Mi nombre es Shirio (significa "guía" en japonés).
En estos momentos estoy naufragando en el mar, no se cuanto tiempo llevo aquí, lo que recuerdo antes de caer inconsciente, fue que en el barco en que me encontraba viajando de pronto chocó contra algo, aparentemente unas rocas, provocando que este se hundiera. Para mi mala suerte caí al mar, siendo arrastrada por este, solo pude aferrarme a un pedazo de madera que compartía el mismo destino que mi persona, alejándonos cada vez del naufragio que yacía en las rocas.
Cuando desperté horas después no podía divisar nada a mi al rededor, lo único que me quedaba era esperar que algún barco pasara y pudiera verme o en su defecto, llegar a alguna isla y pedir ayuda, aunque lo creería algo complicado pues el sol ya esta ocultándose.
De cualquier modo algo acabaría ocurriendo y si no era pronto se que me deshidrataré más de lo que ya estoy. Pasaban las horas o al menos eso era como lo sentía yo, el cielo ya se encontraba completamente oscuro y mis únicos acompañantes eran las estrellas, el pedazo de madera bajo mi espalda y las olas, ¿Sabes lo que dicen cuando vas a morir?... que de alguna forma vez tu vida pasar ante tus ojos, sentía algo similar, solo que en este caso, más que estar por morir era la nostalgia de mis recuerdos, aquellas personas con las que hasta hace unas horas compartía una cálida comida, no es que fuésemos cercanos ni mucho menos, solo iba en ese viaje por salir de mi rutina, vivía en una isla en el East Blue, concretamente una llamada "Aruba", era un lugar muy poco conocido, por su insignificancia el gobierno no se tomó la molestia de incluirla en el mapa del East Blue, por consecuencia se podría decir que nadie la conocía.
No es que me importara, en realidad, estar en esta situación es lo más cercano a una aventura que he tenido a lo largo de mi corta vida, ah es cierto, lo olvidé mencionar, tengo 10 años, si así es soy una completa cría pero para sorpresa de los mayores bastante sensata a mi corta edad.
Como sea, hablar conmigo misma es lo único que podía hacer en estos momentos, aparte de pensar claro estaba. Cuando menos me di cuenta me quedé dormida, era un sueño bastante extraño, me encontraba en una sala oscura, podía escuchar al rededor de 4 voces diferentes, ninguna audible para mi mala suerte, pero eran voces como decirlo...? Amables y en ese momento, cuando empezaba a entender lo que decían desperté.
Estaba boca arriba en la orilla de una playa en una ¡isla! lo sabía mi suerte no puede ser tan mala después de todo, me levanté con la poca fuerza que tenía, hasta este momento no había notado el hambre, cansancio, deshidratación y mal aspecto que tenía, no es momento de fijarse en eso, lo único importante era conseguir comida y agua.
Adentrándome más al bosque pude encontrar un par de manzanos, al menos así podría hidratarme un poco y conseguir alimento, premio doble (giño, giño). El día no se veía que iría bien, estaba comenzando a nublarse y eso que no calculaba que fueran más de las 11, tendría que buscar un lugar para pasar la lluvia, quizá la noche y mañana buscar algo interesante, como un pueblo o algo por el estilo.
Caminando por este verdoso bosque pude notar que sus animales son un tanto... peculiares, cuando digo eso es que son ¡Enormes!, ¡¿Qué clase de lugar es este?!, ni idea y menos se que isla es esta, caminando más por ahí pude notar una cueva, al menos me resguardaría de la lluvia hasta el siguiente día.
Cuando llegue a la misma me metí ahí y decidí que dormiría como dios manda, justo en ese momento, comenzó a llover, nada mejor que dormir arrullada por el sonido de la pacifica lluvia, antes de empezar mi sueño elaboré una fogata con lo poco que me brindaba lo que había en la cueva, para que me proporcionara calor.
Cuando ya estaba listo comí unas manzanas que guardé para después, cuando terminé ahora sí me dispuse a dormir. Esta vez en mi sueño era diferente, no podía ver nada, no podía moverme, no había nada, hasta que escuche ese peculiar sonido, un grito, de un chico...? Fue un grito desgarrador, ese era un grito de dolor en su máxima expresión tanto que podía notar como mi piel se erizaba y me invadía un sentimiento de acongojo, a pesar de no ver nada notaba lo afligido que se encontraba el portador de dicha voz y de nuevo de golpe me desperté.
No podía ni yo misma entender como me sentía después de eso, era casi una sensación de compañerismo, estaba asustada, me sentía inquieta y para rematar mi momento, la fogata parecía hace horas haberse apagado, solo quedaba la oscuridad de mi lado y el tenue calor que me brindaba la agonizante fogata, no me quedaba nada más que dormir nuevamente.
Cuando desperté, de nuevo... era de mañana y el cielo estaba despejado, como si el día anterior no hubiese habido una torrencial lluvia, que ironía. Me aseguré antes de salir que la fogata estuviese bien apagada y ahora sí, momento exploradora. Caminando por ahí pude divisar a una persona, era un anciano, tenía un traje de la marina, concretamente un vice - almirante, como me daba la espalda decidí acercarme.
- ¿disculpe...?
El susodicho se dio la vuelta y pudo ver a una niña de pie justo a su lado derecho, la veía con algo de duda y curiosidad, - hum? ¿Necesitas algo?-
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Hola!
¿Qué tal cómo están? 👋≧◉ᴥ◉≦
Bueno, esta es por así decirlo mi primera historia con la cual estoy comprometida a hacerla larga y entretenida para ustedes.
Soy novata, por ende acepto sus sugerencias :3 y propuestas claro que si!
Pero espero les guste y que le den una oportunidad, sin más, disfruten las próximas actualizaciones. ʕ•́ᴥ•̀ʔっ
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[ Sobre mi cadáver ]
FanfictionEn esta historia conocerás a Shirio, una niña que después de naufragar llega a la Isla de Dawn. ¿Cómo será el futuro de Shirio? y aún mejor, ¿En que se relaciona ella con Ace?. Descúbrelo y disfruta de la historia. ♡El futuro tiene muchos nombres. P...