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Kyojuro quedó en silencio por un largo tiempo. Tiempo en que los nervios de Marion fueron acrecentandose. No sabía si estaba meditandolo, haciendo un plan o simplemente se había enfadado. Su rostro no mostraba ninguna expresión en particular, salvó la sonrisa que siempre tenía pegada a la cara. Después de lo que parecio media hora, escucho como hacía un resoplido nada placentero.

Se había llevado las manos a la cara con cierta señal de cansancio.

-La idea resulta tentadora, pero no puedo ponerte en peligro- miro el vestido moderno que había traído consigo, no era de su gusto masculino pero servía para que no anduviera semi desnuda por las calles. La miro a través de las ranuras de los dedos, estaba haciendo un puchero con el ceño levemente fruncido- No sabemos cómo atacara el enemigo. Y no puedo confiar en que no saldrás lastimada o peor aún, muerta por esta misión- la imagen de Marion tendida inmóvil en el suelo vino a su mente, podía ver cómo la sangre emanaba sin cesar de un costado y sus ojos azules había perdido el brillo de la vida. Una imagen que lo perturbo más de lo que quería admitir. Noto que haría un comentario y le hizo una señal con la mano de que no lo dijera- Morir no es una opción, ni siquiera para un cazador-

-Al menos déjame ayudarte a conseguir información. Puedo pasar fácilmente por alguien de cuna con ese vestido que me trajiste y, aunque no lo parezca, tengo bastante confianza en mi habilidad de persuasión- la imagen de ella con la yukata desharreglada y el cabello semisuelto reaparecieron, junto a la palabra persuasión crearon una imagen que no sabía si le gustaba o lo enfurecia. Sus cejas casi se unieron fruncidas. Ella interpretó el gesto como que no estaba de acuerdo- Podemos estar a una distancia prudente. Si me encuentro en problemas podrás verme con facilidad y yo podré correr hacia tí si necesito ayuda-

Tardo otros minutos más en contestarle. Era un buen plan si todo resultada condenadamente bien, pero su experiencia hablaba por si sola, había perdido compañeros en similares circunstancias y no podía permitir que un civil con deseos suicidas se implicará. Marion tampoco parecía tener un carácter dócil, así que dudaba que negarle su participación ayudaría a protegerla. Suspiro para sus adentros, tenía que vigilarla hasta que acabará la misión. Luego de eso, le ayudaría a conseguir un trabajo en Naha y se iría con la satisfacción de haber ayudado alguien en problemas. Era posible que no se volverían a ver más. Un sentimiento extraño le apretó el pecho, y así como apareció lo desecho.

Se levantó de un salto con todo el ánimo que pudo sentir.

-Muy bien, está decidido- vio que se tenso esperando la respuesta, sus mejillas presentaban un pequeño rubor. Parecía una niña esperando impacientemente que le dejara jugar fuera, eso le hizo mucha gracia- Me ayudarás con la información. Pero no quiero que te pierdas de mi vista en ningún momento- ella asintio con entusiasmo y le regalo una hermosa sonrisa, verla así de feliz hizo que le embargara un profundo sentimiento de placer.

Repasaron la misión mientras Marion se cambiaba detrás del biombo, Rengoku no pudo disimular el nerviosismo que sentía al estar en el mismo espacio que una hermosa mujer semidesnuda. Mientras le mencionaba los sitios a los que irían, se retorcía las manos, alisandolas sobre su uniforme para secar el sudor. Había Sido facil escapar cuando la vio plácidamente dormida a su lado, el vestido había Sido la excusa perfecta, y en realidad, ella lo necesitaba. Pero esta vez debía tragarse todo el puñado de fantasías que se creaban en su mente, debía recordarse así mismo que estaban en una misión y que, si él no se encontraba en su mejor condición, podría ser letal para la muchacha. Recordar la imagen de Marion desangrada le hizo retomar el control sobre si mismo, debía protegerla costará lo que costará.

Salieron al bullicio de la noche después de que la peliazul se acomodara el cabello. Había dicho que ese vestido no era de su gusto, pero verselo puesto el hacia retractarse de ello. Le quedaba solo un poco grande, lo cual se arregló apretándose más el cinturón. La falda le daban un poco más abajo de las rodillas, dejando al descubierto unas delicadas pantorrillas. La tela era un poco pesada, haciendo que el vestido le acariciara todas las curvas de su cuerpo. Marion caminaba a 4 metros delante de él, y eso le ayudaba a que pudiera ver a todos los sujetos que se volteaban solo para seguir viendola caminar. Era molesto, pero todo eso era por el bien de la misión.

La peliazul se paró en seco, mientras pasaba por una de las tiendas nocturnas, escucho que un grupo de hombre hablaba de lo peligrosa que se había convertido la ciudad. Se cercioró de que su cabello estaba bien arreglado y alisó la falda antes de acercarseles con un poco de fingida timidez.

-Buenas noches caballeros, no pude evitar escuchar lo que estaban hablado- los tres individuos se volvieron a ella, sus caras de fastidio se convirtieron en sonrisas en cuanto la vieron. Su apariencia tenía sus ventajas en algunos casos- llegue hace unos días a la ciudad y no he dejado de escuchar rumores. Podrían informarme sobre la situación? Estoy un poco fuera de lugar-

Sintió la presencia de Rengoku a escasa distancia, se había quedado en la tienda contigua mirando con fingido interés el mostrador de la tienda de perfumes. Sonrió al ver que tenía el ceño fruncido, al parecer fastidiado por la situación. El más alto de los 3 hombres se le acercó para que le prestará mayor atención a él.

-Mi Lady, es peligroso andar sola por las noches- descaradamente le tomo de la mano y se la llevó a los labios. Aún cuando se había puesto guantes, sintió el beso húmedo y asqueroso del hombre- si me permites acompañarte, podrías sentirte más segura-

Ella le sonrió e hizo que el hombre se sonrojara.

-Porque es tan peligroso?-pregunto, dándole un pequeño apretón a la mano solo para que sintiera que estaba inquieta. Él sonrió como diciendo que había ganado un trofeo, eso le repugno. Sonrió para disimular el fruncimiento de sus labios.

-Todos hablan de que la noche se ha vuelto peligrosa. Pero entre nosotros mi Lady...- se acercó y sus amigos hicieron lo mismo, apunto de revelar un secreto grupal- Hay un nido de demonios en la ciudad. Imagino que sabe la leyenda Urbana? Sobre demonios que comen carne humana en las noches?- ella asintio levemente, para confirmarle que lo sabía y siguiera contando- la ciudad entera habla sobre el nido en el bosque- estuvo a punto de quitarle la mano, maldiciendo la información inútil. Antes de que pudiera hacer reaccionar su cuerpo el hombre añadió con tono lúgubre- La verdad es que la policía casi confirmo que el demonio está en el lado Oeste. Reconoce el nombre de la tienda de "Bocadillos Mang"?-

Flama『炎』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora