Temporada 2 (Capítulo 8)

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En busca de una misteriosa mujer

Habían derrotado a Caesar Clown y el G-5 se haría cargo de los niños con los que habían estado experimentado en aquel lugar. Luffy ahora se encontraba sentado comiendo un plato de comida que Sanji había preparado para todos los presentes, a su lado y un poco retirado con la línea divisora en el suelo, estaba Smoker.

— Oye, humitos — Le habló al vice-almirante.

El contrario simplemente levantó la vista prestando atención a lo que iba a decir el menor sin dejar de comer.

— ¿Qué le hizo la marina a mi hermana? — Cuestionó con seriedad.

Smoker se aseguró de que nadie estuviera lo suficientemente cerca como par oír lo que estaba por decir.

Se acomodó en su lugar y dejó su plato a un lado — Yo no tenía idea de lo que hacían con ella — Dijo con cierta culpa en su voz.

El cuerpo de Luffy se tensó y su mandíbula se contraría con fuerza, temía lo peor pero aún así debía saberlo, sea lo que sea que haya pasado.

— Nadie en la marina lo sabía, nadie que no fueran altos mandos lo sabían. Estaba fuera de nuestras manos esa información — Sacó uno de sus cigarros y lo encendió junto con un par más — Hasta los muertos merecen respeto, pero parecía como si ella no lo mereciera, como si... como si la marina no la viera como humana y por ello no merecía tener respeto alguno — Pausó dando una larga calada a sus cigarros.

— ¿Qué le hicieron? — Cuestionó sin rodeos el menor.

— No debería decirte esto, pero mereces saberlo — Aclaró su garganta — Cuando la encontraron aún respiraba, prácticamente moría ante sus ojos — Su vista se ensombreció — Los informes indicaron que ella vivió por dos días más luego de la guerra, en los cuales la marina se la llevó en custodia. No venían muchos detalles en los papeles pero se dijo que pronto el gobierno mundial se enteró que la tenían y ellos mismos se la llevaron. Ahí la mantuvieron con vida ese tiempo — Soltó un sonoro suspiro — Se le experimento, torturó y profanó hasta que finalmente se cuerpo no dió más y falleció a causa de una hemorragia interna —.

Un nudo se formó en la garganta del azabache, las nauseas se hicieron presentes y respiraba con dificultad, su plato de comida cayó al suelo manchando la blanquecina nieve pero eso no le importaba en ese instante.

— Luffy — Llamaba una alegre Nami a su capitán desde el otro lado junto con sus compañeros. Al volver la mirada lo encontró de rodillas tomando su pecho con fuerza con una de sus manos — ¡LUFFY! — Gritó llamando la atención de los presentes. La pelinaranja corrió al lado de su capitán con un semblante de preocupación.

Rápidamente Chopper llegó a su lado junto con toda la tripulación.

— ¡Denle espacio, necesita respirar — Ordenó alejando al resto de Luffy — Es un ataque de pánico — Comunicó el pequeño reno — Luffy, ¿Quieres ir a un lugar tranquilo? — Susurró recibiendo un asentimiento de cabeza del contrario.

Chopper miró hacia el Shichibukai quien le devolvió la mirada entendiendo lo que le estaba pidiendo. Pronto levantó su mano desapareciendo junto con Luffy y Chopper.

— Shambles — Fue lo último que se escuchó.

Los tres aparecieron en la cubierta del Sunny completamente solos, un lugar tranquilo y sin ruido para que Luffy se tranquilizara.

— El Den Den Mushi...— Susurró el menor en un tono apenas audible desde el suelo.

— ¿Qué? — Dijo Law sin haber escuchado.

— El Den Den Mushi de su hermano — Le contestó Chopper sin alejarse de Luffy.

El mayor miraba en todas direcciones hasta encontrar en una repisa el un Den Den Mushi que suponía sería de Portgas D. Ace, es decir, su vestimenta era prácticamente la misma. Lo tomó y regresó al lado de Luffy a quien se lo entregó sin mucha importancia.

— Estaremos cerca, llama si necesitas algo Mugiwara-ya — Finalizó el cirujano saliendo del lugar con Chopper tras el.

El azabache miraba aquel objeto y zin dudar mucho, realizó una llamada.

Buru buru buru...

El tono entrante de la llamada razonable por el lugar hasta ser sustituido por una sonora voz.

— ¡Luffy! — Respondió del otro lado Ace.

— Necesto que vengas — Interrumpió en tono apagado — Hay algo que debes saber —.

El Den Den Mushi puso una cara con seriedad y sin cuestionamiento del porqué, Ace accedió.

— ¿Dónde? — Inquirió el mayor.

[...]

Aún en Punk Hazard, se encontraba el G-5 completamente derrotado, Smoker estaba tumbado en el suelo con cierto individuo sobre él amenazando a su persona para sacarle algo de información que necesitaba.

Donquixote Doflamingo.

Miembro de los Shichibukai y una de las personas más influyentes en el bajo mundo. Un hombre completamente sádico y desalmado.

— Última vez que pregunto, ¿Dónde? — Cuestionó el alto hombre con una vena sobresaliendo de su frente.

— No lo sé — Dijo en un quejido Smoker.

La inexistente paciencia de Doflamingo había llegado a su límite, estaba por contarle el brazo con uno de sus hilos de no ser por una persona que se lo impidió.

— ¿Podrías dejarlo? Es uno de mis amigos — Habló una voz calmada a espaldas del contrario. Aokiji, ex-almieante.

— Aokiji — Murmuró con molestia Dofflamingo.

Un silencio se formó en el lugar y la tensión aumentaba. Dofflamingo se levantó rápidamente lanzando un ataque contra el ex-almirante, Aokiji esquivó fácilmente sin cambiar su expresión en su rostro.

— No creo que quieras hacer esto, Shichibukai — Remarcó la última palabra el contrario.

Dofflamingo sonrió con malicia, es cierto que no tenía la necesidad, pero si no obtenía el paradero de Law su viaje había sido para nada. De repente su Den Den Mushi sonó y contestó con monotonía.

— En el mar, al norte 2 kilómetros — Fue como música para sus oídos, salió con rapidez a la ubicación señalada. Si Law y los Mugiwaras no aparecian por las buenas el los obligaría por las malas.

[...]

— ¿Qué dices? — Cuestionó Luffy notablemente confundido.

— Hay una mujer que podría ayudarte con el tema del que hablamos Mugiwara-ya — Le dijo Law desde su asiento.

— Es imposible, ¿No...? — Su semblante mostraba confusión.

Estaba intrigado por aquella mujer de la que hablaba Law, si podía ayudarle con su hermana que no era algo posible para él dadas las circunstancias, no perdía nada en intentarlo.

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Sayonara...♡

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