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Kyojuro corrió por la multitud tratando de no empujar a las personas a su alrededor. La chica continuo avanzando por el boulevard como si las personas la repelieran derredor, el kimono era el mismo que había visto el día anterior desde la ventana de la posada de Kaguya. Una chica con una vestimenta tan costosa como aquella, no la usaría dos veces en un mismo festejo, y si realmente estaba siendo controlada significaba que llevaba días acechando. Hoshino vino a su mente y con ella al pequeño controlado, miro hacía atrás, y apretó los puños. Su padre se encargaría de proteger a Marion y a Senjuro, sospechaba sobre las intenciones de Rei y su naturaleza, así que no tenía que preocuparse de que el chico lo agarrará por sorpresa.

Con eso en mente, continuo en su tarea de agarrar la chica.

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Marion le dió una mala excusa a Senjuro y se alejo de padre e hijo, si el plan iba de acuerdo a lo que imaginaba necesitaba estar a solas para hacer que el hijo de Kaguya saliera de su escondite. Shinjuro se encargaría de hacer que Kyojuro se quedará en el pueblo mientras ella dirigía el niño al bosque, a un lugar lo suficientemente alejado para atacar.

Cómo si lo hubiera llamado telepáticamente, Rei apareció al fondo de las tiendas. Haciendo contacto visual con él, Marion sintió la presencia de otros controlados. Miro alrededor pero no distinguió quienes eran entre la multitud, para ella también era imposible sentir cuántos eran o qué tan cerca estaban de su ubicación. Aquello la hizo entrar en pánico. Y si todo salía mal? Y si después de todo el plan no era lo suficientemente bueno?. El graznido de un ave llamo su atención al cielo y vio como el cuervo de Uzui planeaba con dirección al bosque por la salida del sureste. Eso le dió algo de valor comenzando a volverse para salir corriendo en esa dirección. Mientras corría cerro momentaneamente los ojos mentalizandose, Uzui estaba apoyándola en las sombras, Shinjuro-san protegía a Senjuro —el cuál era su mayor preocupación— y Kyojuro estaría ocupado, dejándola para que hiciera lo que debía hacer.

Cada cierto tiempo miraba hacia atrás para comprobar la distancia del chico y si aún la seguia. El niño lo hacía como si fuera un emisario del mal, una turbia sonrisa aparecía en su rostro cada vez que Marion se adentraba más al denso y solitario bosque. En su recorrido escuchaba algo crujir por encima de ella, como si algo se desplazará en los árboles. Rogaba que fuera obra de Uzui y no una horda de controlados dispuestos a someterla, ella no era fuerte ni tan ágil como los pilares, así que tenía una seria desventaja si aquello se tornaba en un combate de uno contra cinco. El pájaro del pilar del sonido aún volaba por encima de su cabeza, un poco más alto que las copas de los árboles, el animal volvió a emitir un sonido y se adelantó hacía un gran árbol.

Marion apresuro el paso, para dejar un poco atrás a Rei. Jingoku estaba disfrutando de una persecución lenta, así que no creía que usaría sus habilidades para a hacer al niño más rápido. Estando frente al árbol se detuvo y le dió la espalda, enfrentándose al fin a su más terrible amenaza. El demonio se detuvo cauteloso a unos metros de distancia, riendo por la estupidez de la chica.

—No puedo decir que nos encontramos de nuevo porque aún mi verdadero cuerpo está lejos. Pero dime, qué se siente volver a escuchar mi voz querida? Estás feliz de verme?—

Ella se acercó de espaldas hasta tocar la corteza del árbol.

—Pense que ya no volverías a usar controlados— vio que el gesto del niño cambiaba a uno pensativo, moviendo la boca de un lado a otra sin saber que decir. El niño puso su peso hacia un lado y se cruzó de brazos.

—Es una molestia, pero en estos casos resulta ser muy útil. No pretenderas que venga sabiendo que está planeando algo en mi contra, tener a un pilar para ti...— su rostro frunció el ceño al ver que por más que se acercaba a ella no había rastro de temor en su cuerpo, los ojos zafiro de Marion brillaban con valor y decisión, eso solo lo hizo molestar— Odio esa expresión que tienes... Es repugnante— sus dedos crujieron cuando hizo un movimiento en su mano— No deberías de verme así. Estoy terriblemente decepcionado, pensar que mi hija sea solo una pequeña zorra—

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El sonido de unos gritos alarmó al pilar de la llama, la chica del kimono de temaris había desaparecido en una esquina y cuando volvió nuevamente a la calle principal todo se había convertido en un caos. Sus sentidos al fin sintieron las amenazas a su alrededor, como si hubieran despertado sorpresivamente de un sueño. Desenvaino su espada y comenzó a correr en dirección hacia el tumulto, deseo que aquello fueran obras de demonios y no de humanos, era incapaz de matar alguien que estuviera controlado. Cuando llegó, el puesto que parecía de comida estaba ardiendo en llamas, las personas comenzaron a correr dispersas y cerca estaba un hombre que parecía ser el causante de aquel desastre. A simple vista parecía los demonios cuando apenas eran transformados, sin conciencia y solo con la misión de nutrirse de cualquier carne humana cercana. Puso su katana a un lado, dispuesto a impulsarse hasta él haciendo la primera técnica de respiración, pero antes de pensar en respirar Shinjuro apareció cayendo de un techo y con el reverso de su Katana dejo inconsciente al hombre. Cuando diviso a Kyojuro se acercó hasta él.

Rengoku miro alrededor, si su padre estaba ahí significaba que Senjuro y Marion también lo estaban, pero no pudo divisar a ninguno, las personas estaban demasiado dispersas y ajetreadas intentando correr a cualquier sitio seguro. Su padre colocó una mano en su hombro para que le prestará atención, lo apretó con fuerza.

—Marion dijo que mientras los dejes inconscientes estarán bien. El demonio solo puede controlarlos cuando estan despiertos, reunamolos en un sitio y mantengamolos vigilados— Antes de que el bicolor le preguntara por los chicos respondió algo molesto— Ellos están bien, le dije a Senjuro que se ocultara. Tu solo concéntrate en ocuparte de tu trabajo—

Aún si él lo decía, no podía evitar sentirse tenso, algo andaba mal y no sabía exactamente qué. En ese momento Hoshino apareció entre la multitud, entre aquel caos se veía más pálida y frágil de lo normal mirando perdida a su rededor. Al hacer contacto visual con el bicolor las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y con pasos torpes se acercó hasta él. Tuvo que aferrarse al kimono del Pilar para poder mantener la estabilidad de su cuerpo.

—Mi hijo, Rei a desaparecido—

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🌿Nota: la próxima semana estaré publicando la nueva portada ✌️ así que habrá cambio de imagen✨

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