Especial día de la madre

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La familia que nunca tuve

El día aparentaba un clima excelente para salir a caminar por el basto bosque en los alrededores de la casa. Disfrutar de los rayos del sol en la piel y aquella fresca brisa llegar para calmar el calor.

Hoy, era un día importante, quizá el más importante hasta el momento en la vida de dos adolescentes. Se trataba de Ace y Shirio quienes hacía una semana habían cumplido los diecisiete años. Según el juramento que habían acordado hace años con el difunto Sabo y el pequeño Luffy, a esa edad era el momento de abandonar el nido y descubrir por su cuenta lo que les deparaban los mares.

No podían negar que un hueco en su pecho se hacía presente cada vez que pensaban en la simple idea de finalmente partir a una vida más allá de la isla en que crecieron toda su vida. Es decir, ¡Por supuesto!, era todo lo que habían soñado y esperado desde que tienen recuerdos, sin embargo era dejar su antigua vida atrás para buscar su propio destino.

No solo estaba el dejar a la que en este punto, ya era su madre Dadan y sus tíos, estaba el dejar a Luffy completamente solo. Su hermano menor, al que deben proteger y cuidar aunque ya sabían que ya no era un niño.

Y ahí estaba Shirio por última vez, observabando los alrededores vagando de un lado a otro para no olvidar ningún detalle de aquel lugar. Sentía la emoción a flor de piel y un cosquilleo en su estómago, prácticamente anhelaba que esto sucediera hace años y finalmente estaba pasando.

- ¡Shirio! - Escuchó como le llamaban desde el interior de la casa, era Luffy.

Se levantó de la piedra en la que estaba sentada, sacudió su ropa y tomó rumbo para ver porque le habían llamado.

- ¿Luffy? - Preguntó al entrar por la puerta.

- Ahí estás - Habló Ace acercándose con una caja en sus manos llena de cosas.

Shirio levantó una ceja intrigada y algo confundida.

- ¿Qué haces? - Le cuestionó apuntando al objeto que cargaba el contrario.

- Empacando - Respondió con simpleza - Deberías hacer lo mismo - Sugirió yéndose a paso lento fuera del lugar.

- Si, debería...- Dijo para ella misma en un susurro observando al contrario alejarse.

Pronto sintió como alguien se colgaba de repente de su espalda, al girar su cabeza notó que era Luffy con una sonrisa en su rostro.

- Y bien, ¿Para qué me llamaste? - Cuestionó sonriendo mientras se daba la vuelta para abrazarlo correctamente.

Luffy borró su sonrisa, como si aquella pregunta le incomodara y pusiera triste. Bajó su mirada sin soltar a Shirio y simplemente apretó su agarre en el abrazo escondiendo su rostro en su hermana.

- ¿E-Esta todo bien? - Preguntó con tranquilidad y cautela acariciando los cabellos de su hermano.

- Es sólo que... Ace y tu están por irse y no puedo evitar sentirme solo - Respondió encogiendo sus hombros con la vista abajo.

Shirio frunció su ceño con sorpresa, ¿Así era como se sentía Luffy? No tenía idea, de haberlo sabido antes hubiera hablado de lo que realmente pensaba.

- Hey - Dijo la mayor tomando de las mejillas a su hermano para que la viera a los ojos - Luffy, Ace y yo te queremos demasiado para olvidarnos de ti como si no fuera nada - Le sonrió con ternura - Sentirse sólo no es lo mismo que estarlo, cuando llegue tu momento créeme que te visitaré y pasaré tiempo con tus nakamas. Sé que tendrás a gente buena bajo tu mando que sea tu nueva familia, conociéndote será la mejor de todas -.

[ Sobre mi cadáver ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora