44

2K 231 115
                                    

⚠️Spoilers sobre el pilar del sonido.
.

«Idiota, idiota, idiota» repitió varias veces la chica mientras daba vuelta en el futón. Invitar a Kyojuro a su habitación era parte de su plan, una manera bastante eficaz de hacer enojar a Jingoku y que lo obligaría a atacar al segundo día, no sabía cómo iba a hacerlo, pero debía encontrar una manera. Para su sorpresa, ni siquiera necesito persuadirlo, el pilar había llegado hasta la entrada de su habitación, pero está vez, justo esta vez, había decido mantener la prudencia. Supuso que con ir hasta la entrada y abrir el Shōji sería suficiente, después de todo, el bicolor resultaba ser un experto en quitarle su espacio personal. Pero con él a pocos centímetros de distancia, solo distanciados por un papel y unas cuantas tablas de madera, no tuvo el valor de abrir la puerta corrediza.

Nunca había invitado a nadie a dormir con ella, en realidad, no lo había hecho nunca. En su estancia con Uzui, el pilar del sonido, había aprendido que después de cierta hora no era buena idea deambular por la mansión. Tenía 3 esposas, y todas ellas era tan capaces y audaces como el propio pilar. Lo que la había hecho presenciar ciertos encuentros vergonzosos mientras vivía con ellos.

En varias ocasiones, le habían dicho que podían explicarle un par de cosas sobre el romance y lo que hacían los hombres y las mujeres a altas horas de la noche. Pero casi siempre, Hanatsuru, la esposa más apacible y maternal de todas, cortaba el tema antes de que sus compañeras comenzarán a hacer comentarios demasiado explícitos, argumentando que Marion podría experimentar dichos momentos con un hombre amable y que la quisiera. La peliazul se golpeó varias veces en la cabeza, según ellas, solo se necesitaba un discreto gesto y la disposición del hombre para que todo fluyera según lo que quería. Pero ella se había sentido tan nerviosa, que en vez de abrir el Shōji y decirle que quería estar con él, lo había echado de su espacio a fuerza de silencio.

Volvió a hacer un berrinche, balanceándose de lado a lado en el futón. No sabía si Kyojuro estaría dispuesto ahora, tal vez si era ella quien iba a sus aposentos sería rechaza con la misma frialdad. Se imagino la escena, ella en su ligero kimono de dormir, caminando por la frialdad nocturna del pasillo exterior hasta la habitación de Rengoku. Ya frente a la puerta, tocaría para asegurarse de que el pilar estuviera dentro y luego entraría con lentitud, seguro el pilar la miraría extrañado, levantándose rápidamente del futón para ir hacia ella... Entonces cuando ambos estuvieran tan cerca que sus pechos Se rozaran, él la agarraría del cuello de su kimono y la echaría de la habitación, cerrando con un gran portazo tan grande que convertiría milagrosamente la puerta corrediza en una batiente.

Se quedó mirando el techo, inmóvil. Esperaba que su imaginación no se hiciera realidad, aunque fuera lo que se merecía. El pequeño andar de unas pezuñas en la madera la hizo salir de sus pensamientos, desde afuera, la luz de la luna dejo ver la pequeña silueta de un ave caminando hacia el Shōji. Marion quiso ir rápidamente a abrirle, pero el maldito cuervo atravesó de un cabesazo el papel washi terminando de romperlo con el pico para que todo su cuerpo entrara por la abertura. Se trataba del cuervo de Uzui.

Espero a que el ave se acercara a ella, pensando si al pilar del sonido le gustaba el estofado de cuervo. Para su sorpresa no fue escandaloso.

Caw! mensaje, mensaje~— dijo con cierta inseguridad en un susurro, no estaba acostumbrado a hablarle de una manera tan tranquila— Del gran pilar del sonido... Caw~!

La peliazul lo cargo y lo puso en su regazo, tratando de quitarle la nota que tenía amarrada en una de sus patas. El ave no protesto como normalmente hacía y agradeció a Uzui en silencio por hacerle entender al cuervo que era una situación sigilosa. Cuando por fin tuvo la nota en sus manos, el ave se alejo con un leve aleteo. La abrió rápidamente para leer el contenido.

Flama『炎』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora