Capítulo 15

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Despedida...

Narra Shirio

Habían pasado algunos meses, algunas cosas cambiaron  por ejemplo, entre Amelia y yo compramos un barco más grande, ahora cada una tenía su cuarto y una cocina, la verdad todo iba mejor de lo que pensaba cuando recién comenzaba por los mares.

- Capitana - Le gusta molestarme diciéndome así aún sabiendo que somos las únicas en el barco - ¿Si? - Dije tranquilamente sin levantar mi vista, pues estaba revisando el mapa para buscar nuestro sigueinte destino - Hay algo importante que debo decirle - Notaba en su tono de voz que estaba preocupada, así que levante mi vista para verla bien - ¿Pasa algo? -.

Esta estaba a punto de responder cuando de repente el sonido de un cañón nos alertó haciéndonos salir a la cubierta para ver que pasaba. Nuestro barco se movía de lado a lado por el estruendo de la bala al caer al agua a tan solo unos metros de nosotras, aún así, entre tanto escándalo pudimos ver algo, era la marina que a decir verdad, estaban bastante cerca de nosotras.

Con solo darle una mirada a Amelia sabía lo que tenía que hacer. Activo su fruta del diablo haciendo que esa oscuridad comenzara a brotar de su cuerpo, la misma se empezaba a derramar por el agua como si fuese un líquido. Al estar prácticamente sobre ella, era condenarse así mismo, esa extraña oscuridad era retorcida, te atrapaba como una pequeña hormiga y algo así le pasaba al barco de la marina, estaba sobre esa oscuridad y aquellos marines nos veían con terror.

Por mi lado yo atacaba con mi espada y unas cuantas pistolas, no era usuaria como Amelia, por lo tanto con mi nivel, no podía hacer mucho, pero sabía defenderme muy bien con ambas cosas, sin decir que Amelia me enseñó a usar Haki.

- ¡AHORA! - Grité al salir de mis pensamientos, dándole la señal a Amelia para que alsara por los aires al barco destruyéndolo al instante.

- ¡Si! - Dicho y hecho lo hizo, sobre el agua salada solo se podían visualizar los restos y uno que otro marin aferrándose a un pedazo de madera para estar a flote

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- ¡Si! - Dicho y hecho lo hizo, sobre el agua salada solo se podían visualizar los restos y uno que otro marin aferrándose a un pedazo de madera para estar a flote. Nosotras por nuestra parte nos alejamos lo más rápido que pudimos.

- Capitana, lamento sacarle de sus pensamientos, pero nos siguen más... demasiados - ¿Más...?, me di la vuelta y lo vi, eran unos 20 barcos ¡¿POR QUE ERAN DEMASIADOS?!, al parecer Amelia notó mi expresión - Es por mi - ¿Por tí? - Cuestioné confundida - ¿Recuerda lo que le dije sobre el trato que intentaba hacer mi antiguo capitán? - Asentí con la cabeza sin decir nada - Como dije, nunca se completó por mi huida, pensé que había dejado atrás a la marina y a mis ex compañeros pero veo que siempre me pizaron los talones, hasta la arrastré a este desastre conmigo - Fruncí el ceño por lo que dijo -.

- Que estás diciendo, desde que te uniste a mi, tus problemas son mis problemas y no me arrastraste a nada, estamos en esto juntas - Le sonreí para tratar de calmarme más a mi que a ella, pues parecía estar bastante relajada.

[ Sobre mi cadáver ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora