😂. La nueva está en base a la misma imagen pero más "sencilla" equilibrando los colores de ambos personajes (azul/rojo). También, en la portada que está ahorita, Marion no tiene el "diseño final" porque a los inicios no estaba del todo definida. En la nueva ya está corregido el diseño 👍.
Leí un comentario que decía que la historia estaba bien pero que el título no convencía mucho, es una buena observación... El título lo hice a las patadas, simplemente quería comenzar a escribir la historia que me rondaba la cabeza, no le di mucha importancia y pensaba cambiarlo después, luego se me olvidó y se quedó de esta forma... Tal vez lo piense a futuro, pero no estoy segura de hacer algo bien con él. Soy malísima poniendo nombres.
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Flama『炎』
FanficKujo Marion perdió su hogar en manos de un demonio. Siendo la única sobreviviente de la masacre, no tiene más alternativa que seguir con su vida e intentar progresar en una civilización que solo la ve para un solo propósito. Rengoku Kyojuro, el pil...