Capítulo 19

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El Rey Oscuro...

- Del lado de Luffy -

Después de zarpar de Thriller Bark, los Mugiwaras y en especial Luffy, había notado que no había visto a su hermana desde que habían llegado a la isla, pues esta estaba dormida para ese momento, lo que ocasionó que el pequeño hermano menor se alarmara.

- ¡Luffy! - Gritó la navegante desde el comedor sacando al ahora inquieto capitán de su mente. Este se dirigió a toda velocidad al antes nombrado, entrando de golpe. Al analizar la situación, podía ver a Nami con una mirada algo seria - Lo ha dejado tu hermana - Dijo entregándole el Den Den Mushi y la nota.

Al principio el monito no entendía de qué hablaba la navegante pero al notar que aquel Den Den Mushi era de su hermana se pudo dar una idea, la nota decía "Nos volveremos a ver Luffy", atrás de la misma venia el número para contactarla.

Tenía sus dudas sobre la repentina decisión de su hermana al irse, pero tampoco le tomó importancia, quizá le había surgido algo y la vería después. - Gracias Nami - Salió del comedor para guardar el Den Den Mushi junto a los de su propio barco y la nota la metió en la cinta de su sombrero.

- Del lado de Shirio -

Esta estaba a nada de llegar a su destino, mientra viajaba esperaba que en ese tiempo Luffy la hubiese llamado pero este no lo hizo, después de todo siempre fue despreocupado, aún así era su querido hermano menor.

Cuando finalmente aterrizó, no se hizo esperar corriendo al establecimiento donde se suponía, debía encontrar al Rey Oscuro.

Entro algo agitada, la mochila que cargaba estaba casi por el suelo, su cabello estaba desordenado y sobre su cara, su frente se encontraba empapada por una fina capa de sudor, aún con la mirada de la que parecía la tabernera sobre ella, siguió buscando con la mirada a la persona que necesitaba. 

- ¿Estás buscado a alguien? - Preguntó amablemente la señorita ganándose la mirada y atención de la joven chica.

- Silvers Rayleigh - Dijo con notorio desazón, para mirarla fijamente a los ojos esperando una respuesta. La mujer tras la barra miraba incrédula a joven chica, ¿Quería ver a su esposo?.

- ¿Puedo preguntar por qué? - Comentó dandole una calada a su cigarro - Me gustaría pedirle algo, en realidad, necesito que haga algo por mi - La mujer notaba angustia en el rostro de la chica, apiadándose hasta cierto punto de ella - Volverá en unas horas, puedes esperar aquí si así prefieres - Shirio asintió enérgicamente con la cabeza tomando asiento en uno de los bancos de la barra.

- ¿Te gustaría algo de comer?, te ves agitada y hambrienta - Shirio contestó con una sonrisa que le transmitió a la mujer una sensación de tristeza, la sonrisa por más que la forzara, no era de felicidad, estaba vacía, al igual que su mirada. Sin preguntar más, la mujer fue por algo de comer y beber para que la chica recuperar energías.

Cuando le trajo la comida, Shirio la devoró sin importarle la mirada de la mujer, pues para este punto ya estaba comiendo su 5to plato de comida, la mujer se preguntaba como ella era capaz de comer tanto y sobre todo, ¿Cómo cabia en ese delgado cuerpo que poseía?.

Pero quien podía culparla. La joven chica no había comido hace días,  pues salió a las prisas para intentar acortar tiempo y cumplir lo que tenía que hacer antes que su hermano llegase a la isla.

Cuando habían pasado unas horas después, Shirio se había recostado en la barra durmiendo en lo que aquel hombre se disponía a regresar.

Entrada la noche, la puerta fue abierta dando paso a un hombre de cabello canoso hasta los hombros. Aquel hombre se sentó al lado de la adormilada chica, quien se mantenía aún con los ojos cerrados.

- Haz vuelto - Musitó la mujer tras la barra entregándole un trago al hombre - Si - Dijo el mismo regresandole la mirada. Ambos adultos veían a la chica, la mujer quizá esperando que esta despertara y el hombre con curiosidad, pues era considerablemente tarde para lo que ellos consideraban, una niña en un bar.

La chica fue abriendo sus ojos acostumbrándose a la luz que emitían algunas velas a su alrededor. Pudo ver a la mujer secando algunos vasos de vidrio por el fondo y al hombre que estaba buscando sentada a su lado bebiendo un trago. Se incorporó rápidamente llamando la atención del mayor por su brusco movimiento - Tengo entendido por mi esposa que estabas buscándome - Dijo tomando desprevenida a la soñolienta chica.

- Si! - Contestó inmediatamente - ¿Y bien...? - Preguntó el mayor girando su cuerpo para quedar frente a frente con el de la chica - Quisiera pedirle que entregue estas 2 cartas a este chico (sacando el cartel de se busca de su hermano menor) cuando sea esta fecha, se que sabrá donde encontrarlo y el motivo también.

El mayor tomó las cartas por los bordes, en una de ellas venía escrito el nombre de Luffy y en la otra el de Ace. Se preguntaba que tenía que ver la joven con el novato que se estaba haciendo notar y el comandante de la segunda división del hombre más fuerte. - Bien - Contestó con simpleza el hombre guardando ambas cartas en el bolsillo de su pantalón corto, por alguna razón sentía dentro de si, que no podía declinar la peticion de la chica pues una corazonada le decía que era importante que cumpliera dicho favor - Gracias - Dijo la extraña joven, quién se puso de pie haciendo una leve reverencia a el como a la mujer tras la barra, cruzó la puerta lo más rápido que pudo, lo único que le quedaba por hacer era saldar cuentas con algún Dragon Celestial que se cruzara en su camino.

Mientras caminada tomó con fuerza el cordón que sostenía a su pequeña mochila, el cual se posaba en su hombro izquierdo, elevó la mirada a la resplandeciente luna de esa noche, pensando que quizá esa sería la última tranquila que tendría.

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¡Hola!

¿Qué tal, cómo les va?, espero que bien.

Yo muy nerviosa por la historia, ha evolucionado muy bien desde mi punto de vista, sin más, espero les haya gustado el capítulo de hoy y nos vemos en actualizaciones próximas!

Sayonara...

[ Sobre mi cadáver ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora